Fácil (Narry)

27

Niall se despidió de Louis con lágrimas en los ojos, Tomlinson miraba con su corazón roto como los ojos del chico estaban llenos de lágrimas, le había rogado a su madre que el viaje fuera acortado, pero la señora Tomlinson se negó rotundamente a la petición de su hijo, ella y la señora Payne habían estado planeado ese viaje durante mucho tiempo, no podía cancelar unos cuantos días. (Obviamente Liam se llevó un regaño de ambas mujeres por decirle la sorpresa a Louis).

Louis le prometió a Niall que le llamaría cada noche, eso pudo consolar un poco el corazón del irlandés. Zayn y Henry miraban con una mueca de tristeza como los ahora compañeros de habitación se despedían, Harry se mantenía lejos mirando la despedida. Algo en su pecho le hacía querer llorar.

Algo que les había torturado a ambos ex's mejores amigos eran los recuerdos, eran un arma de doble filo, así como podían hacerlos sonreír los podían hacer llorar. Los recuerdos que ahora cruzaban por la cabeza de Harry era todas esas veces que Niall se despidió de él cuando debía ir a un lugar sin el rubio o viceversa.

Abariel se había despedido de él en su habitación, diciéndole que podía llamarle cada vez que no se sintiera bien, ese chico no solo era un genio, también era un increíble amigo, ayudando a Harry en las sombras y consolándole cuando el castaño pensaba que era demasiado. El castaño acepto la oferta de su nuevo amigo.

Unas cuantas promesas más al oído de Niall y Louis se separaron de él para dejarle abordar su vuelo. El irlandés se despidió con un movimiento de mano aun sosteniendo las ganas de llorar, Gemma se acercó a Niall y le sonrió, aunque este pareciera al borde del llanto.

El padre de los Styles era quien caminaba a un lado de Harry, podía sentir la tensión en los hombros de su hijo, el hombre se acercó más a su hijo, pero Harry no despegó la mirada de enfrente.

—Hijo...

—Estoy bien papá... —murmuró el joven conociendo ese tono en la voz de su padre.

El hombre no necesito más para saber que su hijo no quería hablar, no insistió.

Henry miraba con el corazón roto la distancia que había entre Niall y Harry, incluso juro que las lágrimas de Horan se le contagiaron cuando miro el rostro triste del chico, la última vez que le había visto así de triste fue en ese mismo aeropuerto cuando regresaron de Irlanda sin Harry. Zayn rodeo la cintura de su novio con su brazo para reconfortarle, sabia cuanto le había afectado al castaño el rompimiento de amistad de su hermano con su mejor amigo.

En uno de esos días anteriores incluso había llorado diciéndole a Zayn que a ellos les pudo pasar lo mismo, ser todo y al día siguiente ya no ser nada. El pelinegro le había consolado con mimos y palabras, diciéndole que eso no les pasaría. Zayn besó la mejilla de su novio, el castaño le miro.

—Perdón... es solo la nostalgia. —murmuró Henry. Malik volvió a besar su mejilla.

—Ellos estarán bien. —sonrió levemente, el castaño asintió.

El primer problema del viaje llego cuando subieron al avión y tanto Harry como Niall se dieron cuenta que sus asientos estaban juntos. Era obvio que lo estarían, habían pensado ambos chicos al mismo tiempo.

Sus madres aun los creían inseparables, antes ir lejos el uno del otro en un viaje era completamente impensable, ambos jóvenes se tensaron al darse cuenta estando de pie uno al lado del otro, mirando los números de sus asientos delante de ellos. Harry fue el primero en tomar asiento cuando notó que ambos comenzaban a ser un estorbo en el medio, Niall seguía mirando con incredulidad el asiento vacío a un lado de Harry.

Alguien toco el hombro de Niall, el rubio miro a una azafata que le interrogo con la mirada, el rubio aún seguía con la mirada de incredulidad.

—¿Tiene algún problema? —pregunto con amabilidad la joven mujer.