Miraculous Ladybug [PAUSADA]

Capítulo Milagroso 48🐞

Chloé se encontraba en la mesas de bebidas, buscando algo "fino" que beber.

—Esto es ridículo, totalmente ridículo —miro las bebidas y ninguna era de su gusto.

Un chico que traía consigo un cuaderno de laberintos a rellenar chocó con ella y al verla a la cara se disculpó.

—¡L-Lo siento, Chloé! —le miró apenado y bajo la cabeza.

—Claro que lo sientes. Eres un total ridículo, ¿Que es eso? ¿Diversión para nerds como tú? Ridículo, igual que tú —le miró con despreció a lo que el chico bajo aún más la mirada triste y humillado por la joven de rubios cabellos, quien había vuelto a ser la misma de antes al haber entregado su amado prodigio.

Una mariposa negra y de gris colores ingresó en el libro que traía aquel chico.

—Laberintador. ¿Quieres que todos en tu entorno puedan estar al mismo nivel de juego que tu? —

—¿Eh, quién anda allí? — preguntó el chico mientras una mariposa se formaba en su rostro.

—Yo soy HawkMoth, y te daré el poder de hacer de la vida de los demás un laberinto sin salida así como los demás te la hicieron a ti— carcajeó

—Acepto, HawkMoth —sonrio malicioso apretando sus puños.

—A cambio de tus poderes debes traerme los Miraculous de Ladybug y Chat Noir—

—Hecho..— la fría ola de colores envolvió al chico y con él los pisos de la escuela comenzaron a agrietarse. De lo profundo de las grietas comenzaron a salir grande campos y matorrales con espinas, encerrando a los estudiantes y separándolos por completo, como en especie de un laberinto... Sin salida..

—¡Ya verán que se siente no tener salida en sus inútiles vidas! —gritó Laberintador, quién se encontraba en la cima del laberinto que había creado.

Los estudiantes comenzaron a gritar corriendo e intentando no tocar las espinas.

—¡América! —gritaba Thomas, buscando a su chica.

—¡Thomas, ayudame! —gritó devuelta.

—¡Quédate ahí, ya voy por ti! —. No iba a perder nuevamente a la chica que logro conseguir. Con ella sentía que todos sus problemas como civil y héroe se quedaban atrás. Había encontrado en ella lo que nunca había encontrado con otras chicas: paz y tranquilidad. Se sentía vivo, y lo iba a perder aquella fuente de amor que daba vida a su cuerpo.

••••

—No lograrán llevarse nuestros Miraculous —les miro enojada Lynx, mientras Quetzalli continuaba dándole golpes a Mayura.

—¡Hora de irnos! —gritó Mayura, sintiéndose agotada por tantos movimientos.

—¡Escucha, pequeña gata, quieras o no voy a vencerte algún día! —. Le gritó con enojo y tomó su látigo con la cola de escorpión, nuevamente, lanzadola a la chica.

Ella se sorprendió al sentir el frío latigazo de la cola, cosa que logro atravesar un poco el traje, cortando su brazo levemente.

Volpina apareció, intercambiando puesto con Mayura, logrando así que ella escapara directo a casa de HawkMoth.

—¡A-Agh! —Lynx retrocedió al ver como un pequeño hilo de sangre bajaba por su brazo.

La villana carcajeó de forma malévola, dio un salto hacia atrás y desapareció de la vista de los chicos.

—¡Lynx! —Quetzalli intento correr directo a la chica, quién yacía en el suelo tomando su brazo herido y haciendo muecas; skorpion había logrado inyectar parte de veneno paralizador en ella.

—¿¡A dónde vas!? —reia Volpina, sin dejarlo descansar y atacandola con más fuerza.

—¡Me cansé de ti! —tomó ambos látigos lanzandolos contra ella. El primero logró sostener la bolsa donde iban los Miraculous y con el segundo logró hacerla caer enredandolo en sus pies. —Hasta aquí llegaste, Volpina —halo con fuerza, logrando así recuperar la bolsa con los tres prodigios.

—¡Esto no quedará así! —le grito enojada.

—¡Explosive field! —grito Lynx, levantando su mano izquierda. Rápidamente bajo la mano y un rayo rápidamente recorrió el tejado hasta llegar a la villana. Cuando el rayo tocó a Volpina un campo choco contra ella, explotando al mismo tiempo que la golpeaba, lanzandola lejos de los chicos.

—Buen golpe, ¿Te encuentras bien? —uma vez lejos de ellos, Quetzalli la ayudó a levantarse y enrollo una pañoleta que traia de su traje en el brazo de ella, deteniendo la pequeña hemorragia.

—Todo bien, debemos llevarle los prodigios al maestro Fu ahora mismo antes que regresen ellas tres —le miró preocupada.

•••••

—¡Tikki, Spots On! —. Ladybug nuevamente retomó el traje y, viendo que había un mensaje de Eagleman, se dirigió al lugar solicitado.

Chat, rápidamente corriendo por los tejados la divisó, y se único a la corrida.

—¡Ya encontraron los prodigios! —le gritaba ella, saltando y dando piruetas sobre los tejados.

—¿¡Quién los tenía!? —preguntaba él también saltando y usando su bastón.

—Lynx y Quetzalli los tienen, ¡Debemos llegar rápido, sabía que ellos estaban con HawkMoth! —grito furiosa.

•••••

—Vamos ra... —

Un chico, Eagleman, les interrumpió viendolos despectivamente.

—¿Interrumpo alguna cita, traidores? —se cruza de brazos.

—¿De que estás hablando? Volpina atacó al Maestro Fu, si es por los prodigios.

—Acabamos de tener una sería pelea con Mayura, Volpina y Skorpion, ¿Y nos llamás traidores en vez de ayudar? —reprocho Quetzalli

Ladybug y Chat Noir llegaron justo a tiempo para la discusión viendo seriamente a los chicos, en especial Quetzalli con la bolsa de Miraculous.

—Tu... —le señalo Ladybug a Quetzalli —¡Dame los Miraculous! —

—¡No! El me los dara a mi! —gruto Volpina apareciendo con varias ilusiones, atacando a los héroes, en especial a Quetzalli. Dio una patada en su espalda, logrando así quitarle nuevamente la bolsa.

—¡Aquí vamos de nuevo, Lynx Karakulak! —gritó Está vez Skorpion, atacando por un lado a Lynx, nuevamente, haciendo que ella caiga del los tejados, mientras los chicos intentaban destruir las ilusiones de Volpina.

Lynx cayó por el tejado, arrodillada al suelo. Se levantó como pudo y camino hacia el Callejón dejándose caer en el suelo adolorida sin deshacer la transformación.

—¡No, los prodigios! —gritó ahora Chat, viendo como ambas se iban, luego de dejarlos golpeados a todos.

—No se saldrán con las suyas otra vez —Quetzalli logro lanzar hacia la cola de Volpina un pequeño chip que quedó perfectamente pegado en la cola del traje de ella —¡Si! — se levantó jadeando un poco, por los golpes y miró como a lo lejos se iban.

Okami la Lune, Pikkewyn Meisi y Polaire Ours aparecieron tarde en la escena, confundidos y asustados al ver el estado de los chicos.