Capitulo 14 “Lo siento”
En unas horas me dieron de alta en el hospital. A pesar de volverme a negar Ian no me dejo escaparme y tuve que ir con ellos al apartamento del detective. En todo el camino no pude dejar de pensar en los contratiempos que esto me traerá. Primero no podré salir como "Ángel Negro" a menos que diga que de noche doy actos de magia en el centro.
Segundo, no quiero verle el rostro todos los días al detective que me quiere tras las rejas. La tercera pero no menos importante; mi libertad. Soy una persona que no puede estar encerrada y con estos dos es lo que estaré. Encerrada y negándome a vivir como siempre lo he hecho.
Sólo espero a los días me dejen ir a vivir en mi pequeña y ahora arruinada casa. Maldito idiota con olor a mono. Tuvo que ir a joder en mi casa.
—Ésta será tu habitación—Ian abre una puerta dejándome ver una hermosa habitación literalmente es del tamaño de mi sala/cocina y parte del baño
—No era necesario una habitación puedo dormir en el sofá. Sólo serán unos días—Replico. A pesar, que en el fondo pensaba que sería lindo tener una habitación para mi sola
—Ni hablar. Esta será tu habitación así que ponte cómoda, voy a preparar algo de comer
Ian se despide con un beso en mi frente. Se marcha dejándome sola en esta habitación tan grande. Suspiro. ¿Qué hago ahora? Decido dejar mi bulto con mis pocas pertenencias sobre la cama y sentarme. El suave colchón se hunde con mi peso... Sonrió.
Es tan suave, decido acostarme, siento que floto. Como si estuviera en el cielo flotando mirando el blanco techo me imagino otro mundo. Donde sólo hay sonrisas y alegrías. Sin embargo, la realidad no es esa. Suspiro, me levanto utilizando mi brazo izquierdo, tengo el hombro derecho vendado y no lo puedo mover hasta que la herida cicatrice. Salgo de la habitación y camino por los alrededores.
El apartamento del detective es simple. Aún así es más grande que mi antigua casa pero aún así es simple. Una sala con un televisor plasma de unos cincuenta pulgadas, y dos sillones. Por lo que he visto tiene dos habitaciones y un baño. Cruzo la sala y me encuentro a Ian en la cocina y al detective sentado en una pequeña mesa con varios papeles esparcidos sobre esta.
Ambos se percatan de mi presencia y voltean a verme. Ian me regala una sonrisa y el detective una mueca disgustada. Al parecer mi estadía aquí no es muy agraciada.
—Estoy haciendo la comida—Ian me sonríe y me indica con la mirada que me siente
A regañadientes le hago caso. Jalo una silla y me siento quedo frente al detective inepto y su molesta mirada. Lo ignoro olímpicamente y bajo mi mirada a los papeles que están frente a mí. La mayoría es de casos que no reconozco, pero uno tiene información acerca el caso del orfanato.
—Eli traje tu libro y tus papeles para que puedas continuar con tu examen
—Gracias—Murmuro
Continúo viendo los papeles frente a mí. Veo una foto pero está algo borrosa y no puedo identificar que sale en ella.
Demonios.
—¿Es un nuevo caso?—Pregunto, mirando al detective con inocencia.
—Si—Responde de manera fría.
Tch. Idiota.
—¿De qué trata?
—No creo que deberías pensar en eso, deberías estar pensando en recuperarte
—Para así poder devolverme a mí casa ¿cierto?—El detective clava su mirada en mí. Sonrió de manera arrogante.—Si estoy sana no tengo que quedarme aquí, por ende no tengo que molestarte con mi presencia, ¿eso es lo que pensabas? Pues mira detective de pacotilla puedo irme ahora mismo si tanto te molesto no necesito de tu estúpida caridad y de aguantar su arrogante personalidad que sólo hace que quiera golpearte.
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Black and White
ActionMi nombre es Elizabeth, solo Elizabeth. No tengo apellidos pues no tengo padres que me dieran uno. Desde que tengo memoria mi vida para mí es un campo de batalla. Solo los más fuertes y los más inteligentes sobreviven. Para una niña de 12 años sob...