Capitulo IV

6 3 0
                                    

Estaba caminando hacia mi casa. Cuando veo la cafetería, la verdad no sabía si quería entrar pero lo hice, no lo pensé dos veces. Entre y me senté en la misma esquina donde me había sentado la última vez. Ahí venia el chico que me había atendido la otra vez y estaba súper nerviosa, lo admito.

Al verme se quedo un poco sorprendido pero sin embargo me atendió de buena manera y a la final pedí lo mismo pero antes le dije

-Oye, no sé si me recuerdas pero la otra vez te hable de una manera que me hubiera gustado que fuera diferente

No me arrepiento de habérselo dicho pero la forma en la que se lo dije fue algo seco, aunque no se lo quise decir solo... salió de mi boca y ya

-No te preocupes. Después de lo que me dijiste, sabía que no debí reaccionar así. Dijo con una sonrisa

Yo le devolví la sonrisa. No parecía un mal tipo, al contrario, fue sincero lo que dijo y claro todos cometemos errores, muchos no saben cómo actuar o cómo reaccionar

-Por cierto, ¿Cómo te llamas? Le pregunte sonriéndole

-Me llamo Aaron. Dijo también sonriendo

Yo lo mire y me quede un tanto sorprendida.

-¿De verdad? Mira que coincidencia, mi mejor amigo también se llama Aaron. Yo me llamo Evangeline pero todos me dicen Eva asi que...

-¿Si? Pues que raro pero mucho gusto Eva

-Un gusto igualmente Aaron. Dije en tono cómico

-Bueno Evangeline, perdón Eva. Me tengo que ir a trabajar y a traerte tu café, fue un gusto hablar contigo

-Descuida, el gusto fue mío

Eso ha sido lo más extraño que me ha pasado, jamás y nunca creí que conocería a Aaron de esa forma y más aun con lo que le había dicho al principio. A veces el mundo nos puede sorprender.

Al rato llega Aaron con mi café y solo nos devolvimos sonrisas. Cuando veo que entra unos segundos después la misma chica que había visto la otra vez y que Aaron había visto un tanto raro.

Ella se sentó en otra mesa diferente a la que se había sentado la otra vez. Al ver que yo estaba ahí vi como se me quedaba viendo y yo no entendía por que... Era un poco incomodo, hasta que se levanta y se dirige hacia donde yo estoy. Admito que estaba un poco nerviosa.

-Hola, ¿Me puedo sentar un rato contigo? Dijo ella

-Claro...si, por que no. Dije nerviosa tomando mi mocaccino

-¿Cómo estás? Dijo sonriendo

-Bien y ¿Tu? La mire confundida

-Bien, me alegra. Sé que te preguntaras ¿Por qué estoy aquí hablándote como si nada?

Si la verdad es que me lo pregunte desde que venía hacia acá. Y si, era lo que yo pensaba, tenia facciones de hombre pero se veía como cualquier otra chica solo que un poco diferente y ¿Qué?

-Sí. Dije riéndome un poco confundida

- Bueno déjame explicarte. La otra vez que te vi acá, al parecer notaste que el chico de allá me había mirado con asco, al menos eso creo porque es típico que me miren así, aunque, estoy ya acostumbrada. En fin, el caso es que le dijiste algo defendiéndome por decirlo así, eso me alegro el día ya que muchos no piensan igual y te quería dar las gracias por eso

Oh...me quede sin que decir, la verdad no me lo esperaba

-Bueno, no tienes nada que agradecer, solo fue algo que no me pareció lo correcto pero... esta bien supongo

VIDAS CRUZADASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora