Capítulo 19

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____ P.O.V

Como todas las mañanas al despertarme, sentí el peso del brazo de Nash rodeando mi cintura, me encanta dormir con él, pero me tengo que preparar.

Me levanté intentando no despertarle, y fui a buscar la ropa que me pondría hoy.

Entré al cuarto de baño, me desnudé y me metí en la ducha, una vez dentro empecé a reflexionar. Mañana es mi cumpleaños, y como constumbre, lo pasaré sola.

Acabé de ducharme y empecé a vestirme, después, me lisé el pelo y por último me puse un poco de rímel, ya estaba lista.

Salí del cuarto baño y vi a Nash durmiendo, realmente sentía algo por él, pero también lo siento por Hayes. La única diferencia es que él está a punto de cumplir 23 y Hayes tiene 16.

Le dejé una nota diciéndole que iría a desayunar con las chicas y después nos veríamos. Salí de la habitación y cogí el ascensor para bajar hasta la planta 14. Busqué su habitación y di dos toques a la puerta.

- ¿Quién eres? -dijo Rocío al abrirme la puerta mientras se frotaba los ojos y se ponía las gafas- ¡Ay! eres tú, pasa pasa.

Pasé y estaban todas dormidas. Las despertamos a todas y empezaron a arreglarse, tardamos una hora en salir de la habitación para desayunar.

Bajamos al restaurante y fuimos a servirnos el desayuno, sinceramente el desayuno era lo que más me gustaba del hotel. Nos sentamos todas juntas en la mesa que ayer utilizamos y empezamos a comer. Fue bastante entretenido, estuvimos hablando de todo lo que sucedió ayer y lo que haríamos hoy.

- Creo que todas saldréis emparejadas en este viaje -dije.

Nuevamente casi se atragantan con la comida, Rocío, que estaba bebiendo zumo lo escupió.

- Ojalá yo pudiera estar con Cam - dijo Rocío cuando se incorporó.

- Ojalá todas pudiéramos estar con quien queremos estar -dijo Romi.

- Eh, chicas no seáis pesimistas, y si hemos acabado de desayunar vámonos -dije yo.

Todas salimos del restaurante y nos encontramos con los chicos, nos saludaros todos y comenzaron a hablar y hacer gilipolleces. Mientras que esto sucedía, Nash me cogió del brazo y me apartó del resto.

- ___, vamos a ir a comer todos juntos al Mc Donalds, si quieres puedes decirle a tus amigas que se vengan.

-Vale, lo haré -le dije mientras sonreía.

- Creo que a los chicos les gustan.

- Yo también lo creo, lo he comentado hoy y casi se ahogan.

Comenzamos a reír y todos se giraron a mirarnos. Yo me puse roja de la vergüenza, no podía parar de reír.

Después los chicos se fueron a desayunar y nosotras los esperamos en unos sillones que había en la entrada del hotel.

- Chicas, ¿Os gustaría comer todos juntos en el Mc Donalds y a hacer algo de turismo por aquí?

- ¡Claro! -dijeron todas.

Seguimos sentadas hablando de todo y riéndonos de lo que decíamos hasta que llegaron los chicos. Todos vinieron y besaron en la mejillas a sus respectivas chicas, excepto Hayes, que abrazó a Romi al igual que Nash a mí.

Después nos fuimos a pasear por las calles y a ver cosas, estuvimos en Time Square y nos hicimos millones de fotos para instagram.

Después nos fuimos a comer al Mc Donalds, la comida se basó en comida volando por los aires y risas. Me lo pasé genial.

Después fuimos a dar una vuelta, todos excepto Hayes y Romi, entonces fui a buscarles, ellos estaban sentados en un banco de espaladas a mí, de forma que no me vieron llegar.

-Oye chicos, porque no...-dije mientras me acercaba, se me cortaron las palabras.

Hayes cogió a Romi de la barbilla y le besó. Yo salí corriendo. Me había decepcionado el hecho de verle con ella una vez que me había dicho que sentía algo por mí.

Pasé corriendo por al lado de los demás, ninguno se había dado cuenta excepto Nash. Fui corriendo a un callejón y me quedé allí sentada, con la cabeza entre mis rodillas.

Oí como unos pasos se acercaban a mí. Sabía que era él. Me levanté y me sequé las lágrimas.

- ¿Qué te pasa ____?

- Nada. -dije cortante.

- Por favor, dime...

- ¡Qué no me pasa nada! - dije ahora con lágrimas en los ojos.

Después de esto no pude volver atrás, el llanto comenzó y se quedaría por un buen rato.

Nash me abrazó y me quedé ahí, con la cabeza en su pecho, escuchando su corazón latir a medida que me iba relajando, y fue entonces cuando decidí que era un buen momento para sincerarme.

- Antes de hablar, solo te pido que no digas nada hasta que acabe.

- Está bien.

Respiré hondo y comencé.

- Desde que llegué a América, no se en que momento exacto comencé a sentir algo por tu hermano -cuando dije esto su cara cambió- y por tí - ahora dejó escapar una mueca parecida a una sonrisa- el hecho es que hasta hace dos días no supe de la existencia de sentimientos de Hayes hacia mí, a lo cual me quedé perpleja. Yo no quería que esto pasase, no quería mentirle sobre los míos cuando no eran claros, y decidí que lo mejor era el silencio. Hasta este momento, que me arrepiento de mi elección al haberle visto a él con Romi besándose, ¡Solo han pasado dos días y no ha podido luchar un poco más!

- ____ ....

- Y por otro lado estás tú y mis sentimientos dirigidos a tí que cada día se hacen más grandes aquí -señalé el pecho- y no quiero hacerme ilusiones, porque sé que lo nuestro es imposible, que el tiempo se acaba, algún día tendré que irme y os olvidaréis de mí, seré un paréntesis en vuestras vidas. Eso acompañado de la diferencia de edad, y la distancia hace que lo nuestro se algo imposible, una utopía.

- ¡____! ¡Déjame hablar!

- No hace falta Nash.

Me volteé para irme, pero él me agarró el brazo y me atrajo hacia él.

- La edad no importa, es sólo un número.

En ese momento, me cogió de la cintura se agachó un poco hasta llegar a la altura de mis labios y me besó.

La Edad No Importa (Nash Grier)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora