XI

8 1 0
                                    

Capítulo dedicado a Manuel12lobo perdón por demorar espero aún sigas la historia y disfrutes de ella, muchas gracias por el apoyo y perdón por la falta de atención.

Misiones

Mateo preparaba dos Jeep junto a Josep uno de los jóvenes que lo fueron a buscar a su casa en la ciudad, debían actuar rápido si quería que Eyen se curará pronto, comenzaron a invocar espíritus de sus ancestros como lo hacían los chamanes con fogatas y bailes rituales, a los elegidos para la misión los ahumaban en incienso y bañaban sus hombros con aceites naturales; Mateo, Joseph, Dana, Lucela, Esther, Carmín, Jonas y Albert. Los ocho elegidos irían en una misión al amanecer hacia la guarida de los vampiros, liderados por Lucela y Mateo la manada se sentía segura, los ritos pedían por Eyen y los ocho elegidos, en el lenguaje natal de los chamanes rezaban cuando el humo de la fogata dejo de subir para danzar entre los elegidos que la rodeaban de rodillas con las manos hacia arriba ofreciendo sus plegarias, lobos de humo comenzaron a osciquear al grupo, uno a uno.

— ¿Donde está Keyla? — pregunto Audrew a Eyen.
— Debe aprender a controlar sus dones — contesto tendido en la cama el mentor del joven.
— Algo raro me huele maestro — comento Audrew pensativo mirando por la ventana a sus padres partir junto a los seis escoltas.
— Tu madre sabe lo que hace — aseveró el Alfa.
— Nos traicionara — dijo molesto el hijo del Omega.
— Pues es algo que deben enfrentar y superar como familia — aconsejo Eyen.
— ¿Y si la detengo? — inquirió el muchacho.
— Solo alterarse el rumbo de las cosas — afirmó el Alfa.
— Sería por la manada, muchos sufrirán — informo Audrew.
— Estás tú aquí para defender el campamento, no podrán invocar murciélagos por largo tiempo — señaló el maestro.
— Lo sé, pero... — fue interrumpido por la mirada de Alfa.
— Tus premoniciones te juegan en contra pequeño lobo, aún no están totalmente desarrolladas tus virtudes, guíate por lo poco que sabes y vela por lo mucho que puedes hacer — aconsejo el Alfa una vez más.

Audrew camino por el muelle y se sentó con los pies en el río, miro hacia la orilla a varios metros frente a él y entre los arbustos logro ver movimiento; salto al agua y nado velozmente hasta la otra orilla del río, salió dando un salto y cayó de pie detrás del arbusto donde temorosa lo observaba una niña.
— ¿Tu quién eres? — pregunto rondandola.
— No... No me lastime po... por favor — imploro temblorosa la niña.
— Dime quién eres y por qué tus ojos no me dicen nada — el rostro de Audrew se deformó mostrando unos feroces dientes.
— No... No lo sé señor, por favor no me haga daño, tengo mucho miedo — volvió a rogar por su integridad.
— Eso se ve a simple vista, ¿pero por qué no puedo oler tu miedo? — volvió a interrogar calmando se un poco ante la duda que se había generado, dese que sus habilidades se habían despertado, con solo mirar a los ojos a una persona podía saber lo que sentía y muchas veces podía ver su vida.
Esta vez era diferente, en los ojos de la niña solo había vacío, al buscar en ella Audrew se sentía en un lugar donde no había nada, ni límites ni obstáculos, ni piso ni techo, se sentía como flotando en el aire sin poder moverse.
— Oye — la voz de la niña lo saco de ese vacío donde estaba sumido.
— Contestame — pidió desviando la mirada para no volver a perderse.
— No lo sé — dijo la niña cabizbaja — solo sé que caí de allí — agrego mirando al cielo.
— Pues allí solo hay nubes niña — se hizo silencio al ver a la niña voltearse, llevaba una túnica blanca y en la espalda dos rajaduras en los omóplatos que dejaban ver su espalda lastimada con dos franjas verticales.

***

El equipo seguía el camino que guiaba Lucela al pie de la letra, el castillo estaba lejos y si deseaban llegar sin ser detectados deberían viajar sin usar sus dones, los ansestros los protegían siempre y cuando no mostrarán actitudes hostiles, de esta forma podrían entrar sin ser detectados y estarían comunicados entre sí por medio de la telepatía, el que quisiera informarse solo debía concentrarse y una joven en el campamento sería el enlace entre ellos.
— Han evolucionado — comento Lucela para agradar con Esther.
— No eres la única con trucos bajo la manga — contesto la mujer.
— Ahora estamos todos en el mismo bando — interfirio Tomás para apaciguar a las mujeres.
— ¡Oigan! — llamó la atención Dana que venía concentrada conectada al campamento.
— ¿Que sucede? — pregunto Mateo.
— Es Audrew, no logro localizarlo — dijo preocupada.
— Pero, eso es imposible, es la entidad más fuerte del campamento, al menos eso has dicho al salir — afirmó Lucela preocupada.
— Lo sé pero no logro ubicar su presencia, la última vez fue en el río y luego de darse un chapuzón lo perdí — Notifico la jóven.
— ¿Crees que esté en peligro? — Pregunto esther.
— No, es mi hijo, sea lo que sea que suceda el podrá salir adelante, si nos detenemos ahora todo se irá por la borda... — interrumpió Lucela.
— ¿Y tu? — cuestionó Esther — ¿desde cuándo te interesa la manada? ¿O esto será obra tuya y de los de tu especie para terminar con lo que comenzaron cuando te llevaste a Mateo? — atacó la mujer.
— Que yo me aleje fue decisión de la manada y que Alfa este cómo está fue decisión suya, no puedes culpar a Lucela ella solo quiere ayudar — respondió nuevamente interrumpiendo Mateo.
— El amor te trae ciego Omega, recuerdalo, nos entregará al llegar al castillo — agrego Esther cruzándose de brazos y apoyándose en el respaldo del asiento trasero del Jeep.

-------

Keyla corría sin descanso hacia una ubicación que su madre ele había marcado en el mapa «¿Un cementerio abandonado?¿Quien diablos abandona un cementerio? Están muertos no se pueden ir» pensaba la jóven mientras corría, el camino evitaba las ciudades y pueblos.
— ¿Y ahora que? — se pregunto frente a un largo puente de madera que cruzaba una larga grieta que parecía no tener ni principio ni fin, debajo de ella un río peligroso.
Miro dudosa el puente e imagino mil formas de caer.
— Vamos Keyla, mamá dijo que no sería fácil, que el camino pondría a prueba todos mis miedos... Aquí comienza, ten valor — decía caminando hacia el puente.
Dió un paso agarrada a las cuerdas en que se sostenía, el segundo paso hizo rechinar la madera que sonaba a madera vieja «Valor» recordo, unos metros más una madera se quebró dejando un pie de Keyla en el aire «MIERDA» profirió una maldición en voz alta, piso la siguiente madera, continuo unos metros más, llegando a la mitad tropezó y se agarró con ambas manos de un solo lado, había perdido la concentración y esto hizo que tambalea y trastabille contra la madera, sus piernas golpearon las tablas que se quebraron dejando sus pies en el vacío, miro hacia abajo y noto una larga caída «No lo lograre, no es posible, llegó mi fin, aquí moriré, sola, lejos de la manada» pensó cerrando los ojos pensando soltar las cuerdas y dejarse caer al vacío.
— Tu puedes Keyla, eres una gran hechicera y una vampira escepcional, solo debes recordar eso hija mía, tu lugar — escuchó una voz femenina del otro lado.
Si bien estaba muy lejos lamujer como para haberla escuchado, pronto dedujo que la mujer le hablaba telepaticamente.




Hasta aquí un nuevo capítulo, seguimos descubriendo nuevas cosas, nuevos personajes, nuevos retos con que enfrentarse.
¿Que sucederá?
¿Será que Keyla o Lucela traicionen a Mateo y Audrew?
¿Quien será la niña que Audrew descubrió al costado del río?
¿Por qué Dana no podrá dar con Audrew?

No se pierdan el desenlace de estas incógnitas en los próximos capítulos de Licanismo.

Gracias por leer, comenten y voten por los capítulos así tenemos más lectores para esta fascinante historia... Pongan la historia en sus bibliotecas así les informa cuándo actualizo.

Un fuerte abrazo para todos,  adiós.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 25, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

LicanismoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora