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   El silencio del departamento se expandía hasta otros edificios, causándome en un ensordecimiento tan molesto. El sofá de pronto me parecía incómodo y mi existencia me hacía sentir inútil.

   Minhyuk no se había dignado a dirigirme la palabra por dos días y eso era el peor castigo que haya podido recibir en todos mis años de vida. Bufé en hastío cuando escuché unas risas amortiguadas y después un golpeteo suave sobre la puerta de madera. Quería estar solo y hacerme daño las veces que fueran necesarias, pero mi plan se había ido al caño.

   Al abrir la puerta, me encontré con dos rostros que me provocaron sentimientos encontrados; emoción, felicidad, pero también, enojo, rencor. Saena y Hyunwoo estaban frente a mí con una sonrisa. Él tenía su mano puesta en la cadera de ella y mi mano no pudo evitar hacerse un puño con fuerza.

—Kihyun, pensé que te había pasado algo malo —sus labios soltaron esas palabras con preocupación. Sus grandes ojos me escaneaban con poder que sentí mis mejillas enrojecer.

—¿Por qué pensaste eso? —desvié las reacciones que mi cuerpo estaba teniendo con una pregunta.

—¡No respondes las llamadas, tontito! —exclamó con ternura, acariciando de forma descarada mi mejilla derecha.

   Mis ojos de inmediato dieron con el semblante de Hyunwoo, pero era imposible deducir qué pasaba por su mente. Sus sonrisas eran muy robóticas o ensayadas, no sabía si estaba feliz de verdad o fingía, así que me di por vencido y con quejas, los dejé pasar.

   Les ofrecí jugo por cortesía y solo Saena aceptó. Mientras buscaba bocadillos en la alacena, sentí la rabia crecer en mi cuerpo cuando la risa de ella iba a la par que la de él, como si hubieran encontrado un buen chiste. Al llegar con ellos, me sorprendí tirando todo lo que traía en mis manos. Los bocadillos se regaron por todo el suelo y el jugo desprendía el olor característico a la naranja artificial.

   Sus ojos se encontraron con los míos y fue cuando exploté. ¿Cómo fue que Hyunwoo terminó encima de Saena en el sofá que estaba usando hacía unos minutos atrás? Sentí cómo la sangre corría por cada parte de mi cuerpo con una velocidad increíble. Decir que estaba enfadado era un eufemismo.

—¡Fuera de aquí! —grité con demasiada fuerza que mi garganta dolió.

   Ambos me miraron con rostros asustados, y se separaron. Saena se levantó del sofá y caminó directo a mí, sin embargo, con un ademán la detuve.

—Déjame explicarte, Ki —rogó, uniendo sus manos.

—¿Qué me vas a explicar? —reí con cinismo. —Son novios, no hay necesidad de presumirlo y mucho menos en mi hogar. ¿Sabes siquiera como me siento? —No estaba seguro de si era correcto, pero el enojo me había cegado, y era conveniente ser sincero incluso si el novio de Saena estaba callado, viendo mi rabieta. —Me gustas, carajo. Sé que aquí yo estorbo, no es necesario señalarlo. Así que por el bien de mi corazón, les pido a ambos que dejen el lugar.

   Me tallé los ojos con fuerza, esperando escuchar el sonido de la puerta siendo cerrada pero jamás sucedió. Hyunwoo estaba en el mismo lugar con una sonrisa y Saena quería ocultar lo feliz que le hacía la situación. Se estaban burlando y yo no podía sentirme peor.

—¿No escucharon? —ataqué nuevamente y solo fue cuando Hyunwoo se levantó del sofá para salir del departamento. No sin antes balbucear algo en satoori a Saena.

   El ambiente se sentía tan pesado, no estaba entendiendo nada y solo quería encerrarme para escuchar canciones tristes.

—Eres muy tontito para tener buenas notas, Ki —afirmó con una sonrisa. Sus pasos se aproximaban a mí y eso me estaba poniendo nervioso. —Hyunwoo en realidad fue mi novio, pero ya no. Eso sucedió hace meses y quedamos como amigos. Desde el día que me hiciste el favor con mi trabajo me gustaste, sin embargo, quería ver que tan lejos podías llevar la situación. Te falta confianza en ti mismo.

   Sentí como un balde de agua fría caía sobre mi cabeza. Estaba feliz por su confesión, pero enojado por hacerme sufrir sin piedad durante todo el tiempo que nos frecuentamos.

—Kihyunie —llamó con ternura, derritiendo todo a su paso. —¿Me perdonas?

   Me pasé mi mano por el cabello e hice un ademán de ignorarla, a pesar de que me estaba sonrojando de la peor forma y sentí mis piernas flaquear.

—Si no, tendré que hacer esto —continuó, causándome curiosidad, pero para ese entonces sus labios ya habían rozado los míos, dejándome anonadado.

   ¿Ha habido alguien que se desmaye en un beso? Porque después de eso no supe de mí, ni de ella.

hello, gente wapa

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hello, gente wapa. ya falta nada para terminar esta pequeña historia llena de kiki cursi y tonto sksjsj
casi son los 1k, ando muy feliz por esooo wuuu
los leo pronto♡

chérie ; yoo kihyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora