Capítulo 5 "Incertidumbre"

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Ink le dio tantas vueltas a la cama esa noche como al asunto misterioso de Error, tenía una idea de lo que Error le intentaba decir pero le aterraba un poco que fuera cierto. ¿Qué tipo de reacción debía tener?

Jamás se imaginó en aquella situación y recordó a su madre exclamando algún rezo cada que veía al hermano mayor de Error por la calle, además de la típica platica a la que se desviaban sus conversaciones cada vez que lo veía junto a Reaper, siempre iniciando con un "no puedo creer que sus padres los dejen ser así ¿acaso no ven cómo se comportan?" y otras cosas más que a Ink de tanto escucharlas le parecían una tontería.

Pero con Geno o Reaper él no podía decir o hacer algo al respecto porque no era muy cercano a ellos, pero Error, su amigo de toda la vida ¿Era posible que él jamás lo hubiera notado? Incluso es esos momentos sus modos, su forma de caminar y su vestimenta se notaban por completo normal, aunque ahora veía que Error cuidaba más su imagen, no era nada exagerado o alarmante.

Sin embargo no había dudas de que el secreto de Error era más grande que cualquier otro que le hubiese revelado antes.

¿Quién era la persona de la que Error había huido? Si resultaba ser un chico, entonces Ink entendía a la perfección que Error hubiese huido en lugar de enfrentarlo.

Las piezas coincidieron perfectamente e Ink uso toda la noche para recordar cada detalle que pudiese haber sido una señal clara y él hubiese dejado pasar antes. Fue una noche larga entre el pasado y nuevos escenarios posibles. Le pareció que todo a su alrededor cambiaba solo por aquel detalle.

Al siguiente día, cuando Error volvió del trabajo se tuvo que armar de valor para abrir la puerta de su casa, Ink lo esperaba ya vestido para salir, sintió una punzada dolorosa en el pecho, pero el malestar se alivió cuando no encontró con la mirada el equipaje de Ink listo a su lado.

—Creí que te encontraría casi dormido como el otro día…— Murmuró Error probando un poco de suerte, Ink lo miró y entrecerró un poco los ojos, Error reconoció esa mueca de inmediato, era un reclamo silencioso, trato de recordar qué había hecho mal.

—Bueno, tú fuiste el que dijo que quería ir al museo hoy…— Error se sorprendió de aquellas palabras, sus miedos se esfumaron y una alegría eléctrica lo invadió de inmediato.

— ¡Por supuesto! Iré a cambiar mi ropa— Error lo rozó con el hombro como solían hacerlo en Rusia un empujón ligero que era su saludo y despedida de siempre, Ink sonrió con ese gesto tan familiar.

Error no le había mentido, el museo al que lo había llevado era grande y tenía unas exposiciones que lo estaban fascinando, recorrieron buena parte de todas aquellas salas, Ink se sintió de lo más a gusto en ese lugar, rodeado de todas aquellas figuras de décadas antiguas, o quizá era porque Error lo seguía de cerca y le explicaba cada detalle la forma en que creía habían sido hechas cada una de estas, como si fuera un niño pequeño.

—Descasemos un rato aquí— Ofreció Error guiándolo por una puerta que daba a un bonito jardín, había algunas bancas dando a entender que justamente se trataba de un área para el descanso de los que visitaban el museo.

Estuvieron un rato sentados en una banca, Ink espero a que un grupo escolar ingresara de nuevo al museo, después de verlos desaparecer por la puerta, se permitió analizar el área en busca de oídos ajenos, cuando no vio a nadie cerca se decidió a hacer lo que había estado planeando toda la mañana.

—Error voy a hacerte una pregunta…— Murmuró Ink de la forma más casual que pudo, Error lo miró y le sonrió animándolo a preguntar, se veía tan radiante como Ink no lo había visto en años. — ¿Tú, eres gay? — Con la pregunta a Error se le borró la sonrisa y la mirada se le apagó con miedo, Ink temió vivir una de esas escenas de películas en la que la otra persona salía huyendo en una carrera, y lo temió porque supo que iba a correr detrás de Error si eso sucedía.

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