¿Recuerdas aquel día en el que te hablé en la madrugada?
No puedo olvidarlo, estuviste conmigo hasta casi el amanecer, me consolaste cuando estaba hecha un desastre.
Me dijiste "Yo creo en ti, se quien eres" y te juro que el llanto me ganó.
Tu siempre confiaste en mi, me cuidabas cuando no comía, con aquellos mensajes que al principio me parecían molestos, pero luego entendí el porque, me cuidabas.
Aquella noche estaba rota y tu estuviste limpiando mis lágrimas, haciendo el ridículo para hacerme reir, me mandaste aquella canción que te juro que me morí porque era jodidamente ridícula, pero lo lograste me sacaste una pequeña risita.
Al principio tenía miedo, casi me daba una crisis, sentí me pecho doler más de lo normal y me asusté no quería pasar de nuevo por el hospital.
Tal vez nunca te lo diga pero agradezco a la vida por haberme traido a una persona como lo eres tú.
Gracias por aquella noche que significo mucho para mi, porque estuviste hasta que estuve bien, porque me dijiste que nadie más me haría daño.
Y desde entonces me has protegido con cada una de tus palabras.
Gracias por darme un cachito de tú vida.
