VI

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La segunda vez que nos vimos fue más intensa.

Me reconociste en la distancia y gritaste "chica del gorro". No me gire, aunque estuve a punto de hacerlo.

Te acercaste dando grandes zancadas.

Me cortaste el paso y me pusiste sobre tú hombro.

Yo grite y me callaste con un beso desesperado.

La gente nos miró y acabamos sonrojados.

Después del café. Cuando llegué a casa.

Mi móvil estaba sonando.

Atendí la llamada con tu nombre y lo único que dijiste antes de colgar fue.

Me gustas.

Error número 2: ser lo suficientemente tonta como para ilusionarme.

AnneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora