Capítulo Milagroso 17🐞

40 3 0
                                    

—¿Chica?— de nuevo, Quetzalli Mocinno, el nuevo compañero héroe, se encontraba con ella, sosteniéndola en brazos.

—Te preguntaría quien eres, pero la seguridad de Linny vale mucho más, debemos llevarla a un hospital para que los doctores la revisen— le miró Chat Noir.

—¿Cómo conoces su nombre?— le miró dudoso.

—Ya la salvé una vez— dijo restándole importancia, pero aún así preocupado.

Una vez ambos saltaron por los tejados llegaron al hospital, abriendo las puertas de par en par.

—Buen momento para llegar— susurró Chat Noir.
Las personas le miraban con total sorpresa pero a la vez felicidad y una vez miraban a la chica en brazos del desconocido superhéroe se asustaban.

—Por favor, coloquen a la chica en la camilla— dijo un doctor a lo que Quetzalli asintió, posándola suavemente.

—Por favor, cuiden a la chica— le susurró él, al doctor.

—Si necesitan algo estaremos al pendiente— respondió Chat Noir, muy preocupado. Cuando se llevaron a la chica en la camilla miró a su compañero. —Gracias por ayudarme— le sonrió, extendiéndole la mano para saludar y agradecer. Las personas de allí miraban atentas y una que otras tomaban fotos.

—Es un placer. Me llamo Quetzalli Mocinno, es un gusto — sonrió estrechándole la mano.

—Chat Noir a tus servicios, Quetzalli— sonrió y asintió.

......

Las ojeras, el sueño, y el cansancio en ambos no era impedimentos para conocer el estado de su compañera de clases y su amiga. Todo fue paz y tranquilidad hasta que unos sonidos alertaron a todos en el plantel bajo; los Miraculous habían sonado, indicando que quedaban solo 5 minutos.

—A veces odio oír ese sonido— dijo Quetzalli levantándose. Chat Noir imitó su acción y bostezó.

—No eres el único, y menos en esta situación—. Sonrieron.

Ambos se alertaron al ver al doctor.

—Vaya directo al grano no nos queda mucho tiempo— dijo el chico de colores llamativos, a lo que Chat Noir asintió. Ambos mostrando sus Miraculous, el anillo y una manilla, que tan solo tenían unos minutos para revelar sus identidades.

—Bien. La chica está estable solo fueron golpes leves, nada del otro mundo, le daremos de alta mañana pero necesitamos que vengan de nuevo, tiene una cortada algo grave en su rostro y pequeños ematomas también— sonrió feliz el médico al tener a dos héroes frente suyo.

—Bien, vendremos mañana temprano, tiene escuela— río Chat Noir.

—Y no queremos que pierda clases— completó su compañero.

Sin más, ambos salieron de allí, teniendo un minuto en juego, para llegar a sus casa a tiempo.

.......

—No es para tanto, al menos tú no caminas— comentó Shanti algo enojado por qué su Kwami se quejaba de lo lejos que era ir a la escuela.

—¿Crees que no me falta el aire en ese bolso?— preguntó el pequeño posándose al frente de este, con una expresión chistosa en su rostro, cruzado de brazos.

—Ocultate, Taxxoo— le habló al Kwami mirando de reojo, mientras que unas personas pasaban por ahí.

Una vez estás pasaron el Kwami salió. —¿Tienes pan? Muero por un trozo— su amigo grandulón saco un pedazo del preciado alimento y se lo dio a su Kwami quien de un solo bocado se lo tragó.

—Vaya apetito— río —Chat Noir no tardará en llegar— susurró y se escondió en un callejón —¡Taxxoo, Plumaje Fuera!—

El chico fue revestido por un traje de color verde iridiscente, con reflejos que iban desde el oro hasta azul violetado, con el pecho y vientre de color rojo carmesí intenso. A ambos lados del traje traía consigo dos lazos, enrollados en forma de látigos, que eran sus armas; de colores verdes brillantes.

De su espalda bajaban dos colas verdes, finas y muy largas, del mismo color del traje; verde.

Su brazalete era su fuente de poder con cinco placas que parecían pequeños paneles. Normalmente eran de color blanco pero al transformarse los colores que llevaba el traje se hacían evidentes en el brazalete.

—Bien, es hora de actuar— vió la llegada de Chat Noir y prosiguió a saltar sobre los techos llegando a su lado. —Hey, Chat— asintió, un poco serio.

—Hola, Quetzalli, ¿Listo para ver a Linny?— sonrió.

—Nosotros nacemos listo para lo que sea— susurró audible y le devolvió la sonrisa.

Los chicos bajaron de un salto, de pie, enfrente de la gran puerta de cristal. Chat puso su vara en la espalda y prosiguió a abrir las puertas.

—¡Es Chat Noir, mami!— gritó un niño al fondo.

—Son geniales, ellos son increíbles—

—¿Quien es el nuevo superhéroe?—

—Quiero una foto y sus autógrafos—

Muchos y más comentarios positivos, interrogativos y uno que otro divertido llegaban a los oídos de los chicos. Faltaba un lapso de más o menos 30 minutos para iniciar la escuela, y estaban un poco lejos pero ser superhéroes no les impedía nada.

—Hola, señorita— sonrió el Quetzal mirando a la enfermera de secretaria —Podria decirnos en donde se encuentra Linny, por favor—

—Y de paso donde puedo encontrar un poco de leche— bromeó Chat —Tantas miradas dejan sediento—. Ambos héroes rieron a lo que la enfermera les miró casi, soltando suspiró de felicidad.

—En el segundo piso, mano derecha, última puerta. Por favor sean silenciosos, he oído muchas cosas de ti, Chat Noir, y de ti...— se vio interrumpida por el héroe nuevo, diciendo su nombre "Quetzalli" —Un nuevo héroe. Aún así, tú— señaló a Chat —No uses Cataclismo aquí— todos rieron —Y tú, Quetzalli— le miró de arriba a abajo y se sonrojo —No uses cual sea que sea tu poder— sonrió.

—Pueden pasar, por allí— les guío otra enfermera. Ambos agradecieron saludando coquetamente a las chicas y personas que allí estaban, sin contar en saludar o cargar de vez en cuando a los chicos.

Miraculous Ladybug [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora