«Nadie puede herirte si tú no se lo permites.»
#3 en gay. (26-01-19)
#1 en boyxboy (28-02-19)
#3 en amor (03-03-19)
#2 en chicomalo (30-04-21)
Portada realizada por @victoriavarquero de la @Editorial_Silver
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KYLE.
Me bajo de mi moto sacándome el casco, achinando los ojos por el sol que llega a mis ojos. Paso mis ojos rápidamente por la gran estructura frente a mí. De hace mucho tiempo no venía a esta casa, incluso parece más grande de lo que yo recuerdo. Busco el timbre y aprieto el botón unas tres veces hasta que escucho su voz por el citófono.
— ¿Kyle? —sé que me está mirando por alguna de sus múltiples cámaras.
─Ábreme.
Un sonido molesto se escabulle en mis oídos y la reja se abre dejándome entrar con mi moto. Las flores del jardín están marchitas por el frío que hace y la gran fuente de agua está igual que como la recuerdo. Me bajo de la moto ante la mirada intensa de Bruce observando mis movimiento. Camino hacia él y me dedica una de sus falsas sonrisas. Odio su maldita actitud pasiva-agresiva.
Él sabe perfectamente porque estoy aquí.
—Que sorpresa más grata —envuelve sus brazos por mis hombros, pero me aparto en unos segundos—. Pasa y siéntate.
Me adentro al lugar y camino por el gran pasillo hacia la sala de estar. Me fijo en los nuevos muebles y adornos que tiene, antes tenía un gran sillón de cuero negro y lo ha reemplazado por uno de color rojo con una alfombra a juego. Las figuras de oro y plata adornan las mesas de mármol que hay por todas partes.
Dejo caer mi cuerpo sobre una silla y fijo mis ojos en la mujer que viene hacia mí. Tiene una falda que queda justo por debajo de su trasero, y una blusa que ciñe sus pechos.
─ ¿Puedo ofrecerte algo? ¿Un café?
─No, gracias ─digo y ella se retira.
Bruce se sienta en el berger frente a mí, cruzando su pierna derecha sobre la izquierda, echando su cuerpo hacia atrás como esperando por lo que tengo que decirle.
No puedo evitar ver la fotografía colgada en una esquina, ni siquiera sé porque aun la conserva después de todos estos años. Ni siquiera sé cómo la consiguió.
─Eras un niño muy lindo, Kyle ─dice dándose cuenta donde estoy mirando.
─Tú nunca conociste a ese niño ─digo con rabia en mis palabras─, deberías dejar de ser patético y quitar esa foto de ahí.
─Tú no sabes nada...
Si él fuera capaz de saber que la sonrisa de ese niño en la fotografía es tan falsa como el cariño que dice tenerme no la tendría allí, si supiera que tuvieron que maquillarme un moretón en la barbilla para que no saliera en el anuario del colegio no estaría tan feliz de tenerla. Bruce no sabe nada sobre mí ni todo lo que he tenido que pasar por su culpa y la de mi madre.
