Capítulo 11

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—Contraté a un abogado —contó Fugaku a su esposa—. Nos ayudará a sacar cuánto antes a Naruto de ese lugar.

Ambos se encontraban acostados en la cama matrimonial. Las luces hace unos minutos habían sido apagadas por lo cual estaban a oscuras.

—¿Podrá hacerlo? —preguntó Mikoto esperanzada.

—Hará todo lo posible. Ya le informé de la situación e igualmente dijo que iba a ver su expediente médico entre otras cosas.

—¿Qué tiene que ver eso? —preguntó Mikoto con un toque de enojo. Si la luz hubiese estado encendida Fugaku habría notado el ceño fruncido de su mujer.

—Necesita saber a que se está enfrentando. Dado a todo lo que pasó el niño tiene que ver si es recomendable que venga con nosotros.

Mikoto rogaba mentalmente porque pudiesen sacarlo de allí. Ya no se trataba de un favor a viejos amigos ya que desde el momento en que supo cómo fue que sucedieron realmente las cosas Kushina Uzumaki y Minato Namikaze dejaron de ser amigos para ella. Ahora su prioridad era ver por el bienestar del menor.

Como madre le dolía que una mujer fuese capaz de hacerle algo así a su hijo. Porque aunque Kushina no haya sido la autora de tales hechos, con su ignorancia y falta de atención llevó a todo aquello.

—Decidí que no me importa, has lo que quieras, dí lo que quieras —dijo Naruto poniéndose de pie enfrentándolo.

Neji frunció el ceño.

¿Cómo podía no importarle?

—¡Vamos Neji! ¡Somos amigos! ¿No puedes hacerlo por mi?

El castaño harto del griterío empujó al pelinegro acorralándolo contra la pared.

—¿Puedes callarte un maldito segundo? ¿O acaso estás tan desesperado y quieres que te coja?

—Oh... no, no —negó el pelinegro levantando ambas manos.

—Entonces cierra el pico de una vez —se apartó y dirigió a su cama en donde se sentó y se quedó mirando al pelinegro que bajaba la cabeza con expresión abatida.

—Yo solo quería probar —dijo Lee bajito.

—Pues conmigo no lo intentes —le dijo enojado—. Yo solo hago eso con mujeres, no soy gay —se recostó y cerró los ojos pero una idea vino a su mente por lo cual se enderezó y miró con una sonrisa un tanto malvada hacia el pelinegro—, pero igualmente puedo ayudarte.

—¿Enserio? ¡¿Cómo?! —Preguntó con entusiasmo el pelinegro.

—Te diré con quien puedes ligar.

—Bien, si así lo prefieres —Neji se dió media vuelta para salir—, pero abstente a las consecuencias.

—¿A qué te refieres?

Neji lo pensó un momento antes de hablar.

—¿Quién crees que salga más perjudicado? ¿Él o tú?

—En la hora libre podemos encontrarnos en el baño... —al ver al rubio mirándolo entre ojos enseguida levantó las manos nervioso negando— Solo quería preguntarte algo.

Neji sonrió al escuchar la respuesta afirmativa por parte del rubio hacía Lee.

—¿Y crees que me importa?

—Tal vez te importe cuando veas como pasan los años y tú sigues aquí y luego tal vez terminen internándote o algo por el estilo —le dijo enfrentándolo nuevamente.

—Ya quisieras —bufó el rubio y luego sonrió. Él estaba pronto a tener un pase libre hacia su libertad. Le valía mierda en dónde o con quién terminase mientras saliese de allí.

El precio de la libertad era caro y él lo sabía.

—¿Acaso no sabes que estas noticias podrían llegar a oídos de los superiores?

La sonrisa de Naruto se borró cuando Neji reprodujo una grabación en su celular dónde claramente se podían oír los gemidos de Lee y cómo Naruto le decía que guarde silencio.

—¿Que es eso? ¿Como es que...? —frunció el ceño.

—Los ví —volteó la pantalla dejando ver qué no solo era audio—, y grabé todo, solo que ustedes no lo notaron.

Con la puerta entreabierta se quedó observando la discusión entre el pelinegro y el rubio y luego como este último aceptaba lo que el otro le proponía.

Oyó cómo se encerraban en el cubículo justo a un lado del suyo. No tardó en sacar su celular para comenzar a grabar y no solo sus voces sino que parándose sobre el inodoro se apoyó contra la pared, estas no llegaban hasta el techo por lo cual no le fue difícil grabar por sobre esta lo que ocurría del otro lado. Sin embargo, luego comenzó a tener un pequeño problema.

La situación le estaba afectando en demasía. Tuvo que arreglárselas para masturbarse mientras seguía grabando lo que ocurría al otro lado de la pared.

—No creí que algo así llegara a gustarme —el rubio lo miró con el ceño fruncido—. No sabes lo difícil que fue contenerme.

—Maldición —dijo Naruto en voz baja y mordió su labio inferior con nerviosismo—. Eres un maldito enfermo —gruñó.

—¿Me lo dices eso a mi? —Hizo una mueca y luego rió— Yo no soy la persona de la que se habla que se acostó con alguien para obtener lo que quería.

Naruto sudó frío. Si Neji estaba al tanto del trato que tenía con Kakashi todo se iba a ir al carajo.

—¿Y quién eres en este mismo instante? —sin embargo se mantuvo lo más tranquilo que pudo.

—¡Okey! Estoy buscando ser así ¡Me atrapaste! —bromeó— Pero si lo ves de esta manera ambos ganamos. Yo obtengo un poco de satisfacción y tú sigues estando como estás. Sin que nadie sepa que has hecho con Lee y por tanto él tampoco se vería afectado —vió la duda en los ojos del rubio— Hazlo por ti y hazlo por él si en todo caso buscabas obtener su amistad.

—¡Neji! ¡Neji! —Iba un pelinegro corriendo por el pasillo buscando al castaño.

—¿Qué sucede?

—¡Lo hice! ¡Lo hice y estuvo genial! —Gritó emocionado— ¡Eres un buen amigo! ¡Esto es gracias a ti! —Le abrazó y el castaño con mala cara enseguida lo alejó.

—Me alegro por ti pero en este momento no estoy de buen humor.

—Oh, comprendo —asintió—, solo quería agradecerte por recomendarme que vaya con Naruto.

—Me debes una.







Notas:

Gracias por leer.

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Bye bye!

Sustancia [AllxNaru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora