Los personajes no me pertenecen; son propiedad de Temari Matsumoto y Tomo Takabayashi. Sólo los uso con fines de recreación sin ningún tipo de interés o/y retribución monetaria.
—Pfff, que aburrimiento ¿Qué es lo que buscamos?-
—Un lugar-
Un par de hombres caminaba en la zona rosa de la ciudad en pleno ombligo de semana.
—¿Qué lugar?-
—Un lugar...-
El otro rodó los ojos —¿Qué tipo de lugar?-
—No lo sé. Sólo me contaron que es famoso por cierta atracción humana y el buen ambiente que se da.-
Oyó el chasquido de una lengua mientras ingresaban a la zona ¿Violeta? de la ciudad —¿Un putero acaso?-
—Que vulgar ¿Por qué dices que un "putero"?-
—Que marica. Por donde estamos; a leguas se notan casas de citas, cantinas de mala muerte y algún vil intento de table dance, por eso.-
—... ¿Cómo sabes?-
—¿Es en serio...?-
—....-
—Tradicionalmente, los puteros se anuncian con focos rojos en sus puertas y en cuanto a los otros, son visibles... Agh, en un antro puedes hallar carne de mejor calidad que en estos lugares, sin contar de saludable.- opinó el pelinegro, quien veía despectivo a las mujeres plantadas a las afueras de las casas de colorados farolitos-Me dan algo de desconfianza-.
-Hola ¿Acaso no contratabas prostitutas cuándo estabas en la universidad?- arqueó una ceja.
-No las sacaba de cualquier lugar, cariño. Y algunas trabajaban dentro de la escuela... a comparación de estas, que me dan asco.-
Que imbécil.
—¿Disculpa? Existen zonas de tolerancia donde es requerimiento tener buena salud y llevar controles médicos.- rebatió Murata, ofendido.
—Y carniceros que lavan la posta* vieja y mohosa para dártela por fresca y magra. Deja de ser tan estúpido, cariño-.
Ken, molesto, observó a su alrededor, confirmando para su pesar lo dicho antes por Shibuya. Variedad de féminas que les coqueteaban, luciendo ropa chillona y escaza para mostrar la anatomía, pacientes a completar la tarifa. Había algunas "rescatables": o poseían buen cuerpo o linda cara pero raramente ambas cosas mezcladas; unas jóvenes, otras medianas de edad y algunas llegando a la categoría de abuelas.
Y uno que otro chico apostados en casas de colores pastel.
"—Donceles sin duda-."
—Oh Dios.- notó como un adolescente era llevado por un mayor hasta una señora que, sonriendo, recibió al joven, llevándoselo al interior de la choza mientras que otra ocupó su lugar al lado de la bermeja bombilla; el muchacho volteó mudo hacia el hombre antes de entrar, quien le giñó un ojo. —Maldición.- No, ni siquiera un adolescente, un puberto es lo que se le mostró.
Estaba mal.
Aún era un infante.
No tendría que estar en un lugar así.
Yuuri notó la escena y previniendo, tomó de la mano a su compañero—Ni se te ocurra.- murmuró jalándolo.
—No deben. Está mal para un niño exponerse temprano a la práctica del sexo.-
—Dije que no, Murata. No te incumbe.-
—Shibuya, suéltame. Es violencia a un menor.-
—Ajá. Y por mis rumbos le llaman "tradición padre-hijo para convertirte en hombre".- lo acercó a él. —No puedes meterte en algo marcado como socialmente aceptable entre los varones.-
—¿Es que a ti no te molesta? Se nota que el mocoso no quiere. Tiene miedo por Dios ¡Puede contraer una ETS* sino es precavido! ¡Si la puta esa no tiene cuidado con él!... ¡¡Shibuya!!-
El nombrado le ignoró un poco, sopesando el responderle, intentando que su amigo no se escapara —Te diré una cosa: los padres casi siempre llevan a sus hijos con mujeres mayores ¿Sabes por qué? – aquel negó—Joder Ken ¿Nunca te llevaron a un prostíbulo?... bueno, lo hacen porque se supone que son bastante expertas en el terreno y no se les pasa ningún detalle que los primerizos tienden a olvidar, lo que incluye una plática sexual demostrativa y condones.-
—No te creo.-
Claro que no tenía porqué hacerlo.
Bueno, era en parte mentira. No todas las prostitutas son tan benévolas con los vírgenes, menos aquellas que a duras penas pueden "ilustrarse" (aunque eso ya sería el colmo, debido al bum del sexo en la actualidad) y que trabajan en lugares de malísimo honor.
No así en las casas de citas para gente "bien": todas y todos hermosos, limpios, de revisiones semanales, avalados en el ayuntamiento y como en la Grecia, meretrices de buen intelecto. Alguna vez oyó que de personas que se habían hecho de esposas/esposos en esos sitios, pero quien sabe.
Pues... a lo mejor el mocoso tenía suerte.
A lo mejor.
—Así fue para mí y antes de mi, Shori, y de Shori, mi padre. Así que no te preocupes, además, te sorprenderías con lo promiscuos que son los chamacos de ahora.-
—...-
El morocho vio de reojo al chico —No te pongas así. Esto es la consecuencia de venir sin saber a este lugar... al menos deberías investigar un poco.-
—Nunca tuve una "tradición" así. Soy totalmente criado por mi abuela, madre y hermana mayor... y obviamente, un doncel no puede tomarse esas libertades con guardianas así.-
—Ni hablar. Vámonos. Si quieres ver machos, preguntaremos alguien de aquí por algunas opciones-.
—¿El Maoh le rehúye a los problemas?-
—No es eso, idiota—bufó -Me da mala espina seguir avanzando ¿No lo sientes?-
Y al otro no le quedó que aceptar. Será en alguna noche.
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¡Muchas gracias por leer!
Me disculpo por lo corto que ha sido esto.
Hasta pronto.
P.D: Cualquier crítica y sugerencia es bienvenida.
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Pobre Diablo
FanfictionUniverso alterno. Por X razones, el rubio termina separado del bueno para nada de Shibuya. Ahora, solo y con una minicopia, le toca quebrar su orgullo y tragarse la dignidad. La cuestión es ¿Hasta dónde podrá soportar? "... Los chiflidos de alba...