Parte 19

1.1K 109 20
                                    

-Y entonces, ¿Qué pasó luego?-

-¿Eh?-

Hacía solo un par de horas que esos dos lindos gemelos heterocromáticos, peli escarlatas y de piel pálida, le habían preguntado "¿Cómo surgió el amor entre ustedes?"  Y él como buen padre que era debía saciar la curiosidad de sus retoños de una buena manera, aunque ahora que se detenía a pensar el final... ¿Los niños se traumatizarían si les contaba... eso?

-¿Entonces?- preguntó con voz adorable e impaciente el gemelo con el ojo izquierdo granate y el derecho escarlata

-Hace rato que te detuviste- Reclamó con los mofletes inflados el gemelo con el mismo color de ojos solo que a la inversa

-Ah, es que estaba acordándome del final- Sonrió con las mejillas rojas el pelirrojo mayor del lugar

-¿Y cuál es?- preguntaron al unísono los menores con ilusión en sus voces y felicidad en sus ojitos

-Bueno... el final es... es algo como...- ¡Oh no! Como lo terminaba sin arruinarles la inocencia, alguien que lo ayudara y como siempre su amado esposo aparecía para salvarle el pellejo de sus metidas de pata.

-Al final hicimos una pijamada muy animada y luego de jugar por un largo rato, su papá me dijo que me amaba y yo a él- el nuevo invitado tomó asiento al lado del adulto que ya se encontraba en la habitación

-¿Y luego?-

Volvieron a preguntar los menores mientras se subían a las piernas del más alto del lugar para abrazarse del cuello de su progenitor, mientras este los envolvía protectora mente, disfrutando de su último día con esos pequeños que tanto quería; antes de que sus padres llegaran y se los llevaran durante todas las vacaciones de invierno.

-Y luego pasó esto-

El recién llegado se acercó a esos labios que tantas veces a probado pero que nunca se aburriría de saborear. Fue un beso casto pero lo suficiente para provocar pequeños grititos emocionados en los dos observadores.

Hubieran seguido en su burbuja de no ser porque alguien entró a la habitación para avisar que era hora de irse a América. Con gran emoción, los pequeños simplemente depositaron un beso en la mejilla de sus padres y se acercaron alegres a la mujer de cabellos caoba y al hombre de hebras escarlata, quienes ya estaban en la puerta de salida esperando a sus lindos y adorables nietos.

-Bien, eso es todo- Podía ver la angustia en la mirada de los padres de los niños- Tranquilos vigilaré que Taro no juegue con las tijeras y que Tora no se lastime por culpa de su exceso de energía. Además, estoy segura que
Seijuro-Chan también requiere de tus atenciones Taiga-Chan- les guiña para luego salir y dejar con un sonrojo pequeño al peli granate

-Tienen todas las vacaciones para ustedes solitos y no se preocupen por los niños, estarán bien así que, Bay Bay- Se despidió Ryusei alegremente mientras cerraba la puerta tras de sí y dejaba solos a los peli rojos

Luego de escuchar como arrancaba el automóvil y se alejaba, el tigre volteó a ver al león.

-Así no terminaba la historia Sei-

-¿Qué querías? ¿Qué recreáramos la escena de lo qué pasó en tu cama?-

Se aleja de la puerta para dirigirse de nueva cuenta a la sala de su, ahora, apartamento. Cuando se casó con Taiga, ambos habían decidido que querían un lugar pequeño para poder dedicar menos tiempo a los que haseres del hogar luego de sus trabajos y emplear el resto del tiempo en sus preciados hijos. Aunque para ellos no quedaba mucho, fue por eso que Aoi, Ryusei y Masaomi; habían decidido llevar consigo a los pequeños para que los padres de estos tuvieran tiempo el uno para el otro.

La Tercera es la Vencida... ¿O es la Cuarta?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora