Al tuo fianco.

L'amore sboccia in primavera ...

Llegar a Japón fue agradable, pese a todo el trabajo atrasado que el dueto tenía. Encontrar a sus amigos y nuevos retos era, sin lugar a dudas, interesante aunque no estaban precisamente preparados para lo que les esperaba.

~❤~

Yukihira Sōma, el actual primer asiento de la élite diez de Tōtsuki había sido convocado al Blue, El concurso de cocina para jóvenes chefs mas importante del mundo. Y no solo él, también Takumi Aldini y Tadokoro Megumi habían sido convocados, por obviedad toda la estrella polar decidió celebrar la ocasión

¿Y que mejor forma de celebrar que con una fiesta al mejor estilo de la estrella polar? Lleno de competencias y buena comida. Pese a todo el problema que había generado Saiba Asahi el pelirrojo decidió posponer el conflicto para disfrutar la compañía de sus amigos y aclarar una incomodidad que rondaba su cabeza desde hacía tiempo.

En un momento de la noche, cuando cierto rubio competía contra su hermano por quién tomaba más del jugo de arroz de Ryoko, llevó a Megumi al balcón del edificio. Necesitaba hablar con su mejor amiga.

Sin embrago la confusión y nervios de la azabache estaban a flor de piel, lo que le había dicho a Bianca no era mentira, estaba confundida en sus pensamientos y emociones, lo más cruel era que moría de miedo por la charla que se avecinaba. Sabía que le dejaría un mal sabor de boca.

- Nee Tadokoro - el frío era realmente fuerte, pese al cambio de estación- necesito ayuda con algo... Cómo siempre...

- Y... ¿Esta vez que es?

- Se que debo ser molesto ¿Sabes? Siempre te pido ayuda, te molestó con mis problemas y aún así siempre estás ahí para mí con una sonrisa y una solución... Aveces pienso "Tadokoro no recibe el reconocimiento que merece y aún así sin mi ayuda ella misma está haciendo lo imposible para que la reconozcan y yo... Sin su ayuda ni siquiera seguiría en esta escuela" creo que es verdad...

- Creo que me estás sobre estimado Sōma- sonreía y él sabía que esa sonrisa tranquilizaba a cualquier persona, incluyéndolo. Eso hacia más amarga esa situación.

- No, no te sobre estimo. Por eso quiero pedirte ayuda una última vez, sé que tú me darás la respuesta que necesito... Sin importar que.

-... ¿A qué te refieres?- Ahora fruncía el ceño, eso no era justo.

-Tu lo sabes... Me gusta Nakiri, es arrogante, molesta, psicorigida y un fastidio total, pero aún así mueve mi corazón y mi alma. Casi podría decir que es la mayor fuente de mi inspiración y mis ganas de superarme a mí mismo... ¿Que debo hacer? Ya no aguanto mas.- Sōma lo sabía, era consciente de los sentimientos de su acompañante pero no sabía a quien más pedirle ayuda. En parte no le importaba romper su corazón, pero por otro lado se sentía como la peor escoria del mundo por eso.

- ¿Que esperas que te diga? No seas idiota y ve por ella, si le dices ahora lo que me acabas de decir a mi estarás bien.- dolía, se notaba en sus ojos, el como de forma sutil empezaban a nublarse. Y aún así mantenía una dulce y comprensiva expresión.

-Megumi...
- Ni se te ocurra decirlo Yukihira

Aún así la abrazó, era un idiota.

- Sabes que si eligiera de quién enamorarme te habría elegido a ti ¿Verdad?- la azabache frente a él se soltó de forma brusca a la vez que reía en voz baja.

Él mentía, lo conocía lo suficiente como para saber eso.

-Está bien, yo no tenía esperanzas. De hecho las perdí hace mucho... Deberías irte, Erina está por irse y créeme que será mejor que la dejes las cosas claras antes de que Asahi lo haga.

El pelirrojo asintió, corrió a buscar a la poseedora de la lengua divina. Soltó un vago gracias mientras se dirigía a la entrada del balcón para luego desaparecer.

¿Y ella? Se quedo viendo las primaverales estrellas antes de entrar con sus amigos. El frío de la noche la hacia sentir completamente...

Destrozada.

~💔~

Ella veía la escena desde su ventana con una mezcla de impaciencia y tristeza, aunque el segundo sentimiento era mucho mayor. El único chico que le había gustado con locura hasta ahora sujetaba con mucho cariño a la chica más increíble que conocía y eso le rompía el corazón, mismo corazón que se terminó de quebrar al ver como compartían un beso que indicaban sus sentimientos correspondidos mutuamente.

Los miraba con melancolía cuando sintió que alguien se posicionaba a su lado y con cuidado la abrazaba por los hombros. Sabía quién era, conocía el tacto de esas manos de memoria.

-¿Que es lo que miras bella?- El italiano se atrevió a llamarla por ese apodo que la ponía completamente roja en segundos, aunque esta vez no tuvo efecto alguno.

- Como el amor florece en primavera... - soltó en un susurro, con una sonrisa apagada y sus ojos desbordando en lágrimas.

Entonces el rubio entendió algo muy simple, el corazón de su amada estaba completamente roto... Y él no podía hacer nada al respecto.

- Me pregunto cuando te darás cuenta Megumi- Susurro el chico apoyando su cabeza en el hueco de su hombro, seguramente el alcohol del jugo de arroz empezaba a afectarle.

-¿...A que te refieres Takumi?- su voz sonaba quebrada, eso le rompía el corazón mas de lo que él mismo creía, pues pese a estar perdidamente enamorado lo único que el creía necesitar era su sonrisa

Ah...qué ingenuo

- Me pregunto cuándo te darás cuenta... que eso por lo que sufres llevo sintiéndolo... y sufriendolo desde hace mucho tiempo... - Si, ya no estaba pensando lo que decía, simplemente tenía la necesidad de decir la verdad- ...pero por ti bella.

Y la chica se sintió desfallecer, sintió sus piernas temblar y su rostro enrojecer a la vez que la presencia del rubio se retiraba de su lado dejándola con una pregunta rondando en su cabecita..

¿Tan distraída había sido?

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