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Comía lentamente, tenía algo de sueño pero no pensaba dormir si Jimin estaba en la casa, me parecía extraño que hubiera dicho que hoy no iría a la universidad ni al trabajo, JungKook se había ido hace horas, miré el pan tostado en mi plato sin muc...

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Comía lentamente, tenía algo de sueño pero no pensaba dormir si Jimin estaba en la casa, me parecía extraño que hubiera dicho que hoy no iría a la universidad ni al trabajo, JungKook se había ido hace horas, miré el pan tostado en mi plato sin muchas ganas, desde que llegué aquí creo que he bajado de peso, intento no comer pero mi estómago ruge en el momento menos indicado, Jimin se aprovechaba de ello y por eso me obligaba a comer aunque su "amigo" le decía muchas veces que me dejara morir de hambre, así aprendería.

Mirándolo comer y revisar su celular pensé en algo, ¿Jimin me creería si le dijera la verdad de JungKook? Necesitaba pruebas y aunque odiara admitirlo no las tenía, él pensaría que lo digo porque quiero escapar, ¡Todo lo relaciona con escapar! Seguía sin entender, ¿Por qué sus actitudes me hacen cambiar de opinión? Quizás JungKook también jugaba con mi mente y no lo sabía.

— ¿Has visto las noticias?

— No suelo ver mucha televisión—contesté sin ganas. Restregué mis ojos bostezando.

— Dicen que hay un asesino suelto, es muy peligroso, parece que tiene cierta preferencia por las mujeres entre veinte y treinta años—masticó lentamente leyendo la información en su celular—La policía está buscándolo, hace unos meses atrás fue encontrada su última víctima...

— Quiero ir al sótano—me miró incrédulo—Sé que no saldrás de la casa, pero quiero estar allí—mentí. Realmente no quería seguir escuchando la noticia del dichoso asesino en serie, intentaba controlarme, pero en ocasiones me enferma saber que vivo con un asesino y un psicópata.

— Termina de comer.

— Sabes que al final no lo haré—rodeé los ojos.

— Y sabes que al final acabaré obligándote, Sunny—lo miré encontrando una sonrisa maliciosa.

— No tengo hambre, quiero...

— Come un poco más y bebe el jugo, después podrás ir abajo.

[...]

El sótano es oscuro y más frío que nunca, pero es silencioso, las cajas sobraban, las había revisado todas sin conseguir nada, estaban vacías, llenas de periódicos viejos o algunas cosas oxidadas que ya no servían. Había tenido que comer un poco y beber el jugo entero que Jimin había hecho, el sueño extrañamente desapareció, sentía un ligero calor interno que preferí ignorar. Sobre una mesa de madera había algunas herramientas de construcción, me acerqué a ellas tomando un martillo algo pesado, imaginé golpear en la cabeza al idiota de JungKook y el pensar en JungKook me hizo imaginar a esa pobre chica pidiendo ayuda sin ser escuchada.

¿Acaso yo sería la primera víctima de Jimin?

Solté el martillo intentando no pensar en ello, miré las pequeñas ventanas del sótano pegadas casi al techo, era imposible romperlas, ya lo había intentado. Si gritaba terminaría sedada o castigada, no me apetecía arriesgarme, frustrada conmigo misma golpeé algunas cajas que estaban cerca haciéndolas caer al suelo, jadeé al perder fuerza en mi pierna, me senté en el suelo tocando esa zona herida con una leve mueca de dolor, en medio de los periódicos echados en el suelo fruncí el ceño al distinguir algo plateado, al tomarlo identifiqué mi celular, pero estaba totalmente muerto, destruido por completo.

— Gracias JungKook—fui sarcástico arrojando el móvil lejos.

— ¿Sunny?

Miré a las escaleras, Jimin realmente no se daba por vencido. Me arrastré en el suelo intentando ocultarme, pero mis manos tocaron otra cosa, aparté el periódico que lo cubría a medias encontrando un cuaderno o agenda, fruncí el ceño tomándolo, la portada era completamente negra, lo abrí encontrando fotos de chicas que no conocía, junto a su foto había información respecto a ellas.

— ¿Qué...?

— Sunny, oye, ¿Qué haces, nena? —de inmediato lo oculté al ver a Jimin acercarse— ¿Ahora qué hiciste? —señaló el desastre—No es bueno tener esos ataques de ira...

— Quiero estar sola, por favor—pedí de la forma más amable posible pero como era de esperarse él no escuchó. Se sentó junto a mí sonriendo de lado—Jimin, déjame sola, por favor.

— No quiero dejarte sola, sé que no quieres eso—dio un corto beso a mis labios, mi mejilla y repartió pequeños besos por mi cuello. Jadeé sorprendiéndome a mí misma de que mi cuerpo reaccionara así, el leve calor interno creció un poco— ¿Ves? Sé que no quieres eso—besó mis labios. Correspondí enredando mis manos en su cabello rubio, me sentó sobre sus piernas introduciendo sus manos por debajo de mi blusa, mi piel de repente parecía arder con sus caricias y lógica desapareció en el momento que caí en sus encantos.

[...]

Habíamos llegado a la habitación de Jimin diría que en minutos y entre besos con caricias subidas de tono. Al final de todo caí como tonta ante la necesidad de tenerlo y sentirlo, ¿Qué pasó? No lo sé, sólo...me sentía tan fuera de sí. Cuando desperté estaba sola en la habitación, mi cuerpo estaba desnudo entre las sábanas, antes de torturarme con los recuerdos sentí náuseas, me levanté colocándome mi ropa interior y corrí al baño vomitando lo que había comido. ¿Qué pude haber comido que me cayó tan mal?

"Sólo falta que enferme y sea peor"

Estuve allí unos minutos antes de lavar mi boca y recoger mi ropa vistiéndome. Salí de la habitación escuchando voces de abajo, preferí escuchar desde donde estaba a arriesgarme a que me vieran.

— ¿Y ahora qué? —ese era Jimin sonaba muy molesto— ¡Tú me mentiste!

— No seas dramático.

— ¡Tengo un asesino en mi casa, JungKook! —mis ojos se abrieron como platos. Entonces...Jimin ya lo sabe—Dime algo, ¿Por qué anotas a tus víctimas en ese cuaderno?

"El cuaderno del sótano"

— No pienso discutir—me oculté entre la pared escuchando pasos venir a las escaleras.

— JungKook~ah—miré de reojo. Jimin lo había tomado del brazo—La policía está buscándote, ellos vendrán aquí sí saben que estás en mi casa, ¿En qué demonios andas metido? Sales y llegas tarde...

— Conocí a alguien, tú tranquilo, en unos meses me iré...

— ¿Otra víctima?

— Jimin, lo que debe importarte es esa zorra que tienes metida en tu cuarto—se soltó—Apuesto a que estuvieron todo el día follando, ¿Le diste de beber lo que te dije?

— Sí.

"¿Qué? ¿El jugo de la mañana? ¿Eso fue?"

— ¿Ves? Seré asesino, pero mis planes siempre funcionan, tienes a tu chica aquí, le enseñas a hacer lo que digas y ya te acostaste con ella, ¿Qué más puedes pedir? —se encogió de hombros. Me apresuré en entrar al cuarto antes de que me vieran, retrocedí escuchando sus pasos por el pasillo. No podía creer que Jimin me había drogado para que tuviera sexo con él.

"Sabía que no era normal que sintiera tanto deseo"

Obsesión [PARK JIMIN] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora