Tu Sonrisa || K.TH

¿Estás enamorada de él?

Al día siguiente...
Narra Adelia...

Me desperté a las 13:36 de la tarde, la verdad es que quería seguir durmiendo, pero algo me lo impedía, la cita con Tae... si fuese otro chico seguiría durmiendo, pero es Tae, la persona que me enamoró con su sonrisa.

Ya, me levanté y me bañé, me puse un conjunto bastante lindo, era una blusa negra manga larga y cuello rosa viejo, los pantalones eran cortos y del mismo color que el cuello de la blusa, me puse unas bucaneras negras con poca plataforma, me peiné y fui a almuerzayunar, ¿qué? ¿Nunca desayunaron y almorzaron a la vez? Porque yo sí.

Una hora después...

Ya eran las 14:50, Tae dijo que iba a pasar por mi a las 16:00... tengo mucho tiempo todavía, me pondré a leer.

Narra TaeHyung...

Me levanté a las 15:00, dormí demasiado. Algo se me está olvidando...

—¡La cita con Adelia! —Grité.

Me levanté corriendo hacia el baño y me bañé, fue una ducha rápida, no tenía mucho tiempo. En estos momentos, odio dormir tanto como mi primo, en fin.

Me puse una remera blanca, con unos jeans negros y una campera de jean, también y obviamente me puse mis zapatillas Converse que tanto me gustan, son muy cómodas.

Bien, ya estoy listo, y son las... ¿¡15:37!? Okey, comeré una manzana e iré corriendo a buscar a Adelia.

Bajé las escaleras y me encontré con mi mamá.

—¡Buenos días corazón!

—¡Buenos días mamá! Lo siento pero tengo mucha prisa, llegaré tarde a buscar a Adelia.

Dije entrando a la cocina para buscar una manzana.

—¿Quieres que te preste el auto? —Miré a mi papá.

—¿Qué? ¿En serio? Nono, mejor no. Quiero ir caminando con ella. Pero igual, gracias.

Le sonreí y entró YoonGi a la cocina, se ve que recién se levanta.

—Buen dí- ¿tu no tenías que ir por Adelia?

—Sí, ¿qué hora es?

—Son las... 15:47... ¿por qué?

—¡Mierda! Lo siento —Dije tapando mi boca y haciendo una reverencia.

—No pasa nada, pero apúrate o llegarás tarde.

—Sí, ya voy, ¡adiós a todos!

Dije corriendo hacia la entrada.

—¡Hijo!

—Mamá, llego tar-

—Dale esto a Adelia.

Mi mamá había sacado una rosa de su jardín, la verdad, no lo había pensado.

—Gracias mamá, te quiero, adiós.

Dije dándole un beso en la mejilla y saliendo de casa. Estaba corriendo para llegar a casa de Adelia, hasta que recordé que no sabía donde quedaba.

¿Ahora qué haré? No presté atención al camino. Vamos TaeHyung, piensa, piensa, piensa. ¡Ya! Recordé que ayer Adelia me dió un papel con su dirección.

¿Y qué esperas para sacarlo? ¡Vamos idiota, que llegarás tarde! —¿Ese fue mi subconsciente?

Ya ya, ahora lo sac- oh mira, una abeja.