Capitulo 13 "Un invitado indeseable"

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Capitulo 13 “Invitado indeseable”

Estuve hasta el medio día estudiando. Casi llegando a la mitad del libro cuando ya mis párpados no podían mantenerse abiertos.  Decidí que era hora de dormir, pero ni si quiera tenía fuerzas para llegar a la habitación. Por lo que me recuesto en el sofá. Cerrando mis ojos para poder caer en el arte tan placentero que es dormir. 

Unos ruidos me levantan.  Abro los ojos y veo a mí alrededor. Todo está oscuro. ¿Qué hora es? Me levanto del sofá exaltada.  Recién levantada no tengo mis sentidos al cien por ciento. Otro ruido me hace brincar, esta vez es en mi puerta.  Entonces me doy cuenta de la situación. 

Alguien intenta entrar...

...y sus intenciones no son buenas. 

Me apresuro a ir a la cocina por un cuchillo que pueda utilizar como arma.   Aunque dudo que sirva de mucho, si ellos tienen pistolas estoy jodida.  Me quedo en la cocina detrás del mueble. Unos segundos más y escucho como la puerta se derrumba. 

—¡Sé que estas aquí, maldita perra!—Una voz masculina resuena por toda la casa. 

Joder. La reconozco. Es el hombre que quiso pegarle a su hijo en medio de la calle.  

—No me he olvidado de lo que hiciste. Una mujer, mandándome—escucho como escupe, maldito idiota—Vine a enseñarte a tratar a un hombre de verdad 

¿Hombre de verdad?

Díganme donde esta que no lo veo. 

Espero pacientemente hasta que escucho unos pasos entrar a la cocina.  Veo sus zapatos, necesito ser precisa.  Cuando está lo suficientemente cerca salto sobre él y le clavo el cuchillo en el hombro derecho. Escucho su grito de dolor, un manotazo me envía directamente al suelo. Un hilillo de sangre me adorna el rostro, que sale de mi labio. Sin perder tiempo me levanto y corro a la sala donde varios disparos me siguieron. 

Maldición, piensa rápido... piensa rápido. 

Veo mi celular en la mesa del comedor, sin pensarlo lo tomo y lo coloco en u bolsillo detrás de mis pantalones cortos. No tengo ese tiempo. Escucho otro disparo, esta vez muy cerca. 

Demasiado. 

Giro lentamente para ver aquel ser tan despreciable.  Lo veo con su dormida burlona como si fuera el dueño del mundo. Me dan ganas de vomitar de nada más verlo. 

—Así me gusta. Te tengo como quería. 

Sus asquerosa lengua sale de su boca para relamerse los labios. Giro mi rostro haciendo una mueca de disgusto. Con su pistola apuntándome se acerca lentamente. Cuando está cerca de mi, alza su otra mano y acaricia mi mejilla. Lo miro deseando matarlo en el momento. Pero aún no. Debo esperar. 

—Alguien tiene que enseñarte a tratar a un hombre, y estas de serte que quiera ser yo. —Dice. 

¿Suerte?

Suerte es sacarse la lotería. Esto es el infierno. 

—Deja de tocarme—Espeto con furia. 

Llevo una misma izquierda lentamente a mi bolsillo. Saco un poco mi celular y a ciegas marco la última llamada que realice. Si mi memoria no me falla ese sería Ian. 

—No te preocupes... Estarás gritando que te siga tocando en unos minutos

Suelto una risa burlona.

—Aunque me pagarán millones de dólares jamás  gritaría por alguien como tú. Eres el ser más asqueroso que he visto, y te mereces que te vayas al infierno. 

Black and WhiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora