«Una Y Otra Y Otra vez, Sei»

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¿Qué se hace exactamente después de que te rompen el corazón?

Esa es la pregunta existencial con la que a despertado Kouki esta mañana.

A decir verdad, piensa que ni la persona más experimentada en el amor o el fracaso le sabría contestar, o tal vez si, pero todos tenían su propia y única forma de superar un amor no correspondido.

Como fuera, el quería intentarlo de nuevo, observando a sus hermanos correr en el pequeño jardín se sentó en una pequeña silla y pensó.

¿Qué pequeña parte de Akashi hacia pensar en querer pelear por él?

Analizo un momento todo, y dando un suspiro se dio cuenta que la respuesta era la más simple y cursi de todas.

Todo de Akashi lo hacía querer pelear por ellos, Akashi era una persona cariñosa y talvez no era nato en eso pero Furi sabía que lo intentaba con todas sus fuerzas, era detallista sin escatimar en sus regalos, era trabajador, no había un solo día en que no viera a Seijuro con interés en su trabajo, de él dependían miles de personas con un trabajo estable.

Akashi era muchas cosas, orgulloso, enojon, testarudo y un poco arrogante también.

Pero tenía que admitir que existían pequeñas cosas por las cual el pelirojo era mejor que todo lo anterior descrito.

Kouki era bueno observando en los momentos más inoportunos, él podía ver a través de las bajas defensas de Seijuro.

Como aquella vez donde el mayor lo invito a comer, el mesero un poco inexperto, tiro la bebida encima de él, Kouki odiaría saber que una persona rica y de una clase social mayor a la de todos en ese pequeño y hogareño restaurante, fuera a humillar a los demás o exactamente al mesero por cometer un accidente, se sorprendió que este simplemente le diera la mínima importancia al asunto, el chico -que era el mesero-  suspiro aliviado y Kouki le sonrió de una manera tierna al ojidorado, Akashi era rico pero al parecer también era humano.

Sentado en la misma posición, rio, le gustaba cuando Akashi era una persona humilde y cariñosa.

Como esa vez donde dejo una gran cantidad de dinero a unos niños que vendían dulces en la calle, su corazón salto de alegría cuando se entero también que Akashi Ind. financiaba económicamente una casa hogar para niños y ancianos.

¿Cómo esperaba Akashi que Kouki no lo amara?

No lo sabía pero por todas esas pequeñas cosas lo habían enamorado, más que los obsequios, más que las salidas, más que las palabras, esas acciones lo habían derretido.

Kouki siempre deseo encontrar a una persona con un buen corazón y definitivamente lo había hallado.

Su pequeño hermano lo sacó de sus pensamientos.

–Hermano ¿cuándo viene otra vez Sei?

Kouki lo dudó un segundo, la última vez que Akashi había ido fue casi un mes atrás y ya que constantemente había dejado de ir sería muy raro tenerlo de nuevo por allí.

Sí él se lo pidiera, ¿Akashi iría a verlos?

Su corazón latió de amor otra vez, porque no podía evitarlo aunque Seijuro le rompiera el corazón y el alma con sus palabras.

Akashi adoraba a sus hermanos, talvez sólo talvez regresaría de nuevo a visitarlos.

–No lo sé cariño, Akashi esta algo ocupado con su trabajo.

Le respondió, cuando se trataba del pelirojo sus hermanos eran demasiado inquietos y berrinchudos.

No dudaba que habían ganado su corazón también, tonto Seijuro, tenía a la familia Furihata a sus pies.

«El Chico De Las Flores» [Akafuri] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora