Sin saber por qué

3.

HARPER

Estoy durmiendo cuando de repente suena el teléfono marcando una llamada, Tío Charlie, decido no cogerle el teléfono ya que es muy pesado. Cambio de canal para ver mi programa favorito de veterinario. Vuelve a sonar el móvil, que horror.

-          ¿Qué quieres? –digo con un tono de no me llames más.

-          Hola a ti también Harper, tenemos una reunión de aquí una hora, por favor no faltes, es importante.

-          Solo iré si me subes el sueldo –replico.

-          Ven, y lo hablamos. Hasta ahora –se despide colgando el teléfono.

Me visto con mucha pereza y cojo mi bicicleta, y si, no tengo aun el carnet de conducir y me toca ir en bici a todos los lados. Llego al recinto del rodaje y dejo la bicicleta al lado de la puerta. Entro a la sala donde se está realizando la reunión y saludo tímidamente. Me siento en la única silla libre que hay, a mi pesar, al lado de Connor.

-          Podrías haberte peinado –dice Connor susurrando, le miro mal y le pego una patada por debajo de la mesa.

-          Que gracioso, pero he venido en bicicleta –le contesto cortante y sonríe falsamente mientras mi tío habla sobre un problema que ha habido esta mañana.

-          La chica que protagonizaba Ada ha tenido un accidente –todas las personas de la sala abren los ojos como platos –la única solución es volver a empezar a grabar la obra, pero con otra actriz, nos llevara dos meses más de lo que teníamos previsto –los trabajadores empiezan a quejarse –lo sé, a mí tampoco me ha hecho gracia, pero los sueldos serán incrementados –la gente acepta con pena mientras un par levanta la mano.

-          ¿Quién hará el papel de Ada? –pregunta un cámara.

-          No os preocupéis, de eso me ocupo yo, reunión finalizada, nos vemos mañana –sonríe falsamente y todos se levantan de sus asientos y se van a casa. Mi tío me hace una señal para que me acerque –sé que no te va a gustar pero necesito que hagas de Ada.

-          Va a ser que no –rechisto.

-          Por favor no tenemos a nadie más y tú harías bien el papel.

-          En primer lugar no me quiero besar con Connor, en segundo lugar pagas muy poco y por esa razón tengo un segundo trabajo, el cual tendría que dejar porque hacer de protagonista ocupa mucho tiempo y tengo que ayudarle a mamá a pagar las facturas, ¿necesitas más razones? –respondo borde.

-          Te subiré el sueldo pero por favor te necesito –frunzo el ceño.

-          ¿Mi sueldo va a ser suficiente como para no tener el segundo trabajo? –asiente con cara de necesidad –trato hecho –sonrío falsamente y me voy de la sala. Miro el móvil cuando de golpe me choco con una persona muy alta que estaba apoyada al lado de la puerta. Connor, otra vez -¿eres tan cotilla que estabas escuchando? –asiente –pues no es de tu incumbencia –digo enfadada.

-          No lo he podido evitar –contrataca –ósea que vas a ser tu quien voy a tener que besar, ¡qué asco! – dice con un tono divertido.

-          A mí tampoco me hace gracia, mira, puedo ponerte una bolsa en la cabeza y al menos ni te toco los labios ni te veo la cara –reprocho.

-          Al menos hazle dos agujeros en donde vaya a ir la nariz que  no me quiero ahogar.

-          Igual si te ahogas nos haces un favor a todas –sonrío.

-          Le gusto a todas las chicas, así que eso de que se alegrarían todas no lo veo muy probable –me río a carcajadas, idiota –igual te gustan las mujeres y no lo sabes –dice con un tono vacilón.

-          ¡Viva el ego! pero para tu información me gustan los chicos, lo que pasa que tú no has evolucionado y te has quedado en el mono así que no cuentas.

-          Sé que soy muy mono pero que me lo digas tan directa no me lo esperaba –guiña el ojo mientras aprieta el botón de su llavero que abre el coche. Cojo mi bicicleta y escucho una carcajada detrás de mí -¿vas con esa basura de bicicleta a trabajar? –sigue riendo- va sube que te llevo.

-          Antes de subirme en tu coche voy en bicicleta con una rueda Brown –le saco el dedo del medio y me voy hacia mi casa rezando que no empezara a llover.

Entro en casa y saludo a mamá, veo que está preparando unas empanadas que por cierto son mis favoritas.

-          ¿Qué tal el día? –pregunta mientras saca rellena las empanadas de queso.

-          Bien, bueno, tengo que hacer el papel de protagonista ya que la chica que hacia el papel ha tenido un accidente –abre los ojos como platos.

-          -¡ES INCREIBLE! Vas a salir en la gran pantalla –me abraza –estoy muy orgullosa de ti.

-          Gracias mamá, aunque tengo que besarme con el actor Connor Brown, y no quiero –rechisto.

-          ¿Qué? –su rostro parece preocupado – ¿con Connor Brown? –no me gusta mucho. Se rumorea que su familia es problemática.

-          Bueno, es solo un papel, es muy pesado, ojala acabar ya la película y no verle más –digo soplando.

-          No te juntes mucho con él ¿vale? –dice mamá aun preocupada.

Me voy a mi habitación mientras me repaso el guion del nuevo personaje. Escucho como mamá no para de dar pasos por toda la casa así que decido salir a ver qué pasa. Veo como rebusca en los cajones hasta que encuentra una libreta donde apunta todos los números de teléfono. Me acerco para preguntarle qué le pasa y veo que cierra la libreta rápido.

-          ¿Qué necesitas? –dice un poco nerviosa.

-          Nada, estaba escuchando mucho ruido y quería ver que estaba pasando.

-          No te preocupes, estaba buscando el número de una vieja amistad.