✘Capitulo 35✘

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Dana

Me arden los ojos, llevo llorando horas. Desde que salí de casa de Amelie y llegue al apartamento no he hecho otra cosa que llorar encerrada en mi cuarto. A los pies de la cama, en el suelo, echa un ovillo.

Lloro por todo un poco. Echo de menos a mis padres, Alis no quiere saber nada de mi, James está desaparecido, odio estar peleada con Lia, creo que Kail y yo hemos roto, soy una maldita llave celestial y ángeles y demonios quieren matarme. Mi vida es una completa locura y lloro, lloro porque no puedo hacer nada más.

-Dana... - murmura la voz de Lia tras la puerta de mi habitación. No sé como ha entrado, supongo que siempre ha podido entrar cuando le diera la gana. Sigo siendo tan estúpida que pienso que una maldita cerradura puede mantener fuera a los demonios.

-Vete. - murmuro.

La puerta de la habitación se abre y Lia se acerca sentándose a mi lado en el suelo. Apoya la espalda en la cama y suspira.

-Lo siento. - dice.

La miro y frunzo el ceño. No creo que me esté pidiendo perdontpor haberse colado en casa.

-Siento que tengas que pasar por todo esto, de verdad, lo siento.

Desvío mi mirada a la pared de enfrente y niego.

-Siento haberte fallado... - murmura. -Es la primera vez que tengo una amiga y... - suspira. - Solo quería que supieras que lo siento.

La miro y seco mis lágrimas con el dorso de la mano. Parece que lo dice en serio, parece sentir lo que dice.

-Lia... - digo, pero no puedo terminar lo que quería decir porque mi móvil empieza a sonar en mi bolsillo.

Dudo entre cogerlo o ignorarlo y seguir hablando con Lia. Finalmente ella se levanta y sonríe, pero la sonrisa no llega a sus ojos.

-Contesta. - asiente.

Sale de la habitación y yo me apresuro a contestar, el nombre de Seth aparece en la pantalla. Lo cojo de inmediato.

-¡Dana! - casi grita. Me aparto un poco el teléfono de la oreja y pongo cara de molestia. -Tienes que venir, ¡ya!

-¿Qué? - pregunto confundida.

-Está aquí. - lo oigo reír al otro lado del teléfono. Mi corazón se acelera y me levanto tan rápido que consigo que mi vista se quede en negro durante un segundo.

-¿Dónde? - consigo preguntar.

-Te mando la ubicación. - dice para luego colgar.

Cojo las llaves del coche y salgo corriendo hacia la puerta, casi me caigo con la alfombra, pero gracias a mis nuevos reflejos consigo no caer de culo.

Justo en ese momento Lia sale del apartamento de enfrente y choco con ella. Ella me ayuda a recuperar el equilibrio y me mira preocupada.

-¿Qué pasa? - pregunta.

-Ahora no tengo tiempo. - hablo rápidamente. -James. - digo antes de salir corriendo de nuevo.

Conduzco más rápido de lo permitido y ya me puedo imaginar la de multas que estoy ganando. Cuando llego a la ubicación indicada miro confundida el lugar, es un bar de carretera. ¿Qué haría James aquí?

Entro y todos se me quedan mirando de una manera extraña. Ignoro las miradas, o lo intento, y camino lentamente hacía el medio del lugar. Miro a mi alrededor buscando al ángel.

-¡Dana! - oigo su voz.

Me giro hacia una esquina de la barra y me veo a Seth con una enorme sonrisa. Me acerco y le sonrío de vuelta. Mi mirada se dirige de inmediato tras él y me encuentro con James sentado en la barra. Tiene una cerveza en la mano y la mirada perdida al frente.

Abismo (Inferno II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora