La Tercera es la Vencida... ¿O es la Cuarta?

Parte 4

-Estas demasiado cerca- La joven no pudo evitar dar un paso atrás debido a la impresión, no solo por el ataque sino que también por notar el repentino cambio de color de los ojos del chico- No vuelvas a hacerlo- Por la sien de la chica cae una gotita de sudor y ríe nerviosamente

-Jeje lo entiendo, tranquilo- Comienza a caminar hacia atrás hasta posicionarse al lado de Kagami, "Nunca se le da al espalda a los depredadores" pensó la joven

Kagami no dudo ni un segundo en arrebatarle las tigeras a Akashi y decirle que se disculpara con la visitante a lo que obviamente el otro no aceptó, haciendo que un tic en la ceja derecha de Kagami se hiciera presente al no conseguir su objetivo. Sin más, el ojirubí soltó un suspiro y puso una  de sus manos en los cabellos granate del menor haciendo que ambos se sorprendieran; uno porque tenía algo más que agregar a la lista de "Lo que no sabía de Taiga" y es que le relajó tanto aquel contacto que sus ojos volvieron a su estado habitual y el otro porque sin duda alguna aquellos cabellos eran sumamente suaves pero, tenía que encargarse de lo ocurrido así que dejo eso para prestar atención a la chica.

-Discúlpalo Kaori-san, es un niño mimado que nunca a visto la necesidad de disculparse por algo

-Descuida Kagami, me lo merecía, cualquier hermano se pondría celoso de que le hagan el tipo de broma que le hice- En serio que estaba arrepentida de haber hecho enojar al menor, debía comenzar a dejar las bromas pesadas sobretodo con ese chico sino quería perder un ojo... o algún otro miembro de su cuerpo

Ambos pelirrojos levantaron una ceja-¿Hermano?- cómo podía esa chica sacar tales conclusiones. Ante la mirada de los dos jóvenes la chica se extrañó

-Si, una vez dijiste que tenías un hermano llamado Tatsuya, así que supongo es él no?

Con que a eso se refería, era obvio que pensara así pues él nunca especificó como era físicamente el chico, ante eso Kagami soltó una risa- Lo siento Kaori-san, estás confundida, al que llamo hermano es a alguien más. Él es Akashi Seijuro, es un... un...-La sonrisa del pelirrojo desapareció, qué podía decir que era Akashi ¿un conocido?, la verdad es que durante la convivencia comenzó a sentirse más a gusto con el menor y llegó a considerarlo su amigo pues le agradaba tenerlo cerca pero; no sabía si el otro pensaba igual o si le molestaría que lo llamara amigo- Él es un...- Y la respuesta llegó de quien menos lo esperaba

-Un amigo cercano de Taiga- Lo había dicho con completa seguridad y seriedad que sorprendió al más alto, a quien le dedicó una mirada- ¿Verdad?- Eso lo sorprendió aún más, lo había preguntado de un modo que parecía que buscaba su aprobación

Kagami no pudo evitar sonreir ante esas palabras para luego reafirmar lo dicho por Akashi. Luego de las presentaciones, Kagami invitó a pasar a la joven y los tres se instalaron en la sala para poder conversar, aunque los únicos que hacían eso eran el pelirrojo más alto y la castaña; Akashi se limitaba a escuchar y observar a esos dos, no comprendía porque no estaba en su habitación para poder dejar a esos dos solos, simplemente no le hacía gracia tal idea. Así que, allí estaba, enterándose de algunas cosas como; el que la tal Kaori iba en la misma clase que Kagami, que esta admiraba a la luz y sombra de Serin, que amaba el básquet y que cuando se enteró que el equipo ganó la Winter Cup ella se animó a formar un equipo de básquet femenino, que frecuentaba la casa de Kagami para recoger algunas cosas de la entrenadora que al parecer era la misma y ese día no era la excepción pues su visita se debía a que había ido a recibir unas hojas donde; según el tigre, se encontraba el régimen de entrenamiento espartano de Riko. Luego de eso la joven decidió retirarse, no sin antes mirar con duda al menor

-Nos vemos Kagami- Se despide dándole un beso en la mejía al nombrado para luego retirarse de lo más campante, dejando a un Kagami... bueeeno la verdad es que este ni se inmutó ante aquello; primero porque la chica ya tenía la costumbre de despedirse así con el tigre y segundo, seguía demasiado feliz por lo que Akashi había dicho ¿Qué podía importar más? Al fin y al cabo debía admitir que se esforzaba por agradarle al peligranate incluso, en ocasiones llegó a desesperarse por el simple hecho de querer saber que pensaba este de él y ahora que lo sabía no podía dejar de sonreir como idiota, aunque eso último no lo notaba otra persona sí. La acción de la chica había hecho que Akashi se molestara, no entendía el porque pero lo hacía y solo ese hecho terminó de confirmarle a su otro yo las sospechas de lo que les pasaba "Después de todo Taiga sabe lo que dice" pensó el prisionero con una sonrisa de satisfacción, debía hacerle ver al que tenía el control sobre el descubrimiento porque muy seguramente y este no se iba a dar cuenta sin ayuda.