Capítulo Milagroso 37🐞

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Ladybug regresó a casa suspirando. Deshizo su transformación y cayó en la cama cubriendo su cara con una almohada.

-¿Que sucede, Marinette?- Tikki, su fiel amiga voló a su alrededor.

Marinette se quitó la almohada y le miró. -Tikki, pensé que había perdido los Miraculous, otra ves-

-Tranquila, Marinette, los Miraculous están a salvo- le decía la pequeña Kwami volando delante de ella.

.......

-Hola- sonreía Volpina llegando al lado de Quetzalli. Ya sabía a quien tomaría como marioneta.

-Hey, hola- sonrió -¿Eres otra nueva heroína?- preguntó a la chica, quien se sentaba a su lado.

Ella solo sonrió, mirándole -Eres muy guapo, y llamativo- carcajeó.

-¿Gracias?- el chico río, pero se sentía atraído por la nueva chica -¿Eres...?-

-Me llamo Volpina, soy una superheroína también- le sonrió de manera inmediata -Necesito tú ayuda- hizo un puchero al héroe solitario.

-Claro, entre héroes nos ayudamos, ¿No?- sonrió inocente y Volpina río. Su plan estaba más que hecho.

-Necesito que vayas a esta dirección...- le entregó un pequeño papel con la dirección correcta de la casa del Maestro Fú -Y le pidas al guardián de los Miraculous que te entregue los prodigios- susurró audible.

-Ehm.. ¿Por qué no vas tú?- le preguntó confuso.

-Oh, porque debo ir a ayudarle a Ladybug. Hoy entregó los prodigios, pero ahora requerimos de la ayuda de más héroes- le dijo, haciéndole creer todo a Quetzalli.

-Claro, iré inmediatamente. Nos vemos aquí en unos minutos, no quiero hacerle perder tiempo a Ladybug-. Salto de los tejados, corriendo por las calles, buscando la dirección que al parecer no estaba lejos.

-"Volpina... ¿Cómo vas con los Prodigios?"- preguntó HawkMoth a través de esa mariposa.

-Tendras los prodigios para esta misma noche, HawkMoth- susurró al hombre que estaba satisfecho con su respectiva respuesta.

.......

Quetzalli tocó la puerta un par de veces esperando que el Maestro Fú le abriera la puerta.

-¿Dig... Pasa rápido- el héroe entró a jalones por parte de Fú y este le miró de pies a cabeza -Vaya.. jamás te había visto por aquí. ¿Eres un superhéroe?- le miró mientras peinaba con sus dedos su barba.

El chico asintió. -No tengo mucho tiempo, Ladybug necesita de nuevo los prodigios que le entregó- le miró preocupado.

-Ladybug- pensó el Maestro Fú -Dame unos minutos, joven héroe- el héroe asintió y el Maestro Fú se fue directo a otra habitación.

-Esto obra de...-

-No menciones su nombre, Wayzz- susurró el Maestro -Le daremos estos Prodigios falsos. Ladybug y Chat Noir deben aprender la lección, no se puede confiar en cualquier héroe.

-Maestro, ¿Y ese chico?- preguntó el Kwami siguiéndolo, viendo como el mismo tomaba tres cajas y colocaba en casa uno de ellos un prodigio falso, pero muy similar al real.

-Ese chico aprenderá su lección con Ladybug y Chat Noir, al igual que los demás héroes- asintió tranquilo el maestro -Buscaras a Tikki y a Plagg; ellos serán parte de la lección-. El kwami asintió al maestro y se dirigió de nuevo a hojear el libro.

El Maestro Fú volvió de nuevo a aquel cuarto donde estaba Quetzalli esperándolo y sonrió de lado. Sabía que las intenciones del chico eran buenas, se le veía en su mirada, pero las intenciones de la persona, o el villano, que lo había enviado no.

Miraculous Ladybug [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora