Capítulo 9 "Elecciones definitivas"

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Esa tarde Error estuvo a punto de pisar el acelerador a fondo con tal de llegar rápido a casa, no se creía todavía el que Ink lo hubiese despedido así, como si ellos dos ya tuviera una vida juntos, como unos clásicos recién casados.

Le emocionaba un poco la idea de que Ink lo recibiera tal y como lo había despedido, pero el escenario que encontró al abrir la puerta de su hogar le robó toda la alegría de golpe.

Ink lo esperaba con las maletas hechas, algo en su interior se rompió, lo sabía, siempre lo había sabido y aun así dolía demasiado.

— ¿Te vas? — Preguntó intentando que su voz no reflejara la agonía que estaba sintiendo por dentro, no lo logró del todo.

—Sí…— Ink bajó la vista, Error se acercó a él, cauteloso, le levantó el rostro para que lo mirara a los ojos, después de la noche no se iba a creer que Ink pudiera siquiera argumentar que no sentía nada.

— ¿Por qué? — El menor lo miró a los ojos también y eso solo le dio una pequeña esperanza.

—Porque tengo una prometida en Rusia que me espera Error… porque no voy a fingir que me olvide de todo, porque no puedo desaparecer simplemente de mi vida allá…— Error lo detuvo en ese momento, el dolor era demasiado para soportarlo, cada una de las palabras lo estaba destruyendo y ya había escuchado lo suficiente.

— ¿Quieres irte mañana temprano o prefieres que te lleve hoy? — A Ink le tomó por sorpresa aquella pregunta, Error sonaba como si quisiera verlo desaparecer de prisa, era obvio que Error estaba afligido también pero Ink había esperado que Error no lo dejara pronunciar la palabra "marchar" ni una sola vez, se había equivocado, eso lo decepcionó y le robó la confianza que tenía.

¿Y si Error ya no era el chico que había conocido? ¿Y si este nuevo Error se acostaba con las personas por placer y ya?

Las posibilidades lo hirieron con profundidad, de pronto no se sintió capaz de ver siquiera el rostro de su amigo.

—Mañana tienes que trabajar… lo mejor será irme hoy mismo…— Error asintió y en un silencio total lo ayudó a sacar el equipaje, el viaje en el elevado fue en completa tensión y en el auto no fue distinto, apenas y cruzaron palabras, y siempre todo referente al aeropuerto, a los horarios de vuelo y a preguntas sobre la documentación de Ink.

En el aeropuerto fue un poco mejor, Ink se distrajo yendo de aquí a allá para arreglar su viaje, tuvo suerte de encontrar un lugar en un avión que salía dos horas después, aprovechó ese tiempo para documentar su equipaje, para avisar a su madre que iba de vuelta y para comer algo ligero.

El ánimo de Error pareció mejorar un poco y la comida no fue tan tensa, más bien aceptable, Error le comentó una que otra anécdota del trabajo y eso evitó que siguieran hablando de la ya inevitable partida de Ink.

—Ink… sé que no viene al caso y que es el peor momento para decirlo pero… gracias por venir, gracias por esa noche y gracias por cada momento…— Faltaba cerca de veinte minutos para que el vuelo de Ink al fin saliera, Ink no se creía que Error hubiese decidido hacerlo justo en ese momento, habían estado ahí más de seis horas contando el camino hasta el aeropuerto y Error decidía demostrar algo justo cuando el tiempo se les acababa.

— ¿Por qué no me pediste que me quedara contigo? — Preguntó Ink con cierta amargura, aunque la pregunta correcta era ¿Por qué no te opusiste siquiera a que me fuera?

—Tú lo dijiste, tienes una vida y una prometida que te esperan y yo realmente prefiero hacerlo así, no quiero oírte decir que fue un error todo esto que paso… Porque puede que para ti lo haya sido, pero para mí no, nunca lo será— Ink sintió un nudo en la garganta, no podía encontrar su voz para responder, le costó tanto interpretar las palabras de Error que tuvo que darles vueltas una y otra vez en su cabeza.

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