Miraculous Ladybug [PAUSADA]

Capítulo Milagroso 30🐞

-Que día- susurró Lynx Karakulak una vez aterrizó con Eagleman.

-Vaya que si, ¿Estas bien?- él le miró, agachándose a su altura, preocupado.

-Ehm, si- ella esquivó su mirada un poco nerviosa.

-M-Me recuerdas a alguien que conozco muy bien- ambos se miraron entre sí. Sus Miraculous sonaron indicando su último minuto.

-Que casualidad, tu también- río nerviosa y de un salto desapareció de la vista del chico águila.

......

-Tonterias...- decía una chica pateando una roca que se le cruzaba en su camino -Por cosas así es que me pasa esto- susurraba negativamente hasta que...

-"Veo que han traicionado tu confianza, Destructora"-

-¿Qu-Quien anda ahí?- una mariposa de fríos colores volaba cerca de aquella chica desconocida, y ya habiéndose metido en la hoja de papel arrugada que tenía en su mano...

-"Mi nombre es HawkMoth, y con mi ayuda podrás destruir a todos aquellos que acabaron poco a poco con tu confianza. Volverás a ser aquella persona segura de sí misma que eras antes..."-

La chica de cabello negro y liso, hasta la cintura, sonrió maliciosamente, aceptando el trato.

-"Debes traerme los Miraculous de Ladybug y Chat Noir.."- sonrió el villano.

-Alto ahí, HawkMoth. ¿Cómo se que puedo confiar en ti?-. Le retó.

-"Pequeña desconfiada. Tus maltratadas esperanzas te permitirán reconocer que clase de persona soy. ¡Cumpliré con mi palabra si tu cumples con traerme los prodigios!"-

Una ola de colores fríos envolvió a la chica de lentes, sumiendola en el oscuro poder de su portador.

Horas antes....
-¡Padre!-.

Adrien se encontraba buscando a Gabriel por toda la casa, sin rastro alguno de él.

-Tu padre salió con los negociantes de la revista de Italia, Adrien. No sé si lo sepas pero tú sección de fotos se aplazó a unas semanas- le respondió Natalie llegando con su típica libreta y una tablet, donde guardaba sus apuntes.

-Entiendo. Gracias, Natalie. Saldré un rato con Nino, debemos hacer los deberes de la escuela- dicho esto subió rápidamente a buscar su mochila para irse.

Una vez en su cuarto Plagg apareció.

-Veras, Adrien... Lo he estado pensando y creo que... Tu padre esconde algo- revoloteando al rededor de este, se cruzaba de brazos.

-¿Qué dices, Plagg? Mi padre no podría esconderme nada- sonrió este.

-Oh, vamos, Adrien- decía el mismo mientras se sentaba sobre su cama -Siempre desaparece cuando lo necesitas, jamás sale de casa. Se me hace extraño que tenga esa supuesta charla con la tal revista de Roma- dijo el Kwami sospechando.

-Si claro, como no, y Ladybug es Marinette- le dijo riendo -Si mi padre ocultará algo yo ya lo hubiese averiguado. ¡Soy Chat Noir, Plagg! Nada se me escapa de las manos- sonrió Adrien.

-Ay, niño...- suspiró Plagg y se metió en su mochila.

Una vez abajo Natalie le miró y asintió. -Tu chófer está afuera. Espero que no llegues tarde y cumplas. Tu padre estará aquí para la cena-.

Sin más, cada uno se fue por su lado.

.......

-¿Estás segura que es por aquí?- una mujer de ropa misteriosa era guiada por una pequeña criatura con la forma de un escorpión.

-S-Si. La magia me ha guiado hasta este lugar- la noche fría abrazaba la ciudad de París y con ella una luna llena se deslumbraba en el cielo.

-Eso espero, Skapp. Más te vale que sea así. Necesito encontrar a esos Miraculous- apretó los puños de manera enojada, aquella dama.

De manera misteriosa acomodo la gran chaqueta que llevaba encima, cubriéndose del frío de la noche, y obligándose a pasar desapercibida entre las frías calles como una desconocida más.

-Ama, ¿Está segura de esto? L-Los Miraculous no...- la Kwami se vio interrumpida por su portadora, quien estaba sería.

-Sigueme guiando, Skapp. Pontro obtendré esos preciados Miraculous en mis manos, y ni Lynx Karakulak ni nadie podrá detenerme- sonreía a la pequeña mientras estaba bajaba la cabecita sumisa.

-Si, señora..-.

......

-Descasa, Plagg...- susurró Adrien cayendo boca abajo a su cama, después de una larga tarde con Nino, Natalie, sin akumas y con su padre.

Luego haber tenido una pequeña cena con su padre el mismo se dispuso a descansar. Había hecho muchas cosas divertidas en el parque y en casa de Nino.

Marinette, Alya, Nino y los demás, cómo Chloé, Linny, Shanti y Yungay, habían tenido una tarde y noche perfecta. Sin akumas la ciudad era pacífica y tranquila. Al menos descargaron todas su energías haciendo actividades que necesitaban realizar y ocupándose de sus vidas como civiles.

Olvidaban por completo, por unas horas, lo que se sentía ser héroes y tener mayores responsabilidades, y eso en parte les gustaba. Aunque tenían que devolver los Miraculous no dudarian en buscarlos si algo se les salía de las manos a Chat Noir y Ladybug.

.......

-"Paciencia, destructora, ya llegará tú tiempo"- le susurraba a la chica, quién ansiaba atacar París.

-Sigo esperando pero nada, HawkMoth. ¿Qué clase de trampa es esta...?- susurraba la alada, quien apretando la mano con la hoja, miraba a todos lados.

-"Adelante... París es tuyo, ¡Tráeme lo que te pido!"-

........

-Oh... Skapp, Púa Fuera- susurró aquella maléfica portadora revistiendose por un traje negro, con detalles marrones. Una falda que llegaba hasta, un poco más abajo, de sus rodillas, unos tacones puntiagudos, y una máscara que tapaba su identidad por completo.

Sostenía un pequeño pero fuerte bastón, que terminaba en punta. En su mano derecha cargaba el broche con el cual hacia su transformación.

Skorpion era una de las pocas villanas que lograba cautivar y apresar a sus víctimas encerrandolas en un círculo sin salida. Estás se convertían en unos aliados más, cegados por las falsas promesas que le hacía imaginar el portador del Miraculous del Escorpión.

Los aliados tenían el poder de hacer envenenar los corazones de las demás personas, acabando con sus sueños, sus esperanzas, y entre más comentarios y sentimientos negativos existiesen más serían las posibilidades de encontrar los Miraculous.

Los portadores de los Miraculous no se dejarían vencer fácilmente y por ello sus emociones no se verían afectadas, serían más fuertes a los sentimientos negativos. Sería más fácil Skorixar a una y que está esparciera los sentimientos negativos como un veneno recorriendo la sangre por el cuerpo de su víctima.