Fiducia?

742 74 44
                                    

Pasaron varios días desde su última charla con el italiano.

Megumi se encontraba reconfortada y confundida en partes iguales. Se lo había cruzado más de un vez en la biblioteca, en todos los casos se sentaba a su lado o frente a ella y se ponía a leer algún libro o a estudiar sus apuntes para las siguientes clases los cuales para sorpresa de la chica se encontraban en italiano.

Algunas veces le preguntaba la forma de lectura de uno que otro kanji, particularmente cuando leía textos antiguos se veía en la necesidad de pedir ayuda para traducir más de una frase e incluso una interpretación y cada vez ella con una sonrisa muy dulce dejaba de lado sus cuadernos para explicarle el funcionamiento del japonés antiguo y su infinidad de metáforas.

Una vez ya pasadas unas semanas se encontraron a la salida de clases, se encaminaron juntos a uno de los jardines cercanos a la biblioteca y se enfrascaron en una conversación interminable con respecto a ingredientes regionales del hogar de la japonesa. Tan interesante fue esa conversación que cuando se percataron de la hora ya había oscurecido, sin pensarlo mucho el rubio se ofreció a acompañar a su compañera hasta su residencia con la excusa de continuar su conversación y de asegurarse que llegara a salvo a su hogar. Porque "una señorita no debería andar sola tan tarde".

Si, definitivamente era reconfortante tener a aquel chico de amigo, aunque había generado un par de mal entendidos con sus amigas. Justamente esa noche que él la había acompañado hasta la residencia ella lo invitó a pasar un momento a tomar algo caliente, las noches últimamente eran muy frías, una prueba de que el invierno llegaría pronto. Y pese a que él se negó y le pidió que no se preocupara diciéndole que llegaría a su casa pronto para no pasar frío al final termino cediendo.

El rubio se sentó en uno de los taburetes de la cocina a la vez que la chica preparaba una infusión de lavanda y miel, mientras el agua hervía surgió el tema de las ciudades italianas y el chico no dudo en contar muy animadamente varias anécdotas de las aventuras que vivió junto a su gemelo en Florencia durante su niñez.

Una de estas historias en particular tomo toda la atención de Megumi: Cuando Takumi y su familia viajaron a Venecia durante alguna de sus vacaciones de verano. Aparentemente en esa época del año vas a encontrar mas turistas que locales, un lugar muy hermoso "como un laberinto lleno de callejones, cada uno con su particularidad. Todos diferentes y lo único que tenían en común es que conectaban la ciudad a lugares hermosos"

-Mis tiendas favoritas eran las de las mascaras venecianas tradicionales, todas son artesanales y muy delicadas. También me encantan las tiendas donde venden vidrio de murano.

-¿Vidrio de murano?

-Si, vidrio veneciano. En una isla muy cerca a Venecia llamada murano fabrican toda clase de adornos de vidrio, son muy hermosos y artísticos.

-Me gustaría visitar Venecia algún día, suena como un lugar mágico...

-Lo es ¡ademas su comida es deliciosa! algún día te llevare, me asegurare de eso.

En ese momento la puerta se abrió, dejando ver en el suelo a Yuki y Ryouko, quienes estaban espiando la conversación de su amiga con el italiano. Prácticamente escaparon de la escena dejándolos un poco confundidos. Luego de un rato dieron por acabada su conversación. Cuando Takumi se dispuso a retirarse la nipona le pidió que esperara un momento, luego de subir con rapidez a su habitación bajo con una bufanda blanca con un bordado azul.

- Hace demasiado frío afuera, por favor llévate al menos esta y trata de llegar pronto a casa- dijo con preocupación. "es muy maternal" pensó el chico, que simplemente acepto la bufanda con una sonrisa.

-Hasta mañana Megumi-san, ten una linda noche.-

-Tu también Takumi-kun- Luego cerro la puerta principal de la residencia y se dirigio a su habitación sin contar con que sus amigas la interceptarían a mitad del pasillo y le harían un interrogatorio sin sentido de "hace cuanto tiempo salia con él". Tardo demasiado tiempo convencerlas de que solo eran buenos amigos.

-¿Nada más? enserio creí que estaban saliendo... ¡¡Dijo que te llevaría a Italia!! ¿que puede ser mas romántico que eso?-Dijo Yuki con desesperación.

-Es verdad Megumi-chan, no cualquier amigo sería tan bueno como para ofrecerte ir a un país tan lejano...- Ahora Ryouko volvía a insistir. Megumi simplemente suspiro y dijo.

-Simplemente somos amigos que tienen mucha... ¿confianza?-

-¿Nos estas diciendo o nos estas preguntando?-

-Les digo, confío mucho en él, realmente siento que puedo confiar en él... es lindo tener un amigo así...-

-¿Y que pasa con Yukihira? ¿él no es tu amigo?-

La chica de ojos dorados simplemente sonrió con melancolía y asintió... ellas no lo entenderían, seguramente harían un escándalo si lo sabían.

Ese seria el único secreto que no compartiría con ellas... Su primer amor.

Después de todo ya tenia con quien compartirlo.

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°

Creo que seguiré escribiendo esta historia... espero que a alguien le llegue a gustar.

Al tuo fianco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora