Royals

Madre

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A sus casi siete años Estella nunca había probado el sufrimiento o la perdida, había crecido como la princesa mimada de un gran castillo, amada por sus padres y respetada por todos a su alrededor, Estella lo tenia todo y era feliz aunque no lo supiera, vivía en una burbuja de perfección que ingenuamente pensó que duraría para siempre, sin embargo el destino no podía ser tan bueno todo el tiempo y la desgracia llego a la vida de la joven princesa, todo comenzó una fría mañana cuando fue despertada por un escándalo proveniente de afuera de su alcoba, la niña se levanto emocionada pensando que sus padres por fin habían regresado de su viaje al reino de los elfos, apenas acomodándose la bata sobre la pijama y las pantuflas salio corriendo al salón principal,  pero lo que vio no fue la sonrisa de su padre ni la cara bonita de su madre esperándole, no, en su lugar se encontró a su abuela con una expresión que nunca le había visto antes, lucia asustada, sorprendida, dolida...

Y lo siguiente que supo fue que estaba vestida de negro junto a su abuela y muchos otros nobles de su reino y aliados, la tierra se tragaba los ataúdes que contenían los cuerpos de quienes fueron sus adorados padres, Estella quiso gritar, llorar , patalear y lanzarse sobre los féretros para alcanzar a sus padres a donde quiera que fueran, pero apenas dejo escapar los primeros sollozos su abuela se agacho a su altura y le susurro al oído con voz apagada y hueca

-ni se te ocurra llorar, Estella...las princesas mantienen la compostura aun en estas situaciones ¿entiendes?-

-...-

-¿te pregunte si entiendes, Estella?-

-si...si, abuela-

Respondió con los labios temblorosos y los ojos verdes cristalizados por lagrimas retenidas, Estella quería soltar un río de lagrimas, pero sabia que su abuela era estricta y tenia que hacer lo que dijera, fue lo ultimo que su madre le había pedido antes de salir

Apenas el funeral finalizo Estella no pudo soportar mas y salio huyendo de la vista de todos, especialmente de su abuela, corrió por todo el jardín y rasgo su elegante vestido negro con las espinas de las rosas que crecían junto al invernadero, cuando pensó que se encontraba por fin sola, la pequeña princesa se dejo caer en el pasto y sus lagrimas fluyeron por sus mejillas, grito de dolor y se abrazo a si misma en un vano intento de consolación, lloro por varios minutos hasta darse cuenta de que no se encontraba del todo sola...

Escucho una ramita crujir al ser pisada, sus llorosos ojos verdes se encontraron con la figura de un niño de mas o menos su edad, aunque vestía de forma sencilla lucia muy bonito, Estella se quedo cautivada ante tal visión, pero mas aun, los ojos azules de ese niño desconocido le recordaban enormemente a los de su padre y al recordarlo no pudo evitar seguir llorando, lejos de irse el niño se acerco a ella y la abrazo, dejando que la pequeña princesa desahogara su pena...

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Los ojos de Damien se abrieron de forma abrupta y tuvo que cerrarlos de inmediato al sentir el sol de la mañana calar sobre ellos, se sentó del suelo cubriendo su rostro con la mano y moviendo a Estella que se encontraba a su lado

-Estella...despierta-  

-ngh...mmm-

La chica se removió un poco y empezó a abrir los ojos lentamente, gruñendo al sentirla luz del sol que venia de la ventana, al igual que su prometido se sentó en el suelo y tallo sus ojos con somnolencia