Nada existe

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[Narra JungKook]

Era divertido pensar que hacía unos segundos JiMin hubiera prohibido el sexo, y que ahora estuviera besándome tan abiertamente sobre la cama con sus manos provocándome a propósito.

Me hubiera gustado comenzar con la acción de quitar ropa, pero su celular sonó y nos quedamos paralizados mirando la mesita.

—Debe ser ChanYeol...

—¿ChanYeol? —mi tono fue entre de sorpresa e indignación.

—Vamos, no te pongas paranoico ahora —rodó los ojos.

—Déjalo esperando —fue lo único que dije antes de volver a jalarlo para besarlo, pero JiMin negó y estiró el brazo.

Yo lo miré ceñudo cuando tomó el teléfono y sin mirar la pantalla contestó.

—¿Bueno? —hizo una pequeña pausa y compuso un rostro de sorpresa. —¡Oh, NamJoon! —me miró y yo no dije nada, pero al saber lo que diría nuestro amigo sólo sonreí un poco y comencé a jugar con el cabello de JiMin que seguía sobre mí. —¿ChanYeol si les dijo? ¿Y entonces por qué...? —se calló cuando NamJoon pareció interrumpirle preocupado y abrió los ojos impactado, mirándome unos segundos. Fingí no reparar en ese hecho y mi pulgar jugó con el contorno de sus labios. Él apartó mi mano y miró hacia otro lado con gesto preocupado. —¿Saben dónde está? ¿Cuándo fue eso? Oh dios mío... —se alejó de mí y se sentó. Caprichoso, me senté también y comencé a besar su cuello, rodeando su torso con mis brazos y desabotonando suavemente su camisa, pero entonces JiMin me dio un manotazo y me miró molesto. —¡Basta, ya! —me quedé quieto en mi lugar mientras volvía a darme la espalda y hablaba con NamJoon. —¿ChanYeol ya se fue? Quizás él sabe... oh, demonios. De acuerdo, llegaremos mañana, yo te llamo si me entero de cualquier cosa.

Me volví para encender el radio-despertador para oír algo de música y me acosté en la cama mirando al techo. Sin duda JiMin estaba sorprendido de que aún no le cuestionara que había ocurrido, porqué dejó el teléfono donde estaba antes y me miró, pero yo fingí no reparar en ése hecho tampoco.

—Perdón por gritarte —dijo. —Es que Nam acaba de decirme que...

—Sí, ya. Olvídalo.

Pareció exasperado, aunque no sabía que yo sólo fingía estar dolido. Regresó a su lugar en la cama, a mi lado y acarició mi mejilla, pero yo giré mi rostro con brusquedad, apartándolo de su tacto.

—Kookie —se quejó con voz decepcionada. Yo le di la espalda para ocultar mi sonrisa y pronto lo sentí abrazándome desde atrás. —Ya, lo siento. Es que...

—No voy a escucharte —le aseguré. —Primero prohíbes el sexo y después me gritas. No voy a tolerar que me sigas tratando así.

—De acuerdo, des-prohíbo el sexo o como se diga —se exasperó. —Pero necesito que...

—Sí, dime Minnie —le dije mirándolo y rodeando su cuello con mis brazos, con una gran sonrisa en mis labios.

Él se desconcertó, pero afortunadamente estaba tan inquieto sobre lo que NamJoon le había hablado que no reparó en el hecho de que mi perfecta actuación había logrado su cometido.

—NamJoon me habló para decirme algo que no sé cómo te tomes —me miró curioso y luego dijo. —: No encuentran a Ji Eun por ningún lado, desapareció hace una hora.

—¿Sí? Genial.

Y acerqué mi rostro al suyo para besarlo, decidido a retomar lo que habíamos dejado, pero desde un principio supuse que no me dejaría. Casi al instante me alejó de él con rostro entre indignado e impactado.

Nuevos Latidos || JiKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora