Hope Evans, es amante del arte, la buena comida y un imán para los problemas, y a veces, quienes la rodean se ven envueltos en sus dilemas, como le sucedió a Santiago Miller, el cuñado de su hermana.
-¿Me vas ayudar? ¿Vas a fingir ser mi falso prom...
¿Cómo pasó todo esto? ¿Cómo deje que esta relación llegará tan lejos? A veces no me entiendo, sé que no amo al hombre que está delante de mí con un anillo de compromiso en sus manos, lo he sabido casi desde siempre, pero cada vez que pensaba dejarlo, algo malo le tenía que suceder.
A estas alturas no se cual de los dos tiene peor suerte, si Guillermo o yo.
Y es que Guillermo parece tener un imán para las catástrofes mezclado con una pésima suerte, terrible suerte diría yo. Hace unos meses pensaba dejarlo y su amado perro de la infancia, murió ¿Cómo podría dejarlo en ese momento? Así que decidí esperar y pasó el tiempo, ahora estoy de pie frente a él con una falsa sonrisa en mi rostro pensando como dejarlo.
—¿Quieres casarte conmigo? — me vuelve a preguntar.
No— quiero gritar. —No quiero casarme contigo.
Jamás debí estar con él en primer lugar, solo lo hice para tratar de olvidar a mi primer amor que me rompió el corazón al dejarme por otra. Olvidarme de Emmanuel fue una de las razones por las que acepté una beca y me vine a estudiar a España.
—Guillermo, querido y adorado Guillermo ¿No crees que vamos muy rápido?
—Llevamos juntos un año y medio.
¿Un año y medio? ¡Mierda! ¿Cómo pasó tan rápido el tiempo?
—Eso es muy rápido, y, además, hace mes y medio te dije que debíamos terminar ¿Lo recuerdas, Guillermo?
—Hope, dijiste que deberíamos tomarnos un tiempo, no es lo mismo que terminar.
Terminar con alguien es mucho más difícil de lo que parece.
—La verdad es que no puedo, lo siento. —le digo y se me rompe el corazón al ver su mirada triste.
Él no es una mala persona, no se merece esto y yo intento pensar una forma de salir de esta situación, algo que le diga que nuestro rompimiento es definitivo y de esa forma él no guarde esperanzas de regresar conmigo y empiece avanzar.
—Es que ya estoy comprometida.
Comprometida con la soltería porque por lo visto tengo mala suerte con los hombres.
¿En serio Hope? ¿Eso es lo mejor que se te pudo ocurrir?
—¿Qué dices? — él está muy asombrado, y yo comparto el sentimiento. —¿Con quién? ¿Me has estado engañando?
Niego con la cabeza.
—No, eso sucedió cuando tú y yo nos tomamos un tiempo. Lo siento mucho, soy una persona terrible. Pero ya no puedo seguir mintiendo y además me tengo que regresar a Canadá a casarme con él.
Sé que está mal mentir, pero conozco muy bien a Guillermo y si dejo, aunque sea una mínima posibilidad sobre nosotros, él hará lo imposible para volver y no quiero eso. Nosotros no tenemos futuro, nunca lo tuvimos y él pronto se dará cuenta de eso.
—¿Con quién? Creo que al menos merezco saber con quién te vas a casar.
Pienso y casi suelto el nombre de mi ex pero no soy tan estúpida.
¿Hay algún otro hombre en mi vida? Es triste darme cuenta que no, así que suelto el único nombre que podría hacer esta mentira medio creíble.
—Santiago Miller. —digo con una media sonrisa.
—¿El hermano del novio de tu hermana?
—Sí.
Sólo que él todavía no lo sabe.
—¿En serio esperas que me crea toda esta mentira? No estás comprometida y mucho menos con él.
Guillermo ¿Por qué tienes que complicar tanto esta situación?
Respiro hondo y tomo sus manos entre las mías.
—Estaba enamorada de él antes de venir aquí, pero jamás logramos llegar a nada y ahora las cosas solo sucedieron y no queremos perder mas tiempo del que ya hemos perdido. Lo siento.
Pero que buena mentira acabo de decir, incluso yo me creo eso. ¡Dios! ¿Desde cuando me volví tan buena mentirosa?, ojalá hubiera tenido este don cuando estaba en el colegio, me hubiera ahorrado muchos castigos.
Y por la mirada que me da Guillermo, noto que él también me cree.
—Espero que seas feliz, Hope. —me dice él con resignación mientras suelta mis manos.
—Yo también espero eso para ti, sé que encontrarás a alguien que vas a amar más que a mí. Con el tiempo te darás cuenta que de todas formas no teníamos futuro.
Él se guarda el anillo en el bolsillo y agacha la cabeza.
—Adiós, Hope Evans.
—Adiós, Guillermo.
Bien, al menos tengo un problema menos, porque, de todas formas ¿Qué tan malo es un falso compromiso si nadie se entera?
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