Los personajes no me pertenecen; son propiedad de Temari Matsumoto y Tomo Takabayashi. Sólo los uso con fines de recreación sin ningún tipo de interés o/y retribución monetaria.
-Así que es cierto-.
-¿De qué hablas Yozack?-
El alto joven se acercó hasta él, revolviéndole los ondulados y largos hilos dorados -Nada, nada, pequeño-.
-Yozack...-
-¿Eu?-
Frunció la boca, intentando hallar las palabras -Yo...- por el parlante del lugar sonó el primer llamado, instándole a cambiarse para la hora-¿Puedo hablar contigo más tarde?-
-Sip, pequeñín. Muero por ver fotos nuevas de Liesel. Acaba de hacer los 8 años ¿Verdad?-
-Así es- respondió soñador.
Ya ocho años. Que rápido-Hasta al rato entonces.-
-¡Estaré viendo pequeño!- gritó a modo de despedida.
-¡Van a correrte si te descubren!-
-¡Nunca me atraparán!-
Fue hasta su camerino para arreglarse. En el espejo observa la faz, pronto cumplirá los 26 años y será todo un cambio; bueno, ha sido un proceso desde que se alió con Cecilie (aún no puede llamarle -mamá-) por el bien de su niño.
Oh Dios. Todo por su bienestar.
Un chaleco de oscuro cuero de botones amarillos y abertura en frente se acomodó en su siempre torneado cuerpo; es la primera vez que su vientre estará descubierto por completo (pues no usaría camiseta debajo), mostrando algunas líneas blancas y moradas producto del embarazo; el dorado y largo cabello en una trenza adornada con perlas verdes claras, bombachos pardos de textil cristalino, tapando la zona íntima con apretados shorts negros. Delineó los párpados, al estilo smokey eyes, rímel en las pestañas, algo de base nude, cintos anchos negros ajustados desde los pulgares, cubriendo hasta los codos. Se vio en el espejo de cuerpo entero, aprobándose; parecía a esos guerreros de leyendas arabescas/turcas, aunque sin caer en lo "rudo".
Lo que fuera, pero lucía fantástico. Y para finalizar, se colocó un velo negro en medio rostro, como las mujeres del Medio Oriente, para que sus pupilas resaltaran aún más y claro, por si acaso. Algo le decía que fuera precavido. Debería serlo, si "él" lo reconociera, era capaz de arruinar la última presentación por sus celos.
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Pobre Diablo
Fiksi PenggemarUniverso alterno. Por X razones, el rubio termina separado del bueno para nada de Shibuya. Ahora, solo y con una minicopia, le toca quebrar su orgullo y tragarse la dignidad. La cuestión es ¿Hasta dónde podrá soportar? "... Los chiflidos de alba...