Capitulo 5: Primer beso.

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—Dabi... ¿Dabi ocurré algo? ¡Dabi!— Escuchaba decir pero simplemente no pude reaccionar, era como si mi sueño hubiese sido verdad pero no podia...era solo un simple sueño, solo eso.

—¡Dabi!.— Me tomó con sus manos las mejillas obligándome a verle, estaba preocupado aunque su rostro estuviera serio sus ojos lo delataban. Me separé un poco pues la cercania de el me habia puesto nervioso.

—Es-estoy bien... Fue un mal sueño, eso es todo.— Mentí, no estaba bien, para nada bien. El sueño o mejor dicho pesadilla ne había dejado con muchas dudas, no había un motivo por el cual yo debia tener ese tipo de pesadillas, o tal vez solo era que las palabras de Shigaraki de hace unos momentos atrás me dejaran pensando, "Pensamos que estabas muerto", si, eso debe ser.

—Como sea, estas sudando y tu piel esta pálida, ¿Seguro estas bien? ¿No quieres darte un baño? Por la ropa no te preocupes, puedo prestarte un poco si quieres.—

Sigo sin poder creer que este sea Shigaraki, no puedo. Asentí y me puse de pie sin decir nada, solo le miré para que me indicara donde estaba su baño e inmediatamente dirigirme hasta ahi, abrir la ouerta, entrar y cerrar con seguro para que nadie pueda entrar aunque seguramente Shigaraki no sea de ese tipo de personas que espían al chico que le gusta mientras este se da un baño, aun asi quería estar solo.
Dejé reposar mis brazos sobre el lavabo mientras trataba de respirar lento y pausado para tranquilizarme y automáticamente levanté la mirada para ver mi reflejo en el espejo, era cierto lo que me dijo Shigaraki, estaba pálido ademas de sudoroso, solté un pesado suspiro y comencé a desvestirme, doblé mi ropa y la dejé en el estante que ahí se econtraba, después sol vi las vendas, me daba escalofrío quitarlas pero era necesario, no tuve elección.

.  .  .

Ya tiempo después salí de la tina con mucho cuidado, pues no quería que me pasara como las personas de aquellas películas de terror en las que se resbalan y caen golpeándose en la nuca y muriendo instantáneamente para después andar asustando y molestar a los que viven en esa casa, algo muy usado pero igual me daba gracia y miedo a la vez, es que de pensarlo era algo ran estúpido, tan estúpido como pensar en todo esto, des concentrarme, resbalar y caer, más idiota no puedo ser.

—¡Oye Dabi! ¿Todo bien? Escuché un golpe.— preguntó Shigaraki al otro lado de la puerta a la cual habia dado un par de golpes.

—¡Si!— Respondí mintiendo de nuevo. Me costaba ponerme en pie además de que mi espalda dolía, agh, al menos en las peliculas se mueren y no tienen que soportar este estúpido dolor.

—Bien... Si necesitas algo avisame.— Comentó y después se alejó, lo pude notar por el ruido de sus zapatos que cada vez se escuchaban menos, había salido de la habitación.

Me quedé recostado en el suelo, con la mirada fija en el techo, esperando a que el dolor se me pasara un poco para después poder levantarme. Tardé algunos minutos en recuperarme. Como pude me puse de pie, enrede la toalla a mi cintura para cubrir la herida que tenia por si Shigaraki regresara a la habitación, sali del baño.
En la cama habia ropa de Tomura, perfectamente doblada...vaya, para ser un villano mantiene todo en orden.
Busqué un poco entre sus cosas, siempre atento a que no regresara, tratando de encontrar algún botiquín o gasas para vendarme pero no encontré nada, bien no habrá más opción que quedarme sin vendar. Rápidamente me vestí y volví a recostarme en la cama, aun me dolía la espalda y lo que menos quería era caminar, mucho menos estar de pie y, tal parece que Shigaraki se dio cuenta de eso cuando entró a la habitación...

—¿Te duele algo? Pareces adolorido, bueno, el dolor se refleja en tu rostro.— ¿Tan visible soy?. Se acercó para sentarse a un lado mio, pero sin verme, solo me daba la espalda.

—Me duele la espalda...— Comenté sin mirarlo, al menos no notó la herida...¿Verdad?

—Te caiste...— Dijo como si fuera una madre que lo adivina todo con relación a su hijo.—¿Y esa herida? ¿Por que no me habías dicho? Podria haber traido gasas y vendas, tsk, que idiota, espera aqui.— Y sin darme opción de responder salió casi corriendo de la habitación, solo me quedé mirando la puerta al mismo tiempo que me enderezaba para quedar sentado a la orilla de la cama.
Minutos más tarde regresaba con una bolsa de plastico y un poco agitado con la respiración rápida, al parecer estuvo corriendo, un momento...¿Salió a comprar vendas y gasas para mi herida?

—Ven aqui.— Me ordenó prácticamente. —Te ayudaré a vendarte.—

—Puedo hacerlo sólo.— Respondí, mirándole fijamente a los ojos pero mi opinión fue algo que no le importó.

—Vamos, ven, seguro un idiota como tu no podria vendarse solo.— Me miraba con su estúpida sonrisa encantadora de idiotas y como yo soy idiota...bueno pues pudo contra mi.

Me puse de pie para caminar hacia el, me hacia señas para que me descubriera el abdomen, le obedecí y me quité la playera negra de manga larga y aunque no lo pareciera estaba avergonzado.
Limpió un poco mi herida después colocó unas cuantas gasas y se dispuso a enredar con la venda, segundos después terminó y me miró... ¡SU ROSTRO ESTA TAN CERCA DEL MIO! Siento que mis piernas tiemblan y podria caer, simplemente no soporté y bajé la mirada obviamente sonrojado, estaba actuando como una niña adolescente enamorada.

—Dabi...mirame.— Me ordenó, levanté la mirada lentamente y justo cuando estaba por llegar a verle a los ojos me besó.
Sus labios estaban sobre los mios y no solo eso, querian iniciar un beso aun mayor, aun seguia sorprendido por tal acción que solo podia mirarle, tenia los ojos cerrados y de esa forma podia admirar sus pestañas, no eran tan largas ni tan cortas, eran perfectas, sus manos rodeaban mi cintura haciendo que me acercara aun más a el, comencé a corresponder al beso, mi primer beso...
Pasé mis manos por sus brazos llegando asi hasta sus mejillas al mismo tiempo que cerraba mis ojos como si de esa forma pudiera disfrutar más de el. Sus labios, a pesar de estar secos ahora eran los más suaves del mundo. Ese beso me hacia sentir un montón de mariposas en mi estómago pero poco a poco fueron desapareciendo en cuanto el se separó por falta de aire, pero sin soltarme de la cintura. Me miró y volvió a sonreír.

—Estas sonrojado.—

—Idiota, no estoy sonrojado...estoy a punto de enfermarme...achu! ¿Ves?— Ya se que mi intento de estornudo fue un asco y que obviamente el mo creyó pero bueno...tenia que intentarlo.

—Si claro...—

•    •    •

Para la tarde me encontraba recostado en el sofá de la sala, Shigaraki habia tenido que salir al bar para reunirse con los demás, antes me habia comentado de como ocultar que yo me encontraba con el, en una relación, que debiamos ser discretos con eso... Mierda, solo me quedó aceptar con una sonrisa mientras pensaba que era un grandísimo estúpido, ¿Cómo iba a pensar que podriamos salir felices a la calle, tomados de la mano y viviendo felices para siempre? Somos villanos, no podemos salir por la calle como si nada...
En vez de undirme en mi tristesa decidí cerrar mis ojos para dormir un rato, el sueño se volvia apoderar de mi...igual que las pesadillas.

Nuevamente el sonido del beep estaba presente, otra vez no veia, no hablaba, no me movia, era un asco solo poder escuchar a lo lejos...

—¿No ha venido nadie a preguntar por el?—

—No, parece que lo han dejado a su suerte.—

—¿No pueden hacer algo más para que despierte? ¡Lo necesitamos vivo y despierto!—

—Ya le he dicho...todo a su tiempo...no se haga falsas esperanzas, no tiene las fuerzas suficientes para sobrevivir...—

Abrí mis ojos de golpe, otra vez esas estúpidas pesadillas, tal vez sean recuerdos de las noches que me pasé dormido en el hospital, tal vez el hombre que gritaba enfadado era un policia que quería interrogarme...tal vez por eso Shigaraki me sacó de ahí sin decir nada...eso debe tener sentido...

El Mejor Sueño De TodosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora