Amor Real

Capitulo 8

SEMANAS DESPUÉS

~AMELIA~

-Pero mira que eres majadera, ¿eh?

-Ya me siento bien, de verdad.

-Está bien, pero si sigues sintiendo malestar, no dudes en llamarme.

-Sí, gracias, doctor. –Despedí al doctor en la puerta de mi habitación dejando pasar a Casey.

El doctor se había preocupado tanto por mi, que había venido casi todos los días a revisar mi estado de salud.

-Pienso que deberías seguir descansando, Amelia...

-Ya dije que no, Casey. Llevo casi dos semanas en cama y ya se acabó. Tengo que seguir con mi trabajo.

-Tu salud es más importante que el trabajo ahora mismo.

-No seas pesado, Casey. Es mi vida y yo tomo mis decisiones. –Dije haciendo que frunciera el ceño antes de darle la espalda en busca de mi uniforme. –Y ahora te pido que salgas para poder cambiarme, por favor.

-Más cabezota y no naces ¿eh?

-Adiós, Casey. –Le respondí con intenciones de que dejara mi cuarto, pero no lo hizo. –Yo seré cabezota, ¡pero tú estás sordo!

-¡Porque me preocupo por ti!

-¡Pues no deberías! –Grité de vuelta. –No deberías preocuparte por mí cuando tienes a tu prometida a poca distancia de aquí en tu habitación...

-Y dale con mi prometida. ¿Cuántas veces tengo que decirte que no es a ella a quien quiero? ¡¿Por qué diablos no te queda claro?!

-¡Porque lo que dices es absurdo! –Dije enfadada de tener que discutir siempre lo mismo con él. –Tu deber es estar a su lado y olvidarte de mi, Casey. ¿Por qué no puedes aceptar tu futuro? Yo lo acepto... –Mis ojos se llenaron de lágrimas nublandome la vista. –Y si de verdad me quieres tanto como dices, olvídate de mí y céntrate en ella, por favor...

-¿Cómo puedes decirme eso?

-Uno de los dos tiene que ser realista. –Murmuré acercándome al marco de la ventana. –Olvida todo lo que hemos vivido juntos y verás como serás feliz y tendrás un futuro prometedor junto a Margareth. Es una muchacha alegre y hermosa que hará que vivas feliz el resto de tu vida. Te quiere, Casey, y merece que su amor sea correspondido...

~NARRADOR OMNISCIENTE~

-¿Es eso lo que quieres?
–Preguntó el chico sin creer lo que había escuchado por parte de su amiga.

-Sí... –Susurró ésta sin siquiera darle la cara. Llevaba prácticamente toda la conversación dándole la espalda para no tener que verlo a la cara, porque sabía que si lo hacía, no hubiera tenido el valor suficiente de decirle todo aquello.

-Pues muy bien, Amelia. A partir de ahora serás una doncella más, por lo que se acabaron los privilegios. Tienes una hora para salir de esta habitación. –Dicho ésto, el joven príncipe salió más que enfadado de la habitación dando un portazo sin llegar a imaginarse que la chica comenzaría a llorar a lágrima suelta sin dejar de tocar aquel collar que tanto significaba para ella.

Al otro lado del pasillo y dando un nuevo portazo asustando a su prometida, Casey entró a su habitación como alma que lleva al diablo.

-¿Cas? ¿Qué pasa?