En un mundo en el que existía la fantasía justa para que la vida no fuera un aburrimiento, vivía una niña llamada Dulce, sobre la que pesaba una terrible maldición: solo podía ver el lado bueno de las personas.
Ocurrió que, el mismo día en que nació, pasó a verla una curiosa vecina de sus padres que ejercía de bruja en sus ratos libres. Era una señora muy envidiosa que tenía la nariz llena de tantas verrugas como hechizos malignos había conseguido realizar.
Se asomó a la cuna y, en cuanto vio esa carita de melocotón, esos redondos ojos de color miel y esa sonrisa de profundos hoyuelos, no pudo más que morir de rabia por dentro. Ese bebé era lo más bonito que había visto en su vida y jamás sería suyo.
Así pues, en un arrebato de ira, se acercó a la inocente criatura como si fuese a darle un beso en la frente y, en un susurro, recitó las malditas palabras que la dejaron presa de por vida de tan cruel maldición.
En menos de un segundo le brotó una flamante nueva verruga a la nariz de la bruja.
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La chica que solo podía ver el lado bueno de las personas [Historia corta]
FantasyDulce no lo sabe, pero vive bajo una maldición: no puede desconfiar de nadie. Lucha por ser feliz, hasta que conoce al irresistible Gastón y le ocurre lo peor que podría pasarle, le roba, literalmente, el corazón; y es que algo muy oscuro oculta Ga...