Hablaré con tu corazón.

Mi brillante oscuridad.

¿A qué le temes? Te miré y no podía dejar de hacerlo. Eras tú quién me traía la luz a mi vida y me dabas la sabiduría para entender que en esta vida hay que amar solo un poco para sentir que tenemos el alma viva. Todo comenzó cuando pude apreciar la belleza más pura que cualquier hombre haya visto jamás y cuando el latir del corazón se hizo sentir en mis oídos haciendole el llamado al amor. Quizás ya no creía en nada y la advertencia sería ignorada ya que mi vida era solo oscuridad, llanto, desconfianza y amargura. Me entregué y cuando tocó el momento de salir y abrazar la llama de la pasión, me enamoré. Me temes porque tuvistes luz, compañía, un buen beso que te calentaba y te recordaba que eras tú quien lo provocaba. Sin embargo nunca estaremos preparados para lo que ocurra después de que el fuego se apague o al menos eso dicen los poetas del amor.  Te ofrecí el cielo y las estrellas pero tú solo me distes un infierno oscuro y lleno de llamas que creí que iluminaban mis ojos y mi alma pero sin dejar de ser negro. Me engañaste, me hiciste diablo mientras que tú eras un ángel, me pervertiste y me distes grandes placeres. Ahora le temo al compromiso, ya no es lo mismo vivir con el recuerdo de lo que fuiste y de lo que serás...mi brillante oscuridad.

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