BROOKLYN.

Capitulo 6.

JONAS.

Aprieto el celular con fuerza entre mi mano y bajo corriendo las escaleras para encontrármela en la cocina. Tiro el móvil sobre la mesa haciendo que resuene sobre la madera y que ella se gire de un salto.

─ ¿Qué coño, Alisson? —alzo la voz—, ¿qué haces hablando con él?

— ¿Por qué revisas mis cosas? ¡No es de tu incumbencia!

─ ¿No lo es? ─frunzo mis labios soltando un bufido sarcástico. ¿Cómo puede llegar a ser tan estúpida? ─. ¿No te das cuenta lo que él significa en tu vida? ¿En la de tu hijo? —alzo las manos y suelto un suspiro tratando de calmarme—. ¿Puedes por una maldita vez poner a Seth en primer lugar?

─ ¡No puedes decirme eso! ¡Claro que lo pongo en primer lugar! —me mira con los ojos vidriosos.

Ella siempre termina llorando en una discusión, pero esto no puedo dejarlo pasar. Cuando se trata de Seth no me importa nada más que su bienestar y que ella vuelva a hablar con ese hijo de puta como si nada hubiera pasado me da mucha rabia. Solo me pregunto cómo no puede odiarlo y quererlo bien lejos después de todo lo que le hizo a ella y a su hijo.

— ¡No me jodas, tú nunca pones a Seth de los primeros! ¿O acaso ya te olvidaste de lo que pasó?

— ¡No Jonas, no lo hago! —su voz se rompe al final—, porque siempre me lo recuerdas una y otra vez.

— ¡Si no hicieras cosas como estas no debería repetírtelo! —Golpeo la mesa con mi puño—. Si vuelves a verlo y algo le pasa a Seth...

─ ¿Qué harás? ¿Me lo quitarás? ─arruga su ceño interrumpiéndome─. ¡Es mi hijo, no el tuyo! ¡Tú no eres su padre!

─ ¡Pues he sido toda su vida como uno! ─mi rostro arde de la cólera y mi corazón late cada vez más fuerte en mi pecho─. ¡He sido una mejor referencia paternal de la que tú nunca podrás ser!

— ¡Vete a la mierda, Jonas! —se limpia las lágrimas.

—Enséñame cómo llegar —espeto y camino rápidamente hacia la salida.

Cierro la puerta de entrada con fuerza y me alejo de la casa a grandes pasos. Llego a la pequeña plaza donde traigo a Seth a jugar y me siento bruscamente sobre uno de los viejos bancos. La noche está fresca, justo para calmar el calor que me ha dado después de la discusión con Alisson. Aún estoy un poco agitado y es que no paro de pensar en los mensajes que vi, todavía no puedo entender cómo puede hablar con él.

Algunos focos alumbran las sombras que dejan los árboles dejándome ver algunas personas a lo lejos, que en unos segundos se difuminan de mi vista. Escucho unas voces hacerse más clara a medida que unas personas se acercan.

─No le aguantaré eso de nuevo ¿escuchaste? —la voz me parece familiar así que giro mi cabeza hacia la calle a mis espaldas encontrándome con Snake y un chico de tez negra—. Me importa una mierda que sea tu primo, le romperé los huesos si vuelve a acercarse así cuando este con Draco.

─Lo siento, Snake. No volverá a pasar...─prontamente se calla al verme mirándolos. ─ ¡Ey tú! ¿Qué haces escuchando conversaciones ajenas?

En unos pocos segundos lo que tengo frente a mí agarrando mi camisa. Me toma un tiempo reaccionar hasta que empujo su mano para que me suelte.

─ ¿Qué te pasa? No estaba escuchando nada ─me quejo parándome de la banca.

─ ¿Jonas? ─habla Snake al llegar a nuestro lado. Sus ojos se ven oscuros por la poca luz haciéndolo ver más intimidante.