6: Jack y el Despertar

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 - Jack, ¡Oh cielos! ¡Jack! Abre los ojos, lindo papacito. - Se escuchó la característica voz de nada más ni nada menos que Johnny Bravo, quien había despertado a causa de los movimientos inquietos de su lindo papacito Jack, quien dormía junto a él a su lado, en la cama que ambos compartían.

El musculoso rubio podía observar como su lindo chico bonito, pataleaba y se movía erráticamente en la cama, respirando agitadamente, musitando cosas incoherentes. El rostro de su lindo chico estaba completamente pálido y su frente y cuerpo empapados por el sudor. El rubio no pudo más que intentar despertarlo, por eso le llamaba preocupado. Más aún, cuando el rubio había permanecido por extensos minutos intentando despertar a su agitado amado.

Y fue en ese súbito momento que Jack despertó, sintiéndose completamente exhausto, sintiendo su corazón golpear a una velocidad frenética, sin descanso. Jack se sentía asqueado, se sentía confundido, se sentía choqueado, se sentía completamente traumado ¿acaso todo lo que había vivido y cada una de las torturas, que Aku en su forma de Ikra le había causado, era un sueño? o ¿acaso el sentir que despertaba era parte del sueño?

Jack no lo sabía, Jack tenía miedo, Jack sentía angustia, desesperación, el samurái había sido tan cruelmente torturado de las formas más extremas, que ya no podía distinguir que era realidad o que era una mentira, el peso de las vejaciones a las que había sido sometido era demasiado grande, y pesaba intensamente, tanto en su mente como en su cuerpo. Jack estaba confundido, todo era oscuridad, podía escuchar la voz de Johnny, pero temió, temió que aquella voz, tan propia de su amado, fuera tan solo una mera ilusión, producto de la mente retorcida de su cruel captor.

No obstante, cuando escucho un clic indicando que se había encendido una luz en la habitación, pudo observar a su lado a Johnny, su amado Johnny, su rubio, pero Jack estaba consternado estaba destruido ¿realmente era ese Johnny? ¡NO! ¡NO! ¡NO PODÍA SER SU AMADO! Johnny había sido capturado por Aku, tenía que ser una mentira, aquello era un sueño, el samurái había quedado inconsciente después de que Aku le había forzado a su más cruenta tortura, tenía que estar soñando, porque el simple hecho de pensar que había despertado de un mal sueño, era demasiado hermoso para poder creerlo.

Y para Jack aquello no podía ser en absoluto cierto, todo era producto de Aku. Cuando Jack despertara, volvería a ser torturado por el demonio, volvería a sufrir las más terribles e inimaginables humillaciones, que solo la mente enfermiza de Aku podía crear, si es que acaso ese momento que ahora vivía, no era parte de una nueva tortura de Aku, en la que aquel Johnny, era tan solo una ilusión creada por ese oscuro ser.

Sin embargo, la voz de ese Johnny, era tan similar a la de su amado, que incluso sus hermosos ojos celestinos, sin gafas, mirándole con una preocupación que pareció calar y llegar hondo a su corazón destruido, parecían reales. Pero no, era un engaño. Jack lo sabía, sabía que aquello era una nueva tortura de Aku, porque simplemente era imposible que hubiera podido volver a reunirse con su amado, y cuando intentó hablar, decir algo, se dio cuenta que, de su voz, no salía palabra ni sonido alguno.

Pero era normal en él, después de todo había sido forzado a guardar silencio durante todas sus torturas o bien gritar hasta quedar afónico y ronco. Por eso, Jack solo gemía, gemía y chillaba como un sucio cerdo intentando hablar pero no podía, ¿qué le había hecho Aku? ¿Acaso Aku le había privado de la facultad de poder hablar?

Jack sentía su corazón hundirse en las más profunda miseria que podía experimentar su alma, estaba destruido, su cuerpo le dolía, y tenía numerosas cicatrices aunque apenas eran visibles, probablemente producto de los reparadores de Aku, que le habían curado, antes de despertar, pero ¿por qué?...

Dolor, Tristeza y SufrimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora