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Al cabo de unos días, me dirijo hacia el rodaje de la película nueva que estoy grabando. Es una especie de comedia romántica que no tiene que ver nada conmigo pero se le llama actuar y ganar dinero. Saludo al director y el hace una señal con los dedos para que vaya a donde esta él.

- ¿Qué tal Connor? –dice con una sonrisa de oreja a oreja mientras me choca la mano.

- Unos días tensos, ¿tú que tal? –contesto amablemente.

- También tenso, no he encontrado a nadie que quiera hacer el papel secundario de Lisa, así que he obligado a mi sobrina a cambio de un dinero, esperemos que sepa actuar bien –suspira y ríe.

- Guay, voy a vestirme –asiente y me dirijo al camerino. Abro la puerta pero han puesto el pestillo. Genial. Intento forzarla pero sigue cerrada, doy golpes hasta que abren la puerta. Aparece una chica con cara de pocos amigos y me mira bastante mal, le desafío con la mirada y respondo inmediatamente –este es mi camerino, ¿te puedes ir gracias? –abre los ojos y sonríe. Mira la puerta y señala el número de la puerta.

- Mi nombre es Harper, encantada –dice intentando ser amable –lamentablemente no veo en ningún lugar que este camerino sea tuyo así que.

- Me da igual tu nombre, este camerino ha sido mío desde el primer día, y me estas molestando –sonríe y mis dientes chirrían de la rabia. Alguien chilla su nombre y ella levanta el brazo en señal de que ya se dirige al lugar.

- Mira, me voy porque me están llamando pero voy a seguir ocupando este camerino –sonríe amistosamente mientras pasa por mi lado rozándome con el codo. Entro en mi camerino y está todo desordenado. Me dirijo rápidamente hacia el escenario donde ella se encuentra sentada comiéndose una bolsa de patatas esperando a que le toque actuar. Le doy un par de toques con mi dedo a su hombro y se gira despectivamente -¿ahora qué quieres? –dice quejándose.

- Recoge mi camerino, lo has dejado hecho un cuadro –se ríe –a mí no me hace gracia.

- Ahora es nuestro camerino, así que no lo voy a recoger hasta dentro de un rato –dice mientras come una patata tras otra -¿te molesta? –sonríe picara.

- No pienso compartir el camerino contigo, te doy hasta mañana para que lo recojas –advierto.

- Sigue soñando –dice levantándose de la silla y sacudiéndose los pantalones de migas de patatas.

Derrotado me voy al camerino a repasar un par de veces la escena del beso que tengo que darme con Ada, que por cierto es bastante guapa, me la puedo ligar. Sonrío al pensarlo. Repetimos la escena un par de veces ya que la pesada de Harper no quería mirar cómo nos besábamos Ada y yo porque le daba asco. Que infantil, pensé.

Una vez grabada la escena, Harper se lleva una bronca de su tío por montar el espectáculo mientras ella se queja de que está ahí para ayudar a su madre y se va indignada a coger su bolso. Entro en el camerino a coger también mis cosas e irme pero alguien interrumpe el silencio.

-Ni se te ocurra hablarme en estos momentos –dice indignada cogiendo su bolso y guardándose las cosas.

-Tampoco tenía pensado hacerlo –si las miradas matasen creo que ya estaría muerto.

-Menos mal –suspira y se va dando un portazo. Cojo mi coche y me paro en el servicio de coches de comida basura y me pido un par de hamburguesas. La camarera se percata de quien soy y le firmo una servilleta mientras ella me observa con los ojos muy abiertos. Mientras estoy en la carretera pasa un coche a alta velocidad y se sitúa al lado de mi coche esperando a que el semáforo se ponga en verde. Un señor con el pelo gris y un poco descuidado me hace una señal de que baje la ventanilla.

-Ya he visto que has salvado la vida a tu hermano –dice riéndose.

-¿Quién eres? –le digo un poco enfadado.

-Tú le has salvado la vida a una persona que jodió la mía así que ahora te toca a ti, actorcito –dice mientras saca una pistola y me apunta. Cierro la ventana rápidamente y empiezo a correr con el coche a toda prisa intentando que ese estúpido no me alcance. Mi ira hace que me ponga muy alterado. Cierro los puños fuertes en el volante intentando no hacer una locura. Miro por el retrovisor y no veo ningún coche detrás de mí, suspiro. Voy a mi casa rápidamente, y llamo a Ryan.

-Dime hermano –dice con un tono divertido.

-Por tu maldita culpa casi me matan –chillo.

-¿Qué dices? ¿Quién ha sido? –empiezo a escuchar su tono un poco nervioso.

-Ha sido un hombre de pelo gris y coche rojo... pero eso no es lo importante –resoplo –puedes decirme que debes como para que quieran matarme, un día pueden ir a por mamá –chillo.

-No estará vivo antes de eso, te lo aseguro –dice mientras me cuelga al instante.

Sin saber por quéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora