Capítulo Milagroso 27🐞

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-Debemos ayudar a los ancianos más de seguido- río Carapace -Tal ves algún día alguno de esos nos de un súper regalo- bromeó y todos rieron.

-Que mejor regalo que nuestros Miraculous- dijo Quetzalli y los chicos suspiraron.

-Oigan, tranquilos- habló Lynx Karakulak -Recuerden lo que dijo Fú, si hay problemas él estará ahí para que ustedes vuelvan a ser superhéroes de nuevo- les sonrió de lado.

-Además, podrán visitar a sus Kwamis cuando deseen- añadió Eaglemale.

.......

-Ya casi llegamos, Tikki- decía Marinette, apresurando el paso. Una vez llegaron a la casa del Maestro Fú, tocaron. Fueron recibidas por un "Pase" del mismo. -Maestro Fú, es Tikki...- susurró ella preocupada.

-Dejala sobre las almohadas de la mesa. Espérame en aquella habitación, cierra la puerta, alguien más vendrá en unos instantes- dijo él.

El Maestro Fú comenzó a revisar a Tikki y sacó sus herramientas y demás cosas que necesitaba para curarla.

Varios toques interrumpieron también, de nuevo. -¡Pase!- Marinette estaba atenta a lo que sucediera.

-Doctor...- Adrien entró con su Kwami en manos -Es Plagg, necesita su ayuda-.

-Chat Noir, espérame en aquella habitación y deja Plagg ahí- Chat hizo caso a todo lo que el maestro le decía -Procura no hablar demasiado, Ladybug también está aquí y está en su forma civil, no pueden saber la identidad del otro. ¿Escuchaste, Ladybug?-

-Si. Hola, Chat Noir- saludo detrás de la puerta y este sonrió.

-Hola, My Lady-. Una vez ambos chicos en las habitaciones el Maestro Fú comenzó a curar e investigar que sucedía con ambos Kwamis.

.......

Después de unas horas de curar y ayudar a ambos, los dos estaban ya mejor, como nuevos.

-¡Plagg!- sonrió Tikki de nuevo revoloteando.

-¡Oh, Tikki!- sonrió este abrazándola.

El maestro Fú, luego del recuento de Kwamis, les explicó lo que había sucedido hace unos minutos con los superhéroes. Les explicó cada cosa con detalles, quienes quedarían con Miraculous y cuáles Miraculous serían guardados.

-Entendido- dijeron ambos al mismo tiempo.

-Puedes salir, Chat Noir- Adrien salió, justo luego del que maestro diera las indicaciones. Plagg voló feliz recontrandose con él.

-Hey, amigo- sonrió -Me alegro que estés bien- sonrió Adrien.

-Tienes que cuidarme con mucho queso cuando llegue a casa- dijo Plagg.

-Nunca cambias- río él.

-Chay Noir, no olvides lo que te he dicho, ni tu tampoco, Ladybug- dijo el Maestro Fú.

-Si. No lo haremos- respondió Ladybug segura. Una vez Chat Noir se fue, Ladybug salió de la habitación.

-¡Tikki!- sonrió ella abrazando a su Kwami con la mano, y acariciando su cabecita.

-Marinette, el maestro Fú me dejó como nueva- sonrió ella.

-¿Que tenían ambos Kwamis?- preguntó ella mientras Tikki se ponía sobre su cabeza.

-Problemas de Kwamis- dijo el anciano sonriendo, Tikki río.

-Gracias, de verdad- le respondió Marinette.

Ambas salieron de casa del maestro Fú y se dirigieron a pasar el resto del día en su casa.

-Oye, Marinette, ¿Tú quieres conocer la identidad de Chat Noir?- le pregunto Tikki desde su bolso.

-Claro que me gustaría, pero no podemos, Tikki, nuestras identidades son muy importantes- le dijo esta mirándola, y mirando al frente.

-Bien dicho, Marinette- sonrió su Kwami y volvió de nuevo al bolso donde siempre estaba.

-Pero siempre he tenido ese deseo de algún día saberlo- susurró para ella a lo cual su Kwami escuchó.

......

-Lynx, ya que estamos solos- susurró Eaglemale, una vez que todos sus compañeros se fuesen, cada pareja por su lado.

-¿Sí?- ella le miró un tanto sería y sonrió de lado, agotada.

-Fui muy duro contigo, y lo siento. No tuve la oportunidad de pedirte perdón y ahora que la tengo no la voy a malgastar, Lynx- le miró apenado, observando con detenimiento la herida ya más sana que aún ella seguía cubriendo con maquillaje -P-Perdoname, por favor, por confesarme de ese modo, yo no...-

Ella posó su dedo índice sobre los labios del chico y sonrió. -Yo... Me haces recordar tanto a una persona. Es tonto, descuidado, alto, pero ¿Sabes que es lo que más me gusta de él, y que concuerda contigo?- el negó y le miró sonrojado -Que ambos son lo suficientemente valientes- sonrió y quito su dedo de él.

-Es decir que ¿Me perdonas?- sonrió nervioso mirándole, un poco confundido.

Ella asintió. -Aunque creo que no hay nada que perdonar, no fue idea tuya declararte de ese modo, Eaglemale- le guiñó el ojo -¿Nos vemos luego, chico águila?-

-Asegurate de eso, pequeña felina- ambos rieron y partieron rumbo a sus casa antes que sus trajes se desactivaran.

Miraculous Ladybug [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora