Cuando despertó era casi medio día y tenía un mensaje de Error que abrió de inmediato para leerlo, su corazón se contrajo con las palabras en la pantalla.
“Estuve pensando y lo siento… fue realmente egoísta de mi parte intentar retenerte así… no voy a negarte tu felicidad, firmaré el divorcio, deseo que seas feliz con eso. Error."
Ink se levantó de la cama a toda prisa y se vistió más rápido todavía, salió a la carrera con un miedo irracional que casi lo ahogaba, llegó a casa de los Crayon pálido y tembloroso, pero los padres de este ni siquiera sabían que su hijo estaba ahí. Opto por buscar al hermano mayor de este y para su desgracia se topó con la peor noticia de todas, Error ya no estaba ahí.
—Salió temprano… ni siquiera dejó que lo acompañáramos a despedirlo… dijo que iba a pasar a hacer unas cosas que tú le habías encargado, que solo había venido a eso…— Ink se dio cuenta de que eso es lo que había esperado que sucediera pero ahora era lo que menos quería que pasara.
—Gracias Geno, lamento mucho haberles infortunado…— Fue lo único que pudo decir ante la mirada llena de preocupación de aquel albino y después de una despedida breve se fue al registro civil para ver si lograba alcanzar a Error. Cuando llegó al lugar el secretario lo reconoció de inmediato.
—Señor Ink, me alegra que se haya arreglado su problema… su esposo ya firmó el acta de divorcio, solo faltaría su firma y todo quedaría listo para pasarlo al registro, no será necesario un juicio debido a que el Señor Error aceptó de buena voluntad la separación y los términos del matrimonio son bienes separados…— Ink ni siquiera estaba escuchado nada, en su mente solo resonaban las palabras "su esposo ya firmó el acta de divorcio" una y otra vez.
El secretario le mostró el acta firmada e Ink no pudo apartar la mirada de la firma de Error, eso no podía ser cierto, sí Ink firmaba entonces el único lazo que lo ataba al moreno se rompería y ambos podrían olvidarse del otro, Ink sintió nausea con el simple pensamiento.
—Gracias por esto pero no voy a firmar…— Sin más, tomó el papel y se lo llevó con él, el hombre no dijo nada, lo dejó marchar con aquel documento y aunque Ink sintió más de una mirada reprobatoria al pasar entre la gente le importó muy poco, lo único que podía pensar era en detener a Error a como diera lugar.
Al salir del registro sabía que debía ir al aeropuerto pero no sabía cuanta ventaja le llevaba Error y si no llegaba a tiempo iba a ser muy malo, decidió entonces probar a llamarlo rogando porque Error respondiera.
De nuevo estaba huyendo como un cobarde y lo sabía, pero las palabras de Ink habían sido tan definitivas que simplemente lo habían hundido y, tal y como le había dicho su amigo Nigthmare, había algo que lo esperaba al otro lado del mundo y aunque en esos momentos le parecía imposible tendría que volver a salir adelante como fuera.
Le habría gustado ser más valiente y quedarse unos días con su hermano, no lo veía desde tres años atrás, pero estar tan cerca de Ink le nublaba el pensamiento, quería salir de ahí y volver al lugar en el que podría fingir que nada había pasado, aunque a esas alturas ya le parecía imposible olvidar todo lo que había pasado, que Ink al fin había sido suyo para escapársele de las manos de nuevo.
Su teléfono lo sacó de sus pensamientos, se imaginó que lo llamaban desde USA, había dejado su trabajo a medias y aunque había hablado con Nigthmare del asunto debía volver de inmediato.
Pese a que tenía el ascenso prácticamente ganado, no le hacía mucha emoción volver, aunque quizá fuera lo mejor, hundirse en el trabajo y no pensar, la primera vez le había funcionado.
La llamada era de Ink, sintió un nudo terrible antes de decidir si debía responder o no, al final cedió a contestar la llamada, se imaginaba que Ink se habría ablandado un poco al saber que él había firmado al fin el divorcio.
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Memorias
Romantizm-Lo tenemos registrado ya... Y según el registro dice que usted se casó hace tres años- El castaño entró en shock al escuchar aquello, él jamás se había casado, debería estar loco como para no recordar un detalle así. -Aunque usted ya no viva con la...