Capitulo 2: Primer Golpe
Al despertarme ya Ian no estaba a mi lado. Restregándome los ojos como una niña de cinco años me levanto para caminar hasta la cocina. Me encontré con una nota de Ian.
Estoy en la estación haciendo mi trabajo comunitario, cuando te levantes calienta comida-Ian
Sonrío. A veces se comporta como un padre, incluso a veces como una madre. Miro la comida encima de la estufa. No tengo hambre pero más tarde me la comeré. De pronto realizando que no he ido a hacer mis necesidades naturales corro al baño.
Ya duchada, mis dientes lavados, y con mis típicos vaqueros, y una camisa con mangas cortas negras y unos converse igualmente negros salgo para la estación de policías. Decido ir a buscar a Ian, además que podríamos ir a la biblioteca, necesito una información. Al salir, los gritos invaden la calle.
Algo típico en este barrio, si no están gritando están tiroteando. Algo sumamente normal. Pero estos gritos son más agudos, como de niños por lo que mi curiosidad me gana y me acerco a ver qué sucede.
—¡Eres una basura! ¿Por qué no te vas a traerme dinero?—Escucho como un hombre le grita a un niño. El hombre lo tiene agarrado del brazo, se nota que lo está lastimando por la cara desfigurada del niño a causa del dolor. Me acerco con paso decidido a donde ellos.
—¿Qué sucede aquí?—Pregunto con autoridad. No me creo la heroína del barrio pero no puedo ver como maltratan a un niño enfrente de mí y quedarme de brazos cruzados.
—No te interesa, ahora vete que estoy hablando con mi hijo—Respondió bruscamente el hombre.
Deja de verme para ver al niño, este comienza a llorar y el padre al ver esto se enoja más. Veo como levanta la mano dispuesto a pegarle, pero como sucede a veces mi cuerpo actúa solo y antes que le pegara al niño tomo el brazo del padre y lo tuerzo llevándolo a su espalda, por ende suelta al niño y suelta un gruñido de dolor.
—Si veo que vuelve a levantarle la mano a su hijo o a cualquier otro niño la pasará muy mal, esta vez se la dejaré pasar pero no volverá a suceder… ¿Entendido?—Digo, lentamente pero con autoridad en mi voz para que él entienda.
Asiente.
Lo dejo ir, el hombre acaricia su brazo y se marcha. Me acerco al niño que está sentado en el suelo llorando. Acaricio su cabello como Ian hacía conmigo eso me tranquilizaba.
—No llores hombrecito, el no volverá a lastimarte. Y si lo hace ve a donde mí que yo lo pondré en su lugar—Le digo. El niño asiente mientras se limpia las lágrimas.
—Gra…gracias—Balbucea a causa de los hipos ocasionados por las lagrimas
—No agradezcas, anda ve a tu casa con tu mami ella estará preocupada
El niño se levanta y se marcha. Me levanto del suelo y sigo mi camino hacia la estación de policías.
****
Luego de terminar el trabajo comunitario por hoy, Ian y yo fuimos hasta la biblioteca. Le conté sobre el niño y el solo me dijo…
“Estoy orgulloso de ti”
Siempre que hago algo como lo de hoy me dice eso. Y aunque no lo admita me gusta que me lo diga. Me gusta sentirme querida a veces, tanto odio a mí alrededor y tantos abandonos, y con ese cariño que Ian me tiene puedo seguir luchando. Al llegar a la biblioteca nos sentamos en una de las computadoras para buscar información del empresario que recién llegó de Alemania. Abelard Kurtz es la victima de esta noche, un empresario exitoso que busca negocios aquí en New York. Lo que si he podido investigar es que una de sus empresas tiene una cuenta fantasma que casualmente contiene varios millones.
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Black and White
AcciónMi nombre es Elizabeth, solo Elizabeth. No tengo apellidos pues no tengo padres que me dieran uno. Desde que tengo memoria mi vida para mí es un campo de batalla. Solo los más fuertes y los más inteligentes sobreviven. Para una niña de 12 años sob...