Llegué a casa mas tarde que de costumbre, el tráfico , el cansancio y las ganas de besarla me creaban un terrible dolor de cabeza.
Abrí la puerta y lo supe desde un principio. Las fotos ya no estaban y sólo reposaba un sobre blanco sobre el sofá.
La cabeza me dió vueltas y me dispuse a leer el único recuerdo que me quedaba de Anne, que parecía ser un fantasma.
Acabe de leer la carta.
Con los ojos húmedos y el corazón roto.
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Anne
RomanceAtrevete a vivir la historia. Entre té i cerveza. Gorros y skates. Sé, por un momento, ella.