Miércoles 31 de enero del 2018
Ha pasado casi un mes desde que me vine a vivir con mi nieta, mi vida ha mejorado un poco y aunque sigo siendo un viejillo inútil y mantenido, me siento querido, importante para alguien.
Jennifer se ha ido más temprano de lo normal pero como siempre, me ha dejado un buen desayuno que tomo agradecidamente.Gracias, Dios mío por haberme mandado a mi única nieta, mi Lupe junior. Lamento haber dudado de tí.
Después de haber terminado mi alimento y lavar mis trastes, decido tomar una chaqueta que Jenny me obsequió hace unos días y salgo a dar un paseo... Ahora que lo pienso, jamás había salido de casa desde que llegué. Tal vez me aterra un poco encontrarme con alguien parecido a Alfonso por el tipo de pueblo que es, o simplemente estoy pre juzgando.
Tomo las llaves de repuesto que Jennifer guarda en una maceta y salgo asegurando bien la puerta, luego me dirijo hacia la esquina más cercana a la casa.Hay una pequeña tienda que es atendida por una señora de avanzada edad, o tal vez la jovencita que está a su lado. No lo sé. Me han sonreído amablemente y yo he hecho lo mismo antes de dar vuelta para rodear la cuadra.
A espaldas de la cuadra hay una pequeña casa de piedra que desprende un terrible olor a marihuana; afuera de la casa hay un grupo de chavitos fumando que al parecer les desagradó mi presencia porque me gritaron un par de cosas y me lanzaron piedrillas que estaban tiradas por el pavimento. No he podido alejarme rápido, me han dado en la cabeza y me ha dolido.¡Aquí también hay gente tóxica!
Doy vuelta en la esquina y me encuentro con un señor mayor de edad intentando levantarse de una silla mesedora. Se ve chistoso porque esta se mueve cuando él se impulsa y no le permite pararse.
-¿Gusta que lo ayude, compadre?- pregunto amablemente pero creo que no me ha escuchado, así que me acerco más y vuelvo a preguntarle.
Él deja de intentarlo y levanta la mirada posando sus acaramelados ojos cafés en mí, sonríe y asiente con la cabeza. Detuve la silla mecedora mientras el se intentaba parar con algo de esfuerzo y finalmente logró escapar de aquella trampa mortal.
-¿Qué te trae por aquí?- me pregunta.
-Me llamo Guillermo, me he mudado con mi nieta por ciertas circunstancias- contesto con suavidad, este señor parece ser una persona sensible. Sus ojos me lo dicen, es una persona transparente y no tiene secretos ni remordimientos.
-Pues seas bienvenido a este humilde pueblo, Memito- sonríe -Don Paquito para tí, amigo- ríe y me tiende la mano para darnos un saludo amistoso, yo correspondo a su gesto y me pide sentarme con él a platicar.
Esta mañana no fue tan mala, Don Paquito me cuenta como es la vida aquí, el clima y la clase de gente que vive aquí. Al parecer es un lugar agradable y está lleno de gente mayor, como yo, no hay personas malas en este pueblo a excepción de los tóxicos que me apedrearon hace rato y por lo que dice, Jennifer es de las pocas jovencitas en hacerse notar en el pueblo, sin embargo, siempre pasa por el mismo camino y va a toda prisa. Me gusta escuchar eso. Mi nieta es una trabajadora tal como su madre solía serlo.
Se pasa la mañana volando, debo volver a casa para que Jenny no se sorprenda por mi ausencia, me despido de Don Paquito y encamino mis pasos hacia mi vivienda.~~~
-¿Cómo te fue hoy?- pregunto mientras ella sirve la comida.
-Estuvo bien- sonríe -Amaneció de buen humor, Don Memo.
Yo sonrío y le cuento mi pequeña aventura alrededor de la cuadra, sin mencionarle a los tóxicos por temor a preocuparla o peor aún, molestarla, le he contado sobre Don Paquito y ella sonríe. Al parecer le agrada este señor, eso es bueno, iré progresando hasta tener gente que me quiera de verdad, alguien con quien pueda platicar sobre las experiencias de la vida, que me escuche y que yo pueda escuchar ¡quiero ser feliz de verdad! Si aquí hay personas de mi edad, será muy fácil llevarme bien con todos y dejaría de sonreír yo solo; sería como ir a un asilo... Aunque he salido a disfrutar mientras mi nieta sale y se parte el lomo por mantenernos.
¿En qué estoy pensando?
¿Siempre he sido tan egoísta?
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Señor Guillermo
Historia CortaDon Memo es un señor mayor de edad, incomprendido por el mundo, dañado de muchas maneras y solo vaga por ahí sin un objetivo... Hasta el día en que lo pierde todo. ¡¿Puede pasarle algo peor?! *Fotografía de la portada sacada de internet*