✘Capitulo 45✘

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Kail

-Duerme algo mi niño, descansa. - dice con voz dulce Amelie mientras acaricia mi cabeza, la cual está en su regazo.

Quiero cerrar los ojos y dejar de pensar durante un momento, lo necesito. Pero cada vez que lo hago veo a James clavando la daga a Eyden. Y una fuerte presión en el pecho me corta la respiración.

Me levanto cuando entiendo que ni Amelie va a conseguir calmarme. Necesito aire, necesito poder respirar con normalidad, o intentarlo.

-¿A dónde vas? - pregunta ella preocupada.

-Necesito salir.

Ella asiente comprensiva y salgo de la habitación. Por un momento pienso en entrar a ver cómo está Dana, Lia vino no hace mucho a informarme de que estaba despierta. Su herida estaba cerrando. Estará bien, ahora necesito salir de aquí o me volveré loco.

Daré una vuelta hasta que sea la hora del homenaje a Eyden.

No sé a donde voy, solo corro a toda velocidad. El dolor en el pecho no disminuye ni un maldito momento y cuando quiero darme cuenta ya estoy en la maldita iglesia. Entro y me siento en el suelo, en el sitio donde estaba Eyden por ultima vez.

Las lágrimas bajan por mis ojos y me paso las manos por el pelo tirando de él, nada consigue aliviar la rabia y el dolor.

-Un guerrero no llora. - me levanto de un salto cuando la familiar voz llega a mis oídos. - Hola hijo.

Lucifer sale de entre las sombras y me mira con una falsa expresión dulce. Siento el odio, odio a ese maldito hombre. Odio a mi padre porque todo esto es su culpa.

-¿Has venido a matarme? - pregunto seco, ningún sentiemiento cruza mi cara.

-He venido a ofrecerte un trato. - se encoje de hombros.

-Olvidalo y vuelve al agujero del que has salido. - me giro dispuesto a irme.

-La siguiente puede ser ella. - me detengo en seco. -Ha sido Eyden, ahora podría ser Dana. Te ofrezco la posibilidad de salvarla.

Me giro para mirarlo, ahora está más cerca de mi. Debería irme, olvidar lo que ha dicho. Claramente es un maldito juego, una trampa. Pero si hay una jodida posibilidad de salvarla lo haré, nada de lo que hemos hecho está funcionando y necesito que viva.

-¿Qué quieres a cambio? - pregunto. Lucifer sonríe triunfante.

-Dejaré que la chica viva, que acabe de estudiar, que se case, tenga hijos y los vea crecer, dejare que envejezca. Dejaré que Dana tenga una vida humana si vuelves a casa y te sometes.

El aire escapa de mis pulmones. No quiero volver al infierno, no quiero dejarla, pero joder no veo otra forma de que esta guerra acabe bien.

-¿Cómo sé que no irás a por ella?

-Kail, conseguiré lo que quiero de todas maneras. En tu mano está decidir si lo hago rompiendo los sellos o matando a la chica.

-Lo haré. - murmuro.

-Bien, te espero en casa. - camina hasta la puerta. - Ahora vuelve con tu madre y rompele el corazón a la chica, es la única manera de que no te busque.

Cierro los ojos. Me voy a odiar toda la vida por lo que estoy a punto de hacer.  Voy a romperle el corazón para que pueda vivir. Y no soy idiota, sé que el trato de Lucifer implica mi sufrimiento. No se va a conformar con que me someta quiere algo más, no sé que es, pero me da igual. Estoy dispuesto a destrozarme a mi mismo por mantenerla a salvo.

Abismo (Inferno II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora