Capítulo XI

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8:32am

Hago la misma rutina de siempre. Al terminar de bañarme, veo que tengo 10 llamadas perdidas, dos mensajes en el buzón, 5 mensajes pero Dios ¿Qué es esto? Escucho los mensajes del buzón. Es Aaron... ¿Borracho? ¿Desde cuándo aquí se ha decido tomar? El no es un chico que beba con frecuencia y mucho menos emborracharse. Dice puras incoherencias que no entiendo, así que coloque el siguiente mensaje y ese también hablaba incoherencias pero lo último que si le llegue a entender fue que lo perdonara, que estaba muy mal y una voz de fondo que al parecer se escuchaba como Ramon. ¿Sera que Aaron bebió tanto por lo que paso? Estos mensajes fueron a las 3:30am.

Tan pronto agarre mis cosas y fui a por él. Tome un taxi y lo que hice al entrar fue llamarlo pero ni responde... Llegue a su apartamento pero nadie contestaba, lo último que se me ocurrió es que podía estar en casa de sus padres. Llame a su mama pero no me respondía tampoco ¿Qué acaso todo el mundo desapareció?

Tampoco, creo que no se encontraban en casa. Por unos minutos salió alguien, creo que es su madre.

-¿Si? ... ¿Evangeline? Pregunto con los ojos entrecerrados

Dios... ¿Acaso estaba dormida? ¿Pero qué hora es? O... ¿Soy yo que estoy despierta muy temprano? Pero entonces recordé que los papas de Aaron siempre dormían a estas horas, bueno, no siempre. Eso a Aaron en cierto modo le molestaba y en parte no. Porque Aaron es de esos que dormía todo el día y en la noche todo el tiempo despierto, era como un vampiro. Hasta que yo lo "mal" acostumbre a pararse temprano, según él y ahora como lo hace, quiere que sus padres también. Bueno su padre no se encuentra nada bien, el año pasado le diagnosticaron cáncer en el pulmón y para su familia esa noticia fue lo peor. Creo que eso se debe al cansancio de Laura, su madre. Por otro lado está también sus dos hermanos, Rachel y Rawson.

-Sra. Fiore... yo...eh... como... ¿Como ha estado? Dios no sé porque estaba un poco nerviosa. No he querido despertarla pero de verdad que no sé donde esta Aaron

-Bien querida, he tenido mejores días pero ahí vamos y dime ¿Qué pasa? ¿Por qué no estás con Aaron?

-Yo bueno... no sé donde está, por eso he venido acá para ver si se encontraba pero ya veo que no. Dije con una sonrisa sin ganas

-¿Y eso? ¿Le paso algo? Dijo preocupada

Dios no quería preocuparla y mucho menos por lo que está pasando con el Sr. Roberto

-No, no se preocupe Sr. Laura. Simplemente no está en su apartamento pero imagino que esta con algún amigo... Con Ramon. Dije nerviosa ¿Hasta ahora es que pienso eso? Que lenta Eva, que lenta...

-Ah sí, cierto, puede que este con Ramon. Dijo más calmada

-Ah y por cierto, déjame de llamarme Sra, Eva, que me haces sentir vieja y ya es para que me digas Laura, que te conozco desde que eras una bebita. Dice burlona

-Cierto, Sr...Perdón, Laura. Dije riendo

Laura me dijo donde se encontraba Ramon y la verdad no sabía que vivía a unas cuadras del apartamento de Aaron ¿Por qué no me lo habrán dicho?

Me fui lo más rápido posible, despidiéndome de la Sra. Laura, dios... yo y mi Sra. Me repetí varias veces en mi cabeza, su nombre, Laura, Laura, no Sra. sino Laura. Parecía loca, había que admitirlo.

Ok, ya llegue. Al parecer es una casa y no un apartamento ya que si no estuviera fregada, porque no me sabría el número de su apartamento y no le podría marcar. La casa es preciosa, es bastante grande, color gris con blanco, esas casas súper caras que te quedas boquiabierta. Bueno algo así.

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