Capitulo XI.

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De IM-PAC-TO

Michael Gray, era el hijo perdido de Polly que había regresado gracias a que Thommy había movido sus hilos, interesado rápidamente en los negocios de la familia venía sentado en la parte trasera del camión que Thomas manejaba, a su lado aspiré el cigarrillo sin verlo sentía su mirada sobre mí de vez en cuando.

– ¿Cuánto tiempo será así? – Preguntó bebiendo de su petaca, lo observé de reojo, no di respuesta, continué dibujando figuras fantasmales con el humo de mi cigarrillo – Mirina – me llamó observándome.

– Cállate– Hablé sin voltear a verlo – te acompañaré por tu caballo, volveremos a Birmingham, haré mi maleta y volveré a Londres.

– ¿Seguirás escapando?

– ¿Seguirás fingiendo que no pasa nada, ¡Por dios! Estás cogiendote a Grace– se quedó en silencio – uy ¡si! Lo sé te escapas de mí como un adolescente ¿Cuál es el plan Toommy? – Dije su nombre de manera burlesca – ¿te coges a la linda Grace e intentas ver qué sale conmigo?

– ¿Estás celosa? – Preguntó observándome mientras estacionaba el camión a orilla del camino – baja, baja de una puta vez – se bajó acercándose a la parte trasera, lo seguí – Arthur, encárgate de explicar bien el plan a todos, Mirina y yo nos alejaremos.

– Claro hermano – Me observó guiñándome el ojo.

– No, Arthur – Dije pasando junto a él, regresé para tomar uno de los sándwiches de la canasta que Michael ofrecía.

– Habla...

– Estás manipulándome – Anuncié masticando el pan, me observó – sabes que puedes jugar con Alfie conmigo desde aquí, es por eso que sigues...

– ¡Es en serio! – Exclamó lanzando al suelo el cigarrillo que aspiraba – tú comenzaste con esto, con este juego, las miradas, las insinuaciones invisibles, las caricias, roces...

– Fantaseas Thomas...

– No, no – Exclamó apuntándome con el dedo – ¡No, no! No permitiré que te vayas a Londres.

– ¿Y la linda Grace? – Estiró rápidamente su mano para atrapar mis mejillas acercándose a mi.

– No vuelvas a decir su nombre.

– Yo no soy el postre – Susurré sosteniéndome de su abrigo – no soy el segundo plato, soy el principal, el que todos quieren comer, el que se sirve primero – Me observó atentamente, escudriñando en cada rincón de mi rostro – si estás muy confundido como para saber qué es lo que realmente quieres, déjale las mujeres de verdad a los hombres de verdad – lo empujé por el pecho observando a mis espaldas donde los demás hombres nos observaban atentos, me alejé volviendo a caminar hacia el camión.

Observé a la yegua de pelaje gris, Curly pululaba al rededor del animal nerviosamente, acaricié suavemente la crin sintiendo su hocico en la palma de mi mano.

– ¿Cómo vas a llamarla Thomas? – Preguntó Charlie arreglándose el sombrero, el líder observó al animal acariciandolo suavemente mientras me encendí un cigarrillo.

– Lucille – Dijo fuerte y claro, un escalofrío me recorrió de pies a cabeza y sentí náuseas, aspiré el cigarrillo sin voltearme a verlo sabía que su mirada azul estaba sobre mi.

– Vámonos ya, Polly quiere que Michael esté en casa antes de las nueve – Habló Arthur haciéndome una señal, todo pasó muy rápido los disparos resonaron en la arena y pronto todos nos encontramos con arma en mano.

Alcé mi revólver empuñandolo por sobre el hombro de Thomas quien se había puesto delante de mí en el tiroteo, salí corriendo, dejando a Tommy al cuidado de Charlie, ayudé a John a sacar a Arthur de encima del hombre que había tratado de matar al líder de los peaky blinders.

Red Rigth Hand. {[Completa]}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora