Chapter 8

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Era algo fascinante, los dos sentían una brisa fuerte en sus rostros y como fuegos artificiales se reventaban en sus estómagos, sonrieron a mitad del beso y se separaron.
Un ligero tono carmesí se asomaba por las blancas mejillas de la mujer y él le dedico una tierna sonrisa.
- Hueles y sabes a menta.- fue lo primero que salió de los labios del hombre y ella no evitó reír.- me encantas.- volvió a besarla y ella se dejó llevar una vez mas.
Pareciera como si solo estar al lado de José, se rejuveneciera más de 20 años, se sentía como una jovenzuela en sus años de universidad enamorada por primera vez, comenzaron a bajar la intensidad del beso y terminaron con cortos besos, luego él comenzó a reír.-
– ¿Qué es tan gracioso? - preguntó ella confundida.
– Creo que tus amigas te espían por la ventana de Eva.- dijo con un tono de diversión en sus palabras, ella volteo inmediatamente y ahí se encontraban, Megan, Eva, Miranda, Vanessa e Evee, las cuales al ver que fueron sorprendidas solo cerraron la cortina bruscamente.-
– Vaya chismosas.- dijo con tono reprobable, como una maestra regañando a un alumno por cacharlo copiando en un examen.- Esas mujeres me van a oír.-
- Bueno ya, no te enojes.- le dio otro beso.- al fin y al cabo somos nosotros los que estamos en la vía pública besándonos como dos adolescentes.- ella solo se sonrojó.- bueno te dejo descansar, hermosa.-
– Tu chaqueta.- dijo mientras se la quitaba de los hombros y se la entregaba al joven.- muchas gracias, ¿vienes a cenar mañana? Tengo ganas de cenar en casa contigo.-
– Mañana tengo trabajo hasta las ocho de la noche, no quisiera arruinar tu hora de cenar ni nada por el estilo, termino a las ocho pero aun faltaría ir a mi casa a bañarme y todo para venir contigo.
– Puedes hacer todo eso acá, anda, me encantaría que probaras algo hecho por mi, mas que galletas, sandwiches y una simple pasta. Traes tus cosas aquí te bañas y comemos.- Gabrielle puso ojos suplicantes y él no pudo evitar negarse, total seria solo una cena, eso si sus impulsos de hombre no le hacían una jugarreta.
Quería llevar las cosas con calma, y mantener salidas fuera de la casa de Gabrielle era la mejor lanera de controlar los impulsos indecorosos, vamos, era hombre, siempre tenia pensamientos eróticos con Gaby, por mas que lo intentara no podía dejar de hacerlo, pero él la quería bien y si quería que las cosas siguieran un curso perfecto, el sexo con ella tendría que esperar un poco más de solo cuatro citas.
– Sí, esta bien, mañana a las ocho.- ella lo abrazó por el cuello y flexionó su rodilla izquierda.
- Te veo mañana.- le plantó un último beso en los labios y antes de entrar a su casa se despidió con la mano.
Al cerrar la puerta, Gabrielle recargó la espalda en esta y se deslizó lentamente hasta llegar al piso, sus hormonas estaban revolucionadas y su corazón latía de la emoción que lo sentía casi fuera del pecho, pero poco le duró el procesamiento de emociones, por que los golpes en insistentes en la puerta se hicieron presentes. Sabía quienes estaban detrás de esos molestos golpes, sus chismosas amigas.
– Váyanse.- contestó firme, se levantó del piso y cruzó los brazos en su pecho.- estoy cansada y quiero dormir.- pero los golpes no cesaban, abrió la puerta con fastidio y las vio.
Eva Villanueva, Megan Parker, Miranda Prichet, Vanessa Delfino e Evee Williams, todas amontonadas en el portal con cara de sed de chisme.
– ¿Qué quieren? - y ellas pasaron sin ninguna autorización.- Son muy molestas.- dijo y cerró la puerta.
Caminó hasta la sala de estar, donde ya se encontraban todas y la miraban con desdén y una pizca de que no creían lo que acababan de ver. Megan fue la primera en soltar palabra.
– Recuerdo muy bien hace un mes que te pregunté si te gustaba y dijiste que no.- levantó una ceja y sus ojos la juzgaban.
– Bueno, las situaciones cambian al igual que los sentimientos, José es un hombre muy dulce y atento conmigo y el sentimiento es mutuo, así que no te mentí, en ese momento no había nada...-
– Si, si si, ya te entendimos.- interrumpió Eva.- Cuéntanos sobre qué ha pasado, ese beso se veía muy apasionado, ¿ya tuvieron sexo?
– Por favor Eva, no seas imprudente con tus preguntas.-
– ¿Eso es un no? - y todas comenzaron a reír.
– Llevamos saliendo poco tiempo y yo creo que los dos queremos una relación que funcione no solo a base del sexo.
– Si, es un no.- mencionó ahora Evee
– Bueno y a ustedes que les importa mi vida sexual
– Ay linda, obviamente que nos importa saber como es estar con alguien quince años menor.- mencionó Vanessa con su potente voz pero fue interrumpida por el timbre.
– Voy a abrir.- dijo Gabrielle con una cara de reproche hacia Vanessa, pues ella juró que hasta en las casas de la calle trasera la habían escuchado.
Abrió la puerta y ahí se encontraba José.- José, ¿pasa algo? - La cara del hombre tenía tonos de diversión que trataba de contener con seriedad.
– Olvidaste tu teléfono en mi chaqueta.- le entrego el pequeño aparto.- sólo eso.
– Ay gracias por traerlo.- lo abrazó.-
– Bueno, sólo era eso.- le dejó un beso en la mejilla.- ah y antes de irme.- comenzó a recitar mientras se daba media vuelta y caminaba hacia su auto.- diles a tus amigas que salir con una persona quince años mayor que yo es maravilloso, me llena y me hace sentir como que soy lo mejor de su vida, espero y sientas lo mismo.- antes de subir al coche le dedico una hermosa sonrisa y después arrancó.

Ella no sabía que sentir, si morir d ela vergüenza por que había escuchado parte de la conversación o de ternura por todo lo que le había dicho, sin duda era un hombre extraordinario.

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Lo prometido es deuda y quiero pedirles una disculpa por haberlxs hecho esperar tanto, tengo muchas cosas que hacer, la escuela, mi servicio social, tengo una página en fb que está creciendo muy rápido y no he tenido tiempo de administrar bien mi tiempo, les quiero mucho, gracias por seguir leyendo ❤️

Mayor que yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora