Sobre hielo [Raura]

D I E C I N U E V E

No recuerdo haber estado tan ansioso de que pronto se acabarán las vacaciones de navidad; al día siguiente estaría viendo a Laura otra vez. Sin embargo, me extrañaba un poco que nunca me haya contestado llamadas o mensajes. ¿Será que en Florida no había señal? Lo sé, estúpido pero esa era la única razón por la que me estaba ignorando...¿cierto?

¿Habra odiado que le haya besado? No creo; ella respondió a eso. ¡Demonios, no pararon de besarse hasta que ella le dijo que ya tenía que entrar a su casa!

Agarro mi teléfono y abro la conversación que tenía con ella. Todos indican que ya se habían enviado, pero no leído. Un punto verde llama mi atención. Está conectada.

-¿Hermosa, estás ahí?

El puntito verde se desvanece.

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–Ni se te ocurra, Lau –me dice Raini, cuando considero abrir la conversación. Esta leyendo una revista mientras yo debato si debería responderle. Apago mi teléfono.

–Recuerdame otra vez por que no –suspiró harta, y no se si el torbellino dentro mi es por no saber que esta pensando Ross en este momento o por que la fila para abordar el avión no se apresura. Mis pies empiezan a doler.

–Número uno, es tu pareja de patinaje. ¿recuerdas lo que pasó con Courtney?

–Courtney nunca estuvo en una relación con Ross

–Pero tuvo algo con él, Laura. Además, ¿Cuándo te pregunto ser su novia? Hasta lo que me contaste solo fueron unos besos con él. Courtney seguro también vivió esa "asombrosa experiencia"

Avanzaron dos pasos

–¿Tu crees? –pregunte mordiendome los labios nerviosa.

Raini asintió y dió un gran suspiro –Y no solo eso, Lau–Mi hermano va en la misma preparatoria con él, y dice que siempre esta con alguien.

–¡Rico ni siquiera esta en el mismo salón que él! ¿Cómo es que lo sabe?

–Lau, es suficiente con escuchar "¡Lynch y Mayers, se les recuerda que no pueden besuquearse en las instalaciones del instituto! –Exclamo Rico, quien estaba justo detrás de nosotras – Además, Tyron esta de testigo, ¿No es así, hermano? –preguntó a su mejor amigo, que también había venido con nosotros.

–Es verdad –repuso el otro niño–Escucho su apellido al menos tres veces al día, y eso es corto.

Mis ojos se pusieron pesados. Voltee a ver a Raini y su rostro cambió a uno de compasión el minuto en el que me vio.

–Estoy siendo muy exagerada, ¿No es así? –pregunte tratando de aparentar que me reía de mi misma, sin embargo sentía como la frecuencia entre lágrima y lágrima incrementaba.

–No lo estás siendo Lau –Dijo abrazadome– un idiota como él no se merece a alguien como tú.

Imaginando que Ross se besaba con otra chica dolía, pero más bien la presión que sentía en mi pecho era el dolor de haber regalado mi primer beso a un mujeriego.

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El timbre anunciando el termino del día me despertó haciendo que saltara de mi silla. La noche anterior no había podido dormir bien, entre el jetlag, y lo de Ross, tuve la peor noche del mundo.

Atravieso las puertas de la escuela y me dirijo hasta el autobús que me llevará a casa. Tengo al menos dos horas para hacer la enorme cantidad de tarea que me dejaron, y camino rápido antes de que todos los asientos se llenen.

Sin embargo, justo a pocos metros unos brazos me rodean. Cuando estoy apunto de gritar, los labios de dicha persona empiezan a besar mi cuello, y no puedo evitar congelarme cuando susurra en mi oído.

Ross.