«Erecciones»

₂

Salió de la habitación en la cual había estado las últimas dos horas junto a Mark, Jeno y Chenle. Cerró la puerta y se dirigió a la sala de estar, había escuchado como alguien había abierto la puerta principal, motivo por el cual se estaba dirigiendo a la habitación en la que se encontraba la misma.

Observó desde el pasillo como alguien entraba a la habitación del "NoRen" -como decía en la puerta-. De seguro era Renjun, llegando de sus clases de ballet.

Pasó por enfrente de la puerta que había sido cerrada segundos antes por el chino, y de esta, a la sala, y de la sala, a la cocina. Iba a buscar algo para tomar para su hyung, de seguro estaba agotado.

Sirvió un vaso de jugo para él y uno de agua para Renjun, posteriormente yendo a la habitación para otorgárselo.

Golpeó varias veces seguidas una vez estuvo frente a la puerta indicada. 

—¡Pase!— gritó el chino desde adentro. Jaemin como pudo, tomó con una sola mano ambos vasos y con la otra abrió la puerta.

—Hola, hyung— saludó con una sonrisa.

—Hola.—respondió poco interesado el chino. Ni siquiera lo miró, estaba demasiado ocupado mirando su teléfono.

—Le traje algo para tomar— recién en ese momento Renjun volteó a ver al menor. 

Maldito interesado, pensó Jaemin

—Gracias, Nana— Tomó el vaso que el menor le había acercado y lo bebió casi todo en tiempo récord.

—¿Olvidaste llevar agua?— dijo riendo Jaemin, al ver como su hyung bebía casi desesperado, como si estuviera probando el mas sabroso de todos los líquidos. 

—Si— Rió Renjun también. —Muchas gracias, otra vez.— Le devolvió el vaso a Jaemin y volvió a acostarse boca abajo en la cama, a hacer quien sabe qué cosa con su celular. Jaemin asintió, bebió todo su jugo y dejó ambos vasos en la mesita de noche del mayor.

Fue acomodándose poco a poco y disimuladamente encima del mayor, intentando no incomodarlo y que no se notarán sus segundas intenciones,. Quería que todo pareciera normal, como cuando jugaba a ser demasiado homosexual solo para molestar a Mark.

—¿Qué haces?— apoyó su barbilla en el hombro ajeno, Intentando ver la pantalla, cosa que pudo hacer fácilmente, pero averiguar lo que decía en la misma era todo un reto, pues estaba en chino.

—Reviso páginas en Internet.

—¿Y en chino?

—Si. En chino.

—¿Que ocultas, Renjunnie-hyung?— jugueteando, mordió la oreja de su mayor, quien se tapó enseguida las boca cuando se percató de que un gemido se le había escapado. Jaemin rió.

—¡Nana, no hagas eso!— regañó molesto y avergonzado.

Pasaron minutos, y Jaemin seguía encima de Renjun, aburrido. Le frustraba no entender nada de lo que su chino hyung estuviera buscando en chinas páginas.

Con ya demasiado hastío, decidió jugarle una broma a su hyung, además de que tenía y necesitaba pedirle aquello de alguna u otra forma.

Tomó el celular ajeno sin permiso alguno y lo escondió entre sus manos.

—¡Agh, Jaemin!— se quejó dándose media vuelta Renjun. —¡Dame mi celular!

—Ño.— respondió creyéndose un bebé mientras le sacaba la lengua a su hyung.

En un rápido movimiento, el coreano hizo que invirtieran posiciones.

—¡Au! ¡Jaemin, me golpeaste!— gruñó un tanto enojado, lo que ocasionó que Jaemin Riera, pues Su hyung era tierno hasta cuando iba al baño.