Capitulo 5 "Cuentas a pagar"

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Capitulo 5 “Cuentas a pagar”

Intento abrir mis ojos, pero siento como si mis parpados pesaran miles de kilos.  Solo escucho el armario abrirse, y sé que me encontraron. Resignada a lo que venga, ni siquiera lucho cuando me levantan.  Siento unos brazos levantarme como si pesara una pluma.  Siento como si estuviera moribunda, tengo algo de consciencia pero mi cuerpo no se me mueve, y apenas siento algo.

—Todo estará bien—Escucho una voz susurrarme.  Ni siquiera sé quién es.  Ni siquiera puedo asentir.—¡Abran paso!

Solo quiero descansar de todo esto.  De ser lo que soy, de vivir como lo hago. Y  si para eso necesito estar muerta entonces que así sea. 

—Tu hermano esta muerto de preocupación—De nuevo la voz—Me hizo prometer que te traería a salvo o si no me mataría—La persona se ríe—Te quiere mucho así que mantente viva

Ian…

Es cierto, el me quiere.  Es un pequeño rayo de luz en esta oscuridad en la que estoy sumergida.  Es mi motivo de luchar, lo ha sido durante todos estos años y lo seguirá siendo.  Con toda la fuerza que me queda abro mis ojos, para ver el perfil del detective. 

—Ese idiota… no se salvara de mí—Murmuro.

—Me contó que eras terca pero muy impresionante… se quedó corto—Me mira por un par de segundos, sonriéndome—Resiste, estaremos en el hospital pronto

Ni siquiera asiento, recuesto mi cabeza en su hombro, no cierro los ojos.  No confió poder mantenerlos abiertos, creo que he perdido bastante sangre, eso con el miedo me ha dejado en shock o me ha agotado. Llegamos hasta una ambulancia, donde el detective entra conmigo y me deja sobre la camilla y se sienta a mi lado, donde se supone que vayan los familiares. 

—Ha perdido bastante sangre, debemos hacerle una transfusión lo más pronto posible—Escucho a unos de los paramédicos, me miden la presión, y todas esas cosas que hacen, yo solo quiero dormir pero me niego a cerrar los ojos.

Siento una mano tomar la mía con delicadeza.  Miro a mi lado, donde se encuentra el detective, esta sonriéndome. 

—Tu hermano tendrá que donarte sangre

Niego con la cabeza.

—No tenemos la misma sangre

No decimos nada más. Su mano sigue apretando la mía, dándome cierta seguridad que en el momento no me incomoda.  Tal vez porque estoy ensangrentándome y solo pienso en no desmayarme. 

Cuando al fin llegamos al hospital, me bajan en la camilla, solo veo el cielo unos segundos antes de ser luces y luces.  Me llevan por un pasillo a paso rápido.  Ni siquiera sé donde me llevan solo puedo escuchar mi nombre ser gritado.

—¡ELI!—Sonrío al saber que es Ian.  En solo unos momentos se encuentra caminando al lado de la camilla.

—¿Estás bien?

Y es que, solo él puede preguntarme si estoy bien, cuando me raptaron, me acuchillaron y estoy perdiendo sangre.  Pero a pesar de eso, sonrió lo mas que puedo y respondo:

—Soy Elizabeth, soy igual de fuerte que el hierro

—Señor no puede pasar—Indica uno de los doctores.

Antes de pasar por unas puertas, escucho el grito de Ian…

—¡TE QUIERO ELI!

Y hubiese querida gritarle que yo también lo quería pero no tengo las fuerzas necesarias.  Ya en la habitación, que no sé ni que es, si es UCI o el quirófano, o que.  Empiezan a hacerme la transfusión de sangre. Me ponen una mascarilla y cuando inhalo me siento cansada y adormilada.

Black and WhiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora